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Personaje Pintor
obra
Fotografía cedida por el Servicio de Promoción e Imagen turística del Gobierno de Navarra.
Personaje Pintor
Desde que era un adolescente colaboraba en la revista "Art", uno de los más prestigiosos medios de expresión de las vanguardias. Sus primeras creaciones se identifican con los preceptos del surrealismo. Cuando estalló la Guerra Civil luchó con el POUM pero luego se marchó a Francia. Allí estuvo en el bando de la Resistencia. Fue miembro del grupo "La Main à Plume", una formación surrealista de carácter clandestino. Desde 1944 su dedicación por la pintura es plena. Paulatinamente deja el surrealismo para interesarse por la abstracción expresionista. A comienzo de los cincuenta llega a España y se une al grupo El Paso. En este tiempo su estilo se define por completo. Los últimos años de su vida discurrieron en El Escorial, Madrid. Hoy su obra se encuentra repartida entre los principales museo de España.
contexto
La sociedad altomedieval vivía inmersa en la violencia. Aún estaban presentes en la memoria colectiva las invasiones germánicas cuando el Islam azotó algunas zonas de Europa, especialmente la península Ibérica. Pero también podían aparecer en cualquier momento bandidos -llamados baguadas en lengua galaica- que asolaban cosechas, mataban campesinos y violaban mujeres. Si caían en manos de las tropas reales estos bandidos eran condenados a muerte o a la esclavitud pero su presencia motivaba gran angustia e inquietud en la sociedad franca de la época. Estos frecuentes ataques provocarán el encastillamiento de la población, primero en sus pequeños refugios y posteriormente en el castillo del señor feudal. Los incendios eran otra muestra de la violencia cotidiana, atacando a la comunidad. No resultaba difícil incendiar aquellas casas de techumbre de madera y paja o los graneros por lo que las leyes eran contundentes en los castigos. Los salios imponían fuertes multas a los causantes de estos incidentes, obligando a pagar indemnizaciones a los familiares de los muertos y a los heridos. El pirómano podía ser condenado al destierro o trabajos forzados en las minas dependiendo de su condición social, según la ley romana mientras que si los daños eran graves la muerte sería su condena. Los incendios no sólo afectan a hogares aislados sino a ciudades enteras como en los casos de Bourges (584), París (585), Orleans (580) o Tours en varias ocasiones. Los cristianos buscaban las causas de estos sucesos en las vidas licenciosas de los habitantes por lo que había que buscar refugio bajo el signo de la cruz pintado en el dintel de las casas o las reliquias de algún santo o mártir. Con motivo de uno de los incendios sufridos por la ciudad de Burdeos "la casa del sirio Euphrôn, a pesar de haber quedado rodeada por las llamas, no se vio en absoluto perjudicada" ya que había colocado en uno de sus muros un hueso de uno de los dedos de san Sergio. La violencia debía de ser algo cotidiano según podemos advertir en los escritos de los literatos de la época. Pero esta violencia no sólo afectaba a laicos sino también a los religiosos. Conocemos el caso de las monjas del monasterio de la Santa Cruz de Poitiers que maltrataron a la abadesa y al obispo y reunieron "una tropa de hechiceros, asesinos y adúlteros" para atacar su propio monasterio. También se ha constatado el caso de un obispo de Le Mans que hizo castrar a sus clérigos por estar descontento con sus actitudes. A comienzos del siglo X la instigación del conde de Flandes motivó el asesinato del arzobispo Foulque de Reims. Para evitar el derramamiento innecesario de sangre la ley salia establecen castigos monetarios: tres puñetazos se multan con 9 sueldos; una mano arrancada, un ojo saltado, un pie cortado o una oreja cortada son 100 sueldos de multa, que se rebajan si el miembro aún cuelga. Ese mismo importe supone la lengua cortada "de tal forma que ya no pueda hablar". Resulta curioso diferenciar las multas para los cortes de dedo: si se trata del índice la multa es de 35 sueldos mientras que si el seccionado es el dedo meñique sólo serán 15 sueldos. La razón: el índice sirve para tensar el arco, instrumento fundamental para la defensa y la caza. Resulta lógico pensar que en una sociedad tan violenta la venganza estaba a la orden del día. Cuando se realiza un homicidio la familia de la víctima debe vengar su muerte, ya sea en la persona del culpable o de algún miembro de su familia. Cuando el joven Sicharius conoce la muerte de sus padres, comenta: "Si no vengo la muerte (...), no merezco seguir llamándome hombre sino que me tengan por una débil mujer". Su reacción será cortar la cabeza del asesino con un serrucho. De esta manera ha vengado a sus víctimas pero inicia una cadena interminable de sangre y muerte como las que hace referencia Gregorio de Tours en el siglo VI. Era frecuente que las víctimas de la venganza fueran expuestas de manera pública para exhibir que la obligación había sido cumplida. No en balde, las leyes hacen referencias a que "si alguien quita la cabeza de un hombre que sus enemigos han clavado en una estaca sin contar con alguna otra persona (...) tendrá que pagar 15 sueldos". Para solucionar este tipo de venganzas la reina Brunehaut utilizó un sistema bastante reprochable: hizo que sus sicarios mataran a hachazos, después de haberles emborrachado, a los miembros de dos familias que estaban enzarzadas en guerras de venganza. Pero existía otro método menos violento para detener la venganza. Si la familia del finado exigía el pago de un cantidad de oro y el asesino aceptaba, se detenía la venganza. Esta acción se denominaba wergeld o composición. Sin embargo, el temor a ser considerado cobarde pesaba en numerosas ocasiones y la venganza seguía su curso. Otra muestra de la violencia altomedieval eran las injurias y los insultos. Al estar relacionado con el honor se ha llegado a legislar sobre el asunto. Si no se respondía a una injuria o insulto se daba por sentado que se aceptaba el calificativo mencionado. Las multas que se imponían por los insultos sitúan el calificativo de prostituta como el más vil ya que estaba castigado con 45 sueldos. La mención a la pederastia se castiga con 15 sueldos y el resto de calificativos relacionados con descréditos se castigan con 3 sueldos de multa: chivato, traidor, zorro, homosexual, etc. En un mundo cargado de violencia y muerte tenemos que hacer referencia a los cementerios, advirtiéndose distintas costumbres entre los variados pueblos europeos. Los romanos enterraban a sus muertos fuera de los muros de la ciudad, en diferentes tumbas que se sucedían a lo largo de las vías. Los merovingios también siguieron esa costumbre, enterrando a los fallecidos en las afueras de los poblados. Los germanos desarrollaron unos particulares cementerios rurales situados en la vertiente sur de una colina y en las cercanías de una fuente, situando las tumbas en hilera. Los francos enterraban los cadáveres desnudos, rodeando la fosa con piezas de piedra como si se tratara de un sarcófago. En algunos enterramientos se han encontrado a los niños sepultados en grupos, junto a las tumbas de sus padres. En algunas zonas se practicaba la incineración, especialmente en los siglos V y VI, para evitar que los muertos regresasen a atormentar a los vivos, de la misma manera que se ponían arbustos espinosos sobre la tumba. El muerto era trasladado desde la aldea al cementerio en cortejo, colocado sobre unas parihuelas y cubierto con un paño sus ojos, transportado a la altura de las rodillas. Una vez enterrado los familiares acudían regularmente a la tumba para celebrar banquetes funerarios. En el cementerio se reproducía el mundo de la aldea. Los muertos eran enterrados vestidos con sus pocas o muchas pertenencias -armas, herramientas, joyas, collares, peines, pinzas de depilar,...-. En algunos enterramientos se han encontrado caballos sacrificados quizá para conducir a la tierra al difunto en la celebración de la fiesta de Jul, el 26 de diciembre. También se depositaban a los pies del finado jarras de cerámica o cristal con alimentos para el viaje al más allá, reminiscencia pagana al igual que la moneda en la boca para pagar el óbolo a Caronte, el barquero con el que se debía cruzar la laguna Estigia. En las culturas cristianas se sustituyó la moneda por una hostia, lo que motivó la prohibición de la Iglesia. Las culturas germánicas hacían todo lo posible para que el muerto estuviera tranquilo en su tumba. Esa es la razón por la que a los niños muertos al poco de nacer se los empalaba debido a que el inocente no podía estar bajo tierra. Para asegurar la tranquilidad de las tumbas había que protegerlas contra las violaciones de los vivos, práctica bastante corriente como han podido constatar los arqueólogos. Estos delitos traían consigo como catastrófica consecuencia el regreso del difunto por las noches para atormentar a los vivos. Legalmente el violador de tumbas era castigado con una fuerte multa y la condena al ostracismo más absoluto hasta que no abonara el castigo. Hacia la mitad del siglo VIII la Iglesia consigue que el cementerio rodee el templo, creando de esta manera una mayor esperanza de protección y salvación. Las tumbas de los personajes importantes pasaban a ubicarse bajo el pavimento de la iglesia.
Personaje Político
Hija de Carlos Barrios Sacasa y Amalia Torres Hurtado. Casada con Pedro Joaquín Chamorro Cárdenal el 8 de diciembre de 1950, tuvieron cuatro hijos. Desde el diario que dirigía su marido, La Prensa, se expresaba la oposición a la dictadura de Somoza. Su marido, Joaquín Chamorro publicó en Costa Rica "Estirpe Sangrienta: Los Somoza" (1958)y fue miembro y dirigente de la Unión Nacional Opositora (UNO). Juntos se exiliaron en San Carlos, cerca de la frontera con Costa Rica y salieron de Nicaragua (1958-60) para volver al saber de un intento de derrocamiento de Somoza que fracasó. Entonces Chamorro fue detenido y condenado a nueve años de cárcel, cuando cumplió condena permaneció en Nicaragua y siguió su lucha por la democracia y en contra de los Somoza. Finalmente murió víctima de un atentado el 10 de enero de 1978, mientras ella preparaba la boda de su hija en Miami. Violeta regresó al su país, asumió la dirección del periódico La Prensa, apoyó la Revolución Sandinista que derrocó a Somoza Debayle y formó parte de la Junta de Reconstrucción Nacional junto al entonces presidente, Daniel Ortega, el vicepresidente Sergio Ramírez, Moisés Hassan y Alfonso Robelo. Incluso asumió la representación de la Jefatura del Estado antes de dimitir el 9 de abril de 1980 por "razones personales" que no fueron otras que la política de Daniel Ortega. El periódico La Prensa fue cerrado cinco veces por sus críticas al gobierno sandinista. El 2 de septiembre de 1989 Violeta Chamorro fue elegida candidata a la presidencia por Unión Nacional Opositora (UNO). Su oponente en las elecciones fue el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, al que venció al obtener el 54,7 por ciento de los votos. Violeta Chamorro reclamó la entrega de las armas al Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), Daniel Ortega reclamó lo mismo de La Contra nicaragüense. El 19 de abril de 1990 se firmó la paz tras años de guerra civil y 30.000 muertos. Violeta Chamorro logró la paz, redujo las fuerzas armadas a un 20% de lo que habían sido durante el gobierno del FSLN y abolió el servicio militar obligatorio, instauró la democracia y afianzó sus instituciones, saneó la economía integrándola en los circuitos del libre mercado y restableció las relaciones diplomáticas con muchos países que habían suspendido. En sus últimos años como presidenta, el PIB de Nicaragua creció en un 5% anual. En 1997 publicó sus memorias, "Sueños del corazón". Luego creó la Fundación Violeta Barrios de Chamorro, aprobada por la Asamblea Nacional el 14 de enero de 1998 para facilitar oportunidades a los desfavorecidos.
obra
La personalidad del violinista ha sido perfectamente captada en este espectacular estudio donde destacamos el rápido dibujo de Degas, interesado en mostrarnos el movimiento rítmico del músico y su instrumento. Las líneas están retocadas, ofreciendo una viveza de la que carecen otros estudios más académicos.
obra
Desconocemos la mayoría de los datos referentes al protagonista de este soberbio retrato ejecutado por Rosales; el violinista aparece con el cuerpo en tres cuartos de perfil, girado hacia la derecha mientras su cabeza queda casi de frente, en una zona de luz intermedia. Viste un traje negro con blanca camisa mientras que el fondo está pintado en claro para acentuar los contrastes. Sus manos están abocetadas, sujetas al violín que recibe el mismo tratamiento quedando en una zona de penumbra. La luz ocupa un importante papel en la composición al impactar en el rostro de Pinelli para resaltar su expresión. La rapidez y soltura con que ha aplicado el color, las tonalidades pardas utilizadas y la sensación atmosférica conseguida hablan de la influencia de Velázquez en la pintura de Rosales al igual que la captación psicológica del personaje, resultando un retrato de altura.
Personaje Arquitecto
Educado bajo los consejos de A. Leclère, para completar su formación recorre Italia durante un año para conocer el arte clásico. Uno de sus primeros encargos que recibió fue la restauración de la iglesia de Vézelay y a éste le seguirían otros trabajos similares en el resto de Francia. Durante años se ocuparía de inspeccionar la restauración de los principales edificios de la arquitectura francesa. En 1863 gana la cátedra de estética e historia del arte en la Escuela de Bellas Artes de París. De su legado escrito hay que destacar: "Diccionario razonado de la arquitectura francesa del siglo XI al siglo XVI", "Ensayo sobre la arquitectura militar en la Edad Media" e "Historia de un ayuntamiento y una catedral", entre otras obras.