Aquila
Desarrollo
Teóricamente el primer portaaviones italiano, en realidad nunca llegó a prestar servicio. La doctrina naval italiana de la época despreciaba el uso de portaaviones, pues consideraba a la propia península italiana como la mejor base de operaciones aéreas en el Mediterráneo gracias a su posición central. Aun así, la Regia Marina decidió en 1941 apropiarse del transatlántico Roma para reconvertirlo en el portaaviones Aquila, con capacidad para 51 aparatos. En consecuencia, fue sometido a un proceso de reestructuración, en el que se le incrementó la potencia de sus turbinas, gracias a las procedentes de los cruceros inacabados Silla y Emilio, y se le instaló una segunda quilla sumergida para mejorar la estabilidad. Tras la firma del armisticio entre los aliados e Italia, los alemanes se apoderan del buque en el puerto de Génova, ya prácticamente acabado. Torpedos humanos italianos realizaron un ataque contra el Aquila en abril de 1945, para impedir que los alemanes bloquearan con él el puerto de la ciudad.