Prado con amapolas
Datos principales
Autor
Fecha
1907
Escuela
Material
Dimensiones
110 x 110 cm.
Museo
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La mayoría de los paisajes pintados por Klimt los realizó durante sus vacaciones en compañía de las hermanas Flöge , en la casa que éstas poseían junto al lago Atter. Si bien durante el verano continuaba con su rutinaria vida, se sentía libre para trabajar en otros temas como las flores o los paisajes. En las cartas escritas a Mizzi Zimmermann nos cuenta cómo era su jornada: "Por la mañana me levanto temprano, hacia las seis, a veces un poco antes o un poco después; si el tiempo es bueno, me voy al bosque, pinto un poco en el bosque de hayas (si brilla el sol), con unas pocas coníferas, hasta las ocho aproximadamente; entonces desayuno y después, un baño, muy reparador; después, un poco más de pintura, del lago si hace sol; si no, de vistas desde mi ventana (...) para entonces ya es mediodía; después de comer, un sueñecito (...) antes o después del té, otro baño en el lago (...) después del té, más pintura (...) se hace de noche, la cena, a la cama pronto y otra vez arriba al día siguiente".En este Prado con amapolas Klimt vuelve a recurrir al efecto mosaico que tanto llamaba su atención tras su viaje a Ravena . Las amapolas, los acianos y las margaritas inundan el espacio y nos llevan hasta la zona del fondo, donde observamos una zona segada del prado y una hilera de árboles que se recortan contra el cielo, cuyo papel en la composición es secundario. Los árboles son tan compactos que parecen un muro e impiden mostrar el horizonte. La sensación decorativista de los retratos -Fritza Riedler o Adele Bloch-Bauer - se repite en esta escena al integrar los árboles y las plantas en un conjunto totalmente decorativo. La técnica empleada por el pintor recuerda al puntillismo al aplicar el color de manera rápida y a base de pequeños toques. El recuerdo de Renoir y Monet en estos trabajos resulta significativo aunque Klimt no esté interesado por captar efectos atmosféricos ni lumínicos.