Virgen con el Niño y Santas

Para la decoración de la Capilla de San José de Toledo, El Greco realizó un conjunto verdaderamente atractivo. En el altar mayor se situaba el San José con el Niño

San José con el Niño Jesús

Posiblemente se trate de la primera obra de la pintura occidental en la que San José es el protagonista. El Greco lo presenta como padre amoroso, sujetando al Niño Jesús con gran ternura. Las figuras guardan cierta referencia a Miguel Ángel a pesar de su alargamiento. El paisaje toledano del fondo es sobresaliente.

Más información

y en los laterales San Martín y el mendigo

San Martín y el mendigo

Destinado a la toledana Capilla de San José, tenía como compañeros el San José y el Niño y la Virgen María con el Niño y dos Santas. El Greco hace un homenaje al fundador de la capilla y destaca la importancia de la caridad, fundamental para la salvación según el Concilio de Trento. Es destacable el contraste entre las dos figuras: proporcionada la del santo y gigantesca la del mendigo.

Más información

y la Virgen con el Niño y Santa Inés y Santa Martina. Desgraciadamente, el conjunto no se puede ver hoy día entero, al ser vendidos los lienzos laterales en 1907 por 300.000 francos. La Virgen con el Niño en brazos preside la escena. Aparece sentada sobre un trono de nubes, acompañada por dos ángeles y numerosos querubines sobre su cabeza. El ángel vestido de verde lleva sus manos cruzadas al pecho y mira al Niño, produciéndose un interesante juego de miradas entre ambos. El ángel que viste de rosa une sus manos a la altura del pecho, en una postura que es típica en la Inmaculada. La figura de María viste con sus tradicionales colores - el azul de la eternidad y el rojo del martirio - y también dirige su mirada hacia su hijo, en un gesto maternal. En la zona baja están Santa Inés - vestida con un manto rojo y portando un cordero en las manos - y Santa Martina - con la palma del martirio y el león, vestida de azul y amarillo -. La composición recuerda una Sacra Conversazione italiana, habitual en el Renacimiento

Renacimiento Italiano

El desarrollo del Renacimiento constituye la gran revolución en la concepción del arte occidental. Las claves de lectura de la imagen visual que instituye han regido sin interrupción hasta nuestros días. Sólo la pintura contemporánea se ha atrevido a violar tales reglas y a provocar una ruptura tan radical y escandalosa como la que plantearon los jóvenes genios del Renacimiento italiano.

Más información

. Santa Martina está presente por llamarse Martín Ramírez el fundador de la Capilla. La armonía de las tonalidades recuerda a la Escuela veneciana; sin embargo, las figuras son típicamente grequianas con un canon estético diferente al clásico. Sus proporciones son gigantescas en comparación con las cabezas - no exentas de belleza - y en ellas se aprecia cierta influencia de Miguel Ángel

Michelangelo Buonarroti

Pintor del Cinquecento (1475-1564), su obra se caracteriza por el profundo conocimiento de la figura humana, interesándose por los volúmenes y la tensión - conocida como la "terribilità" - que anticipa el Barroco. Muchos artistas tomaron la obra de Miguel Ángel como punto de partida, entre ellos Rubens. Destacará también como escultor y arquitecto.

Más información

. Si el canon habitual considera a la cabeza como la séptima parte del cuerpo, Doménikos sitúa a este miembro como la décima parte del conjunto. Esto se achacó durante largo tiempo a un problema visual del maestro, pero recientes estudios han demostrado que esta hipótesis es incierta y que El Greco pintaba así por gusto y por el éxito que alcanzaba entre su clientela.