Hijo de Chintila, éste le designó como su sucesor. Su elección fue refrendada por una asamblea de nobles y obispos. Sin embargo, rápidamente se arrepintieron de esta elección al percatarse de que podía ser el origen de una monarquía hereditaria. Fue entonces cuando Chindasvinto dirigió una conjura para destronarle. Para ello le obligó a vestir el hábito de monje. De esta forma logró invalidar su reinado de acuerdo con la ley que negaba a quienes hubiesen portado hábitos a ser coronados. En el año 642 fue desterrado y recluido hasta su muerte en un monasterio.
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Personaje
Ejercía su función en un lugar de culto de los pijao cerca del volcán Machín. Capturada por los españoles en un intento de reducir a la Federación Pijao, que recibía órdenes del oráculo a través de la Mohan. Fue condenada a morir en la hoguera y ejecutada en Ibagué.
Personaje
Militar
Político
Tulio Hostilio, el sucesor de Numa Pompilio, ha destacado en la historia de Roma por su carácter guerrero al destruir Albalonga, combatir contra Veyes y Fidenas y atacar a los sabinos. Los habitantes de Albalonga fueron llevados a Roma donde recibieron el derecho de ciudadanía, nombrando senadores a sus ciudadanos más distinguidos. Le sucedió Anco Marcio.
obra
Frente a los defensores de un Bosco alucinado o incluso loco, la historia nos demuestra que la época en la que el artista trabajó estaba llena de escenas estremecedoras, llenas de peste, epidemias, guerras y malformaciones. La religiosidad medieval llenaba la vida cotidiana de diablos y de castigos eternos a la menor desviación de la vida del cristiano. Tanto los demonios como los posibles tormentos eternos El Bosco los tomó de su entorno, invirtiendo el orden lógico de las cosas para mostrarnos un aspecto nuevo de lo cotidiano. De esa vida cruel, que castigaba a los seres humanos con enfermedades y mutilaciones, El Bosco retrató a mendigos y tullidos, treinta y uno concretamente en este dibujo. Los partos difíciles y las enfermedades incurables provocaban seres condenados de por vida a la mendicidad, el engaño y el robo. El Bosco los usa como modelos, complementados con un muestrario de sus posibles medios de vida: organillos, bastones, cabestrillos, baratijas para vender en las calles de los pueblos...
obra
El Bosco ya había dibujado otra imagen repleta de tullidos y enfermos. En este caso tenemos treinta figuras, muy similares a las del dibujo mencionado. Tan sólo nos quedaría añadir que la impresión de la mirada no es compasiva. El Bosco más bien los presenta con crueldad y desprecio, con gestos grotescos, como si fueran personajes de feria. Esto se une a la habitual crítica de sus cuadros contra la ignorancia y la superstición, hecho que algunos críticos han utilizado para pintar una biografía del Bosco como un artista al servicio de aristócratas y altos clérigos, en cuyas pinturas se realiza una burla de la sociedad del pueblo llano.
lugar
Situada casi en el extremo septentrional de Yucatán (Estado de Quintana), en la cima de un acantilado, representa uno de los últimos bastiones mayas del Postclásico. Significa "fortificación o muralla" y el nombre le fue dado al sitio en tiempos modernos debido a una muralla que lo rodea por tres lados. Su nombre original sería Zamá, una de las ciudades que según las crónicas existía en la época de la conquista española y que significa "amanecer". No se sabe mucho acerca de los primeros pobladores de esta zona; sin embargo, gracias a evidencias arqueológicas basadas en la cerámica, se puede fechar la ocupación más temprana en el año 300 a.C. Se sabe que se dedicaban a la explotación de recursos marinos por la cantidad de huesos, conchas y caracoles encontrados en el período Preclásico. La ciudad fue un importante puerto marítimo y comercial, edificado alrededor del 1200 d.C. que alcanzó su máximo esplendor dos siglos más tarde, tras la caída de Mayapán. Como los demás centros erigidos a lo largo de la costa en esta misma etapa, también estuvo rodeada de murallas defensivas, provista de torres de vigía y pasos de comunicación entre ellas. Cuando los españoles llegaron en 1518, la ciudad estaba todavía habitada. Tras la conquista, Tulum fue abandonada y cayó en el olvido hasta 1841, año en que fue explorada por los viajeros Stephens y Catherwood. La principal actividad económica de los pobladores era la pesca y, principalmente, el comercio. Se trataba de un emporio comercial. Otras actividades menores eran el tejido, la recolección de moluscos y la agricultura. La sociedad estaba jerarquizada en tres grandes grupos; una clase dominante encargada del gobierno, los actos públicos y religiosos, las observaciones astronómicas y las transacciones comerciales, entre otras actividades. En el segundo peldaño social encontramos a los burócratas, funcionarios menores, artesanos, pintores, etc. que gozaban de privilegios que les permitía una relativa cercanía a las autoridades, y, en último lugar, se situaban los agricultores y pescadores, siendo la clase más numerosa y la que gozaba de menos privilegios sociales. Las construcciones que conforman el centro ceremonial se encuentran distribuidas dentro de un espacio rectangular de 380 m. de norte a sur y 165 m. de este a oeste, quedando encerradas por una muralla y formando cuatro grupos de acuerdo con los puntos cardinales. Las construcciones más importantes son el Castillo (de influencia maya-tolteca), el Templo del Dios Descendente (en honor al dios Venus) y el Templo de los Frescos (del periodo Postclásico, sus frescos recuerdan por su estilo las pinturas presentes en los códices mixtecos de Oaxaca). También importantes son el Gran Palacio, el Grupo Norte, la casa del Cenote, el Templo del Viento y el Templo del Mar. Destacar, por último, la pintura mural llevada a cabo en Tulum, donde recibió un gran impulso, como se observa en el Castillo y en el Templo de los Frescos. Todos los relieves estaban pintados de vivos colores, mientras la decoración de los muros es a base de figuras que se extienden en franjas horizontales.
acepcion
Dinastía independiente de los Abasíes, creada por Ahmed ibn Tulun. Gobernó en el valle del Nilo entre los año 868 y 905.
contexto
La zona costera ecuatoriana aparentemente más inhóspita, en el extremo norte de Esmeraldas (la isla de La Tolita) y en la costa sur de Colombia (Tumaco), es también la que ha producido el arte más refinado y sofisticado de esta región del área Intermedia. La Tolita está situada en la desembocadura del río Santiago, y sus innumerables montículos arqueológicos han servido como cantera para los habitantes actuales, que prácticamente viven del saqueo. De allí proceden innumerables ejemplares de cerámica, de riquísima orfebrería de oro y platino y de concha trabajada, pero es muy poco lo que sabemos de sus realizadores, siendo las características figurillas de cerámica que realizaban el mejor vehículo, por ahora, para acceder a su conocimiento. Las figurillas Tumaco-Tolita constituyen un fenómeno único dentro del arte indígena americano, no sólo por su asombrosa cantidad sino sobre todo por la gran variedad de tipos, escenas, vestidos, adornos, en forma de una increíble colección de personajes y situaciones. Pero todas poseen una serie de características comunes que hace puedan incluirse dentro de un estilo común. Son fácilmente reconocibles por el empleo de una arcilla fina, de color gris claro, perceptible por encontrarse la mayoría de los ejemplares prácticamente lavados por la humedad del ambiente. Es general el uso del molde para la elaboración, aunque puede restringirse para alguna parte concreta de la figurilla y se encuentran ejemplares grandes modelados completamente a mano. La elaboración es generalmente cuidadosa, pero en algunos tipos el empleo intensivo del molde llega a alcanzar el grado de una verdadera producción en serie. Debieron estar pintadas de varios colores, pero en general ha desaparecido por completo. El interés se reparte por igual a lo largo de todo el cuerpo de la figura. Se trabaja con el mismo detalle la cabeza, una oreja, una mano, un pie. Es un estilo muy vivo y humano, caso único dentro del arte de Ecuador. Nos encontramos ante pequeños seres humanos llenos de movimiento y expresión que se manifiestan a través de una gran variedad de actitudes y escenas. Hay una fuerte tendencia a la representación realista que se puede atemperar en las estilizadas producciones en molde, pero que también puede desembocar en un naturalismo desenfrenado cuando se representan con toda claridad personajes ancianos y decrépitos, enfermos, amenazadores guerreros, madres llenas de ternura o escenas eróticas de todo corte. Este mundo humano y vivo cambia en las aparentes representaciones de carácter mítico o religioso. Grandes personajes, serios, sentados y cubiertos de adornos, parecen mirar a lo lejos. Monstruos, algunos de carácter felino o draconiano, deben referirse a mitos y divinidades desconocidas para nosotros. En cualquier caso está siempre presente un realismo en los detalles, un cuidado en la manufactura que revela un arte realizado por verdaderos artistas especializados. Hay figurillas aisladas de hombres, mujeres, generalmente de pie, ataviados con sencillez, destacando la representación de una mujer, con una simple y corta falda, una gran deformación craneana fronto-occipital, y el pabellón de las orejas perforado donde se insertara una espiral de metal. Hay otras figuras grandes, generalmente masculinas, huecas y sedentes que por su ornamentación y atributos parecen representar personajes de importancia. Las escenas de la vida cotidiana, en todos sus aspectos, se plasman generalmente en figurillas pequeñas llenas de vivacidad. Sobre placas se moldean figuras más estereotipadas, representaciones en serie con escenas de parejas, maternidades, escenas eróticas y probables ritos de iniciación. Y otro grupo de figurillas podrían considerarse como representaciones de carácter ceremonial, como probables danzantes ricamente ataviados, caracterizaciones felínicas, individuos con cabezas-trofeos, personajes enmascarados... Existe también toda una serie de representaciones de animales, algunas absolutamente realistas pero otras complejas entre las que se mezclan atributos animales y humanos, dando lugar a seres de aspecto draconiano o monstruoso. El felino, en múltiples variantes y actitudes, es la figura dominante. La isla de La Tolita debió constituir un foco cultural de importancia cuyas influencias llegaron hasta otras culturas contemporáneas. Su trascendencia continuó durante el período de integración y se ha supuesto que pudo ser una especie de lugar de peregrinación e incluso un puerto de intercambio comercial. Ya se ha mencionado la importancia de la concha Spondylus o mullo con el que se comerciaba desde los tiempos formativos. Se ha considerado que las figurillas pudieron constituir ofrendas de algún tipo, aunque se carece de información respecto de las circunstancias de su hallazgo. Tal vez se relacionen con enterramientos, con un culto a los antepasados, y las diferencias de calidad podrían hacer pensar que las figuras moldeadas en serie se destinaban a un público general mientras que las elaboradas cuidadosamente a mano se reservaban para las familias importantes. Pero de La Tolita procede también una enorme cantidad de objetos de cobre, oro e incluso platino y representa probablemente el primer lugar del mundo donde se trabajó este metal. Utilizaron técnicas diversas, como el laminado, el martillado, la filigrana, la soldadura, la fundición a la cera perdida y usaron con profusión la incrustación de piedras preciosas o semipreciosas, esmeraldas, ágatas, obsidianas o turquesas. Se ha encontrado una gran variedad de adornos, narigueras, orejeras, brazaletes, collares y pectorales, pero destacan unas pequeñas mascaritas, de pocos centímetros, con un rostro tanto humano como animal. Lo llamativo en ellas es la minuciosidad de su elaboración, a pesar de su tamaño, en las que se mezclan varias técnicas de trabajo, y en que muchas veces están formadas por partes separables, generalmente los adornos que acompañan a dichas cabecitas. Parece que algunos objetos estuvieron destinados al intercambio comercial y tal vez la Tolita fue también un centro de producción artística, siendo precisamente las obras de arte las destinadas al comercio antes mencionado.