Tríptico de Perugia
Datos principales
Autor
Fecha
1437
Escuela
Estilo
Material
Dimensiones
332 x 80 cm.
Museo
Contenidos relacionados
En 1437, el obispo Giudalotti encargó a Fra Angelico la decoración de la capilla de San Nicolás de la iglesia de Santo Domingo de Perugia. El monje pintor tomó como modelo el Retablo de Cortona , aunque su acabado, tratamientos y espacialidad es de una calidad superior a aquél. En la tabla central se representa la Madona con el Niño, en composición similar a la Virgen de Cortona. Sentada en su trono, sobre un pedestal de mármol blanco, María mira tiernamente a su hijo, que aparece semidesnudo, bendiciendo y sujetando una rosa. Delante del pedestal y una alfombra ricamente ornamentada, Fra Angelico coloca tres jarrones llenos de flores rojas, blancas y rosas, en combinación muy acertada. La ilusión espacial queda bien patente. La corpórea Virgen se sitúa sobre un trono de estructura arquitectónica, cuyo remate se configura a modo de arco de triunfo de carácter clásico. Los extremos del dosel quedan cortados por la estructura de madera del retablo, lo que afianza la ilusión real. Por detrás del respaldo de la Virgen se sitúan ángeles oferentes, con bandejas de flores del color de las vemos en los jarrones del suelo. Los ángeles aparecen de muy reducidas proporciones comparados con la monumentalidad de la túnica de la Virgen, que define su figura. En la tabla de la izquierda figura Santo Domingo portando la rama florida y el libro abierto, y San Nicolás con su capa llena de brocados en oro y negro. Absorto en la lectura, la mitra se sitúa en el banco de detrás de los santos.
Las figuras de la derecha, San Juan Bautista y Santa Catalina, también separados por arcos apuntados y decorados con lóbulos en el intradós, se presentan menos acabadas y menos ricas de colorido que las figuras de la izquierda. Pero el mismo banco que veíamos por detrás de los santos dominicos aparece aquí también. La sensación espacial también viene definida por la vara del Bautista, cuya parte superior desaparece tras su aureola, y por la rueda de Santa Catalina que, entre los dos santos, también fuga hacia el fondo. En los medallones del remate del retablo figura una Anunciación de rasgos muy sumarios, cosa típica en Fra Angelico. Abajo, en la predela , diferentes episodios de la vida de San Nicolás, donde debemos destacar el esfuerzo del monje pintor por representar matizaciones de luz y espacios bien determinados que ilustren los acontecimientos. Sin lugar a dudas, el Tríptico de Perugia es una de las obras más importantes de Fra Angelico y donde con mayor acierto ejemplifica las innovaciones de la pintura del primer Renacimiento.
Las figuras de la derecha, San Juan Bautista y Santa Catalina, también separados por arcos apuntados y decorados con lóbulos en el intradós, se presentan menos acabadas y menos ricas de colorido que las figuras de la izquierda. Pero el mismo banco que veíamos por detrás de los santos dominicos aparece aquí también. La sensación espacial también viene definida por la vara del Bautista, cuya parte superior desaparece tras su aureola, y por la rueda de Santa Catalina que, entre los dos santos, también fuga hacia el fondo. En los medallones del remate del retablo figura una Anunciación de rasgos muy sumarios, cosa típica en Fra Angelico. Abajo, en la predela , diferentes episodios de la vida de San Nicolás, donde debemos destacar el esfuerzo del monje pintor por representar matizaciones de luz y espacios bien determinados que ilustren los acontecimientos. Sin lugar a dudas, el Tríptico de Perugia es una de las obras más importantes de Fra Angelico y donde con mayor acierto ejemplifica las innovaciones de la pintura del primer Renacimiento.