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Datos principales
Rango
Taifas
Desarrollo
"Madrid, castillo famoso, que al rey moro alivia el miedo". Los versos de Moratín evocan los orígenes de Madrid, un asentamiento árabe denominado Mayrit, palabra compuesta de la expresión árabe Mayra -madre, matriz- y del sufijo iberorromano -it, lugar-, como indica Herrero Fabregat, autor al que seguimos. Previamente a la llegada de los musulmanes pudo existir un pequeño núcleo de población visigoda, que, según Oliver Así, debió asentarse junto al arroyo Matrice, madre de aguas. También se han hallado restos más antiguos, correspondientes al periodo prehistórico y la colonización romana. La conquista cristiana hizo evolucionar el nombre del lugar desde Mayrit a Magerit, acabando en el actual Madrid . Volviendo a los versos de Moratín, el Mayrit árabe era fundamentalmente una fortaleza edificada para controlar un amplio territorio de frontera. Albergaría por tanto una guarnición, y a su lado se situaría el núcleo de población. La fortaleza, alcazaba, formaba el primer recinto amurallado, tras el cual se incluían una pequeña población. La medina, el núcleo comercial, es de construcción posterior y se hallaba delimitada por una muralla, de la que aún quedan escasos restos. Las murallas de Madrid fueron primero destruidas durante un ataque de Ramiro II de León, en el año 931. Posteriormente fueron reconstruidas por Abd al-Rahman III . La ciudad se estructuraba en función de un eje amplio, que corresponde al último tramo de la actual calle Mayor, desparramándose a su alrededor el típico urbanismo islámico de callejuelas y adarves. Dentro de las murallas había dos torres, la de Narigues y la Gaona. Se sabe también de la existencia de las puertas de la Vega, de Santa María y de la Sagra. La Medina estaba rodeada de una segunda muralla, actualmente considerada cristiana y del siglo XII. Esta muralla contaba con cuatro puertas, las llamadas de Moros, Cerrada, de Guadalajara y de Balnadú. La importante situación estratégica de Madrid hizo que se convirtiese en objetivo de los reyes cristianos. Fue Alfonso VI quien logró tomar la ciudad , punto desde el que se controlaba, como si de una avanzadilla se tratara, la defensa de Toledo.