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obra
Tal como vemos en otros dibujos de la época, como los de la Villa Médici, Ingres se muestra incansable a la hora de recoger imágenes del hermoso entorno que le alberga durante su estancia como estudiante en Roma. En este caso se ocupa de una vista panorámica del Tívoli, tratado a la manera clasicista del paisajista del siglo XVII, Claudio de Lorena.
lugar
La antigua Tibur (Tívoli), situada en el extremo oriental de la región del Lacio, fue una ciudad latina en colisión permanente con Roma, especialmente entre los años 361 y 338 a.C. Recibido el estatuto municipal en el año 90 a.C., pronto comenzó a poblarse de lujosas villas romanas, cuyos restos hablan de su grandiosidad. Del periodo republicano destacan las de Bruto, de Cassio, de los Pisones o de Quintilio Varo. Del periodo imperial, la magnífica villa de Adriano, un conjunto arquitectónico monumental. Aparte de las villas, otros monumentos de Tívoli son el santuario de Hércules Vencedor, situado fuera de los muros de la ciudad, las murallas, los dos templos del arx, el anfiteatro y el foro.
material
Personaje Pintor
<p>Existen diversas dudas alrededor de la fecha de nacimiento del maestro más importante de la escuela veneciana. Tiziano Vecellio nació en la localidad de Piove di Cadore, en los Alpes Vénetos, en el seno de una familia que gozaba de una importante posición, habiendo desarrollado sus miembros respetables profesiones desde el siglo XIII. Entre sus antepasados no encontramos ni artesanos ni artistas y su padre había ostentado los cargos de intendente en los almacenes de grano, inspector de minas y oficial de la milicia local. Sin embargo, a pesar de su honorabilidad, no puso ningún reparo en que sus hijos Francesco y Tiziano desarrollaran la actividad pictórica.Si sobre la localidad de nacimiento y la familia no tenemos ninguna duda, si aparecen incógnitas respecto a la fecha de nacimiento, planteándose tres hipótesis.Según la partida de defunción del maestro que se conserva en la parroquia veneciana de San Canciano -donde falleció el 27 de agosto de 1576- Tiziano murió a la "edad de ciento tres años" por lo que su nacimiento se fecharía en 1473.En la carta que Tiziano envía a Felipe II el 1 de agosto de 1571 reclamando el pago de diversas deudas hace alusión a sus dificultades económicas y se presenta como "este servidor suyo de 95 años de edad" por lo que el nacimiento se habría producido en 1477.En 1557 Ludovico Dolce afirma que Tiziano "no tenía todavía 20 años" cuando pintó los frescos del Fondaco dei Tedeschi entre los años 1508 y 1509.</p><p>&nbsp;Vasari considera que el maestro veneciano tendría en 1566 -momento en el que se encontraron en la ciudad de los canales- unos 76 años. Según los testimonios de estos dos contemporáneos del artista la fecha de nacimiento estaría entre 1488 y 1490.Es evidente que con tantas opiniones la polémica entre los especialistas está servida. Wethey y Freedberg se inclinan por que la fecha de nacimiento estaría entre 1488 y 1490. Panofsky y Wilde optan por considerar que el nacimiento se habría producido a mediados de la décadas de 1480, sobre todo para fechar el retablo de Jacopo Pesaro presentado por el papa Alejandro VI a San Pedro, realizado entre 1503 y 1506.Lo más lógico sería inclinarse por esta última opinión ya que sería bastante factible que Tiziano ya era un artista plenamente formado cuando recibió este importante encargo y que no se trataba de un muchacho de 13 años, si nos atenemos a la consideración de los dos primeros críticos. Sería pues 1485 la fecha más aceptada por los especialistas en los últimos tiempos. Y si es así ¿cuál es la razón por la que "miente" en la carta enviada al rey de España? La razón es sencilla: de esa manera se presenta como un anciano desvalido y aumenta la compasión del piadoso Felipe.Las fuentes contemporáneas sostiene que Tiziano fue un artista precoz. Apuntan a su temprana llegada a Venecia, en compañía de su hermano Francesco, deseosos ambos de conocer el arte de la pintura. Ya hemos comentado anteriormente que no existen antecedentes familiares en el campo del arte, por lo que acudieron a uno de los prestigiosos talleres de la ciudad. El elegido sería Sebastiano Zuccato, al frente del taller de musivarios de San Marcos pero con un limitado talento pictórico. Cuando el maestro comprendió que el joven discípulo podía perfeccionar más en el arte de la pintura, le envió al taller de Gentile Bellini, pintor oficial de la Serenísima República de Venecia. Los biógrafos de Tiziano argumentan que el "estilo seco y duro" de Gentile no agradó al joven aprendiz por lo que volvió a cambiar de taller, eligiendo ahora a Giovanni Bellini, cuñado de Mantegna y considerado el máximo pintor de su tiempo. Será en este taller donde se produzca el verdadero periodo de formación, apreciándose claramente las influencias de Bellini en sus primeros trabajos, especialmente el anteriormente citado de Jacopo Pesaro. Durante este periodo formativo se pone en contacto con Sebastiano del Piombo y Giorgione, los astros nacientes de la pintura veneciana. Tiziano se sentirá fascinado con la manera de trabajar de estos jóvenes artistas, interesándose por la luz, el color, el paisaje y las diferentes relaciones existentes entre estos elementos. A pesar de que los biógrafos apuntan a un rápido cambio del estilo de Tiziano, el estudio de sus obras demuestra cómo esa transformación no se produjo de manera inmediata sino que las influencias de Giorgione y Bellini coexistieron de manera pacífica durante algunos años, influencias que, por otro lado, no eran antagónicas sino complementarias. También debemos advertir la admiración en estos primeros momentos por los artistas nórdicos, especialmente Durero. Vasari comenta como Tiziano acogió en sus años de aprendizaje a algunos pintores alemanes para conocer su manera de trabajar, apreciándose las influencias de la pintura del norte en la manera realista de describir el paisaje.El primer encargo importante para el joven Vecellio llegaría en 1508 cuando debe realizar la decoración de una de las fachadas del Fondaco dei Tedeschi, la sede de los mercaderes alemanes en Venecia que se había incendiado tres años antes. Tiziano y Giorgione trabajan juntos en este encargo, pero se manifiesta claramente la jerarquía ya que a Giorgione se le encomienda la decoración de la fachada que da al Gran Canal -donde pintaría la figura de la Paz- mientras que Tiziano tiene que representar a la Justicia en la pared de la calle del Buso -también identificada como de la Mercería-. El pintor de Cadore aprovecha la ocasión para trabajar con el gran maestro de Castelfranco y asimilar su estilo, hasta el punto de manifestar Vasari que "apenas se descubrió, todos los amigos de Giorgione, creyendo que era obra suya, la celebraron como la mejor de cuantas pinturas había realizado nunca". Sobre la relación entre ambos artistas se han escrito variadas hipótesis planteándose que Tiziano fuera ayudante o aprendiz de Giorgione. Ante esta cuestión debemos afirmar que Vecellio no tenía ni edad ni posición para ser ayudante, decantándonos por la posibilidad de haber recibido el encargo del Fondaco gracias a su estrecha relación con la familia Barbarigo. Incluso se considera que el Retrato de hombre de azul -erróneamente llamado El Ariosto- podría ser uno de los miembros de esta poderosa familia.La asimilación del estilo de Giorgione será tal que cuando éste fallezca en 1510, debido a un epidemia de peste, Tiziano será el encargado de finalizar algunos trabajos como el Cristo muerto sostenido por un ángel o la Venus dormida. Precisamente esa epidemia de peste que acabó con la vida de un buen número de venecianos llevó a la República a solicitar a Tiziano un exvoto con el que combatirla: la Pala de San Marcos. No tendría mucho efecto ya que el propio artista abandonó la ciudad en 1511 para instalarse en Padua, donde le serán encargados tres frescos para la Scuola de San Antonio.Tras su regreso a Venecia continúa trabajando, apreciándose en sus obras una mayor receptividad a lo que se estaba haciendo en Florencia y Roma, especialmente a lo que podían aportarle Leonardo, Rafael y Miguel Angel. La fama de Tiziano irá en aumento y en 1513 el cardenal Pietro Bembo le trasladará la invitación del papa León X para instalarse en Roma. La invitación papal era muy prometedora pero Tiziano prefirió apostar por lo seguro y no trasladarse a una ciudad donde la competencia era feroz. Consciente de que no tenía competidor -Giorgione había fallecido y Sebastiano del Piombo estaba en Roma, mientras que Bellini ya era muy mayor- decidió quedarse en Venecia y ofrecer sus servicios a la Serenísima República. Se comprometía a realizar un fresco en la Sala del Gran Consejo del Palacio Ducal -en el que se representaría la Batalla de Spoleto- a cambio de los gastos y la promesa de la concesión de la Senseria del Fondaco dei Tedeschi, oficiosamente el cargo de primer pintor de la república que en ese momento ocupa el anciano Bellini. Ese mismo año abrirá su primer taller en San Samuele.En 1516 fallecía Bellini y Tiziano ocupaba la Senseria. Recibe uno de sus más importantes encargos: la Asunción para Santa Maria Gloriosa dei Frari, impactante retablo de casi siete metros de altura. Este mismo año iniciará una estrecha relación con Alfonso I d´Este, duque de Ferrara, y uno de sus primeros clientes importantes. Fruto de este contacto surgirán las obras para la Cámara de Alabastro del castillo de Ferrara. La Bacanal, la Ofrenda a Venus y el Baco y Ariadna serán los trabajos ejecutados por Tiziano para este lugar.Al convertirse en el primer pintor de Venecia le serán encargados los más importantes retablos como la Pala Pesaro. Su fama se extenderá por los alrededores y realizará obras para Ancona y Brescia -los retablos Gozzi y Averoldi, respectivamente-.En 1523 Tiziano entabla relaciones, a través del duque de Ferrara, con un nuevo mecenas. Se trata de Federico Gonzaga, duque de Mantua, uno de los mejores clientes que desde ese momento tendrá el veneciano y la persona que le pondrá en contacto con el emperador. Por estas fechas también tuvo que conocer a su futura esposa, Cecilia, quien le dará dos hijos -Pomponio y Orazio- antes de contraer matrimonio en 1525. La felicidad matrimonial no durará mucho tiempo ya que Cecilia fallece en 1530, tras dar a luz a su tercer retoño, una niña llamada Lavinia.Será ese mismo año cuando Tiziano conozca al emperador Carlos V gracias a la mediación de Federico Gonzaga. Con motivo de la estancia del emperador en Bolonia para su coronación, el pintor fue llamado a esa ciudad para realizar un retrato a don Carlos. Curiosamente el emperador pagó al artista un solo ducado por la obra, recibiendo del duque de Mantua una recompensa de 130 ducados por el trabajo. Lo que en un principio no prometía una estable relación cambió tres años después cuando Tiziano vuelva a retratar a Carlos V. El resultado de este trabajo fue de total satisfacción para el cliente, nombrando a Tiziano pintor de Corte al tiempo que se le concedían los títulos de conde palatino y caballero de la espuela de oro, llegando a citarle como el "Apeles de su tiempo". Las relaciones entre el maestro veneciano y la corona española serán muy estrechas y no se interrumpirán, llegando el artista a ser invitado a la corte española, invitación que Tiziano rechazó. Desde 1531 estaba instalado en una confortable casa en Biri Grande, en la parroquia veneciana de San Canciano, donde permanecerá hasta su fallecimiento.En esta década de 1530 Tiziano se pondrá en contacto con su tercer gran valedor italiano. Será Francesco Maria della Rovere, el duque de Urbino, realizando para él dos soberbios retratos -el suyo y el de su esposa, Eleonora Gonzaga- que incorporan importantes novedades. A partir de este momento y en los próximos treinta años, los pinceles de Tiziano sólo retratarán a los miembros de la exclusiva élite social e intelectual, considerados por Lomazzo (1590) "los únicos a quienes desde la propia teoría de la pintura tienen derecho a inmortalizar su rostro". La relación con el duque de Urbino nos proporcionará obras de tan delicada belleza como la famosa Venus de Urbino o la Magdalena penitente de la Galería Palatina de Florencia.La llegada a Venecia en 1527 -tras el saqueo de Roma- de Pietro Aretino y Jacopo Sansovino pondrá a Tiziano en relación con el arte centro-italiano, si bien la década de 1530 es considerada por los especialistas como un momento conservador, en el que se permite introducir arcaísmos, como se observa en la Presentación de la Virgen en el Templo.Sin embargo, desde 1539 el maestro veneciano se pondrá en contacto con jóvenes artistas romanos llegados a la Ciudad de los Canales como Francesco Salviati, Giovanni da Udine y Giorgio Vasari. Este contacto provocará un nuevo cambio en el artista al retomar los problemas planteados por estos jóvenes que desembocarán en el Manierismo, sin renunciar Tiziano a la luz y el color que son la base de su pintura. De esta forma, se inicia la llamada "crisis manierista" en la que de nuevo tiene como referencias a Pordenone y Giulio Romano. Este cambio estilístico se aprecia en la Coronación de espinas o en los techos de la iglesia de Isola. Pero estos profundos cambios apenas afectarán a los retratos, aportando desde este momento una mayor penetración psicológica y una técnica de ejecución más rápida. Ejemplos de esta etapa son los retratos de Ranuccio Farnese, el papa Paulo III o el Aretino.La relación con el pontífice se estrechará en 1543 cuando Tiziano recibe una invitación para ejecutar un retrato del papa en Ferrara. El satisfactorio resultado motivaría que el pintor recibiera una nueva invitación, dos años después, para trasladarse a Roma. En efecto, durante el mes de octubre de 1545 Tiziano se dirige a la Ciudad Pontificia con la promesa de recibir algunos beneficios eclesiásticos para su hijo Pomponio. La estancia en Roma será un auténtico triunfo, obteniendo numerosos encargos -entre ellos los retratos de Paulo III con sus nietos o la Dánae- y consiguiendo la ciudadanía romana en el Capitolio. En marzo de 1546 se traslada de nuevo a Venecia, haciendo una breve escala en Florencia. Tiziano está en su momento de mayor apogeo.En este breve paréntesis veneciano realizará una obra de gran impacto: el retrato votivo de la familia Vendramin, así como el Martirio de San Lorenzo para la iglesia de los Jesuitas.Será a finales del verano de 1547 cuando Tiziano tenga que elegir entre servir al emperador o al papa. De Roma recibe un mensaje en el que se le ofrece el cargo de la "piombatura" lo que le obliga a instalarse en la Ciudad Pontificia. El emperador le invitaba a reunirse con él en Augsburgo. El maestro decidió reunirse con Carlos V en la ciudad imperial, donde se dirigió en los primeros días del año 1548. Durante esta estancia fue distinguido con grandes honores -entre ellos ser alojado en habitaciones cercanas a las del emperador- y realizó el gran retrato de Carlos V en la batalla de Mülberg, posiblemente el retrato ecuestre más impactante. También trabajó en algunas obras profanas identificadas con las Venus y la música, temática ya tratada por el maestro en su juventud.En el otoño de 1548 Tiziano regresa a Venecia para trabajar en la serie de las Furias para María de Hungría, serie de la que sólo conocemos el Tizio y el Sísifo, ambos en el Prado. La brillante aparición en escena del joven Tintoretto no parece inquietar al maestro ya que en 1550 de nuevo está en Augsburgo, donde recibirá nuevos encargos, entre ellos el retrato del entonces príncipe Felipe y algunas obras de carácter religioso, como la impresionante Adoración de la Santísima Trinidad, más conocida como la Gloria. En agosto de 1551 regresará a Venecia, ingresando a finales de año en la Scuola Grande di San Rocco. Tiziano ya no abandonará Venecia pero, paradójicamente, se sentirá cada vez más desvinculado artísticamente de ella. No recibirá ningún encargo público de importancia, dejando para Tintoretto y Veronés los trabajos que él rechazaba. La explicación estaría en su dedicación en exclusiva a la casa de Austria, convirtiéndose Felipe II en su mejor cliente. Para el futuro monarca español pintará Tiziano las famosas "poesías" inspiradas en la "Metamorfosis" de Ovidio. La serie consta de seis espectaculares lienzos: Dánae; Venus y Adonis; Diana y Acteón; Diana y Calisto; el Rapto de Europa y Perseo y Andrómeda.En los años centrales de la década de 1550 la feliz existencia de Tiziano tomará un nuevo camino. Su hijo Pomponio sufre graves problemas; su hermano Francesco y su buen amigo Aretino fallecen; su hijo Orazio casi resulta asesinado por un amigo; su hija Lavinia se casa y abandona el hogar paterno en 1555 para fallecer seis años después. Tiziano se siente viejo y abandonado lo que provocará un cambio en su pintura, introduciendo mayor tensión y dramatismo como se aprecia en los Entierros de Cristo que guarda el Museo del Prado o en la Coronación de espinas de Munich. Sin renunciar al color y la luz, las pinceladas ahora son aplicadas con contundencia, creando en los trabajos una sensación atmosférica y abocetada que lleva a los especialistas a denominar esta etapa final como "impresionismo mágico".Las últimas décadas de su vida las pasará el maestro continuando sus trabajos para el rey Felipe II, siendo el destinatario de las alegorías de la Religión socorrida por España y la Ofrenda de Felipe II. A pesar de la edad y del estado anímico, Tiziano continúa con una febril actividad, realizando tanto obras mitológicas como religiosas y algunos retratos, retomando antiguos temas y realizando diversas versiones de los nuevos. Incluso se interesa por las actividades comerciales, tratando en un negocio de maderas con el duque de Urbino en 1564. Su importancia en el ambiente artístico le llevará a ser nombrado miembro de la Academia del Dibujo de Florencia junto a Tintoretto y Palladio.Entendiendo la pintura como un negocio, Tiziano mantuvo durante su vida un productivo taller que le ayudaba en las grandes obras, realizaba réplicas de sus trabajos más reputados o elaboraba aquellos encargos en los que el maestro no deseaba dedicar excesivo empeño. Algunos contemporáneos llegaron a reprocharle el abuso del empleo del taller, algo habitual entre los artistas del Renacimiento. Sin embargo, en los últimos trabajos del pintor se puede apreciar que estos reproches no tiene justificación ya que en ellos -el San Sebastián del Ermitage o Tarquino y Lucrecia de Cambridge- presenta una factura personal, diluyendo las figuras con fluidos y rápidos toques de color y luz que convierten en expresivas manchas el conjunto. Este estilo absolutamente identificativo se puede observar en su último trabajo, la Piedad, destinada a su propia tumba y que no pudo finalizar, siendo su discípulo Palma el Joven quien la concluyó.Durante una de las numerosas epidemias de peste que sufría Venecia, Tiziano Vecellio fallecía "di vecchiezza" el 27 de agosto de 1576 en su casa de Biri Grande. Venecia despidió a su gran pintor con solemnes exequias en la basílica de San Marcos, antes de ser enterrado en la iglesia de Santa Maria Gloriosa dei Frari.</p>
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La escuela veneciana del Renacimiento tiene en Tiziano a su mejor maestro, influyendo en una buena cantidad de artistas de las generaciones futuras, no sólo italianos sino de buena parte de las naciones de Europa. Tiziano Vecellio nació en la localidad de Piove di Cadore, en los Alpes Vénetos, en el seno de una familia que gozaba de una importante posición. Alrededor de su fecha de nacimiento existen dudas, apuntándose tres hipótesis: según su partida de defunción, nacería en 1473; según una carta enviada a Felipe II, se apunta la fecha de 1477; según el testimonio de dos contemporáneos, habría nacido entre 1488 y 1490. Artista precoz, llegó muy joven a Venecia, en compañía de su hermano Francesco, para aprender el arte de la pintura. Su primer maestro será Sebastiano Zuccato pero pronto se traslada al taller de Gentille Bellini, del que pasará al de Giovanni Bellini ya que el estilo seco y duro de Gentile no agradó al joven aprendiz. Durante este periodo de aprendizaje, Tiziano se pone en contacto con Sebastiano del Piombo y Giorgione, sintiéndose fascinado por la manera de trabajar de estos jóvenes artistas. La luz, el color, el paisaje y las diferentes relaciones existentes entre estos elementos serán los objetivos del joven Tiziano. En sus primeras obras apreciamos que las influencias de Giorgione y Bellini coexistieron de manera pacífica durante algunos años, influencias que, por otro lado, no eran antagónicas sino complementarias. Durero será otro de los pintores más admirados por el futuro maestro. El primer encargo importante para el joven Vecellio llegaría en 1508 cuando debe realizar la decoración de una de las fachadas del Fondaco dei Tedeschi, la sede de los mercaderes alemanes en Venecia que se había incendiado tres años antes. Tiziano y Giorgione trabajan juntos en este encargo. La asimilación del estilo de Giorgione será tal que cuando éste fallezca en 1510, debido a una epidemia de peste, Tiziano será el encargado de finalizar algunos de sus trabajos. Esta epidemia llevará a Tiziano a instalarse en Padua donde le serán encargados tres frescos para la Scuola de San Antonio. Tras su regreso a Venecia continúa trabajando, apreciándose en sus obras una mayor receptividad a lo que se estaba haciendo en Florencia y Roma, especialmente a lo que podían aportarle Leonardo, Rafael y Miguel Angel. La fama de Tiziano irá en aumento y en 1513 el cardenal Pietro Bembo le trasladará la invitación del papa León X para instalarse en Roma. La invitación papal era muy prometedora pero Tiziano prefirió apostar por lo seguro y no trasladarse a una ciudad donde la competencia era feroz. Consciente de que no tenía competidor, decidió quedarse en Venecia y ofrecer sus servicios a la Serenísima República. En este mismo año abrirá su primer taller en el barrio de San Samuele. En 1516 Tiziano recibe uno de sus más importantes encargos: la Asunción para Santa Maria Gloriosa dei Frari, impactante retablo de casi siete metros de altura. Este mismo año iniciará una estrecha relación con Alfonso I d#Este, duque de Ferrara, y uno de sus primeros clientes importantes. Fruto de este contacto surgirán las obras para la Cámara de Alabastro del castillo de Ferrara. Al convertirse en el primer pintor de Venecia le serán encargados los más importantes retablos como la Pala Pesaro. Su fama se extenderá por los alrededores y realizará obras para Ancona y Brescia -los retablos Gozzi y Averoldi, respectivamente-. En 1523 Tiziano entabla relaciones, a través del duque de Ferrara, con un nuevo mecenas. Se trata de Federico Gonzaga, duque de Mantua, uno de los mejores clientes que desde ese momento tendrá el veneciano y la persona que le pondrá en contacto con el emperador Carlos V, a quien conoce en 1530, con motivo de su coronación en Bolonia. Tres años después realiza un retrato de don Carlos que será de entera satisfacción para el cliente, nombrando a Tiziano pintor de Corte, al tiempo que se le concedían los títulos de conde palatino y caballero de la espuela de oro, llegando a citarle como el "Apeles de su tiempo". En la década de 1530 Tiziano se pondrá en contacto con su tercer gran valedor italiano. Será Francesco Maria della Rovere, el duque de Urbino, realizando para él dos soberbios retratos que incorporan importantes novedades. A partir de este momento y en los próximos treinta años, los pinceles de Tiziano sólo retratarán a los miembros de la exclusiva élite social e intelectual, considerados por Lomazzo "los únicos a quienes desde la propia teoría de la pintura tienen derecho a inmortalizar su rostro". La relación con el duque de Urbino nos proporcionará obras de tan delicada belleza como la famosa Venus de Urbino o la Magdalena penitente de la Galería Palatina de Florencia. Desde 1539 el maestro veneciano se pondrá en contacto con jóvenes artistas romanos llegados a la Ciudad de los Canales. Este contacto provocará un nuevo cambio en el artista al retomar los problemas planteados por estos jóvenes que desembocarán en el Manierismo, sin renunciar Tiziano a la luz y el color que son la base de su pintura. De esta forma, se inicia la llamada "crisis manierista". Pero estos profundos cambios apenas afectarán a los retratos, aportando desde este momento una mayor penetración psicológica y una técnica de ejecución más rápida. Durante el mes de octubre de 1545 Tiziano se dirige a la Ciudad Pontificia, invitado por el propio papa Paulo III, con la promesa de recibir algunos beneficios eclesiásticos para su hijo Pomponio. La estancia en Roma será un auténtico triunfo, obteniendo numerosos encargos y consiguiendo la ciudadanía romana en el Capitolio. En marzo de 1546 se traslada de nuevo a Venecia, haciendo una breve escala en Florencia. Tiziano está en su momento de mayor apogeo. Será a finales del verano de 1547 cuando Tiziano tenga que elegir entre servir al emperador o al papa. El maestro decidió reunirse con Carlos V en Augsburgo, adonde se dirigió en los primeros días del año 1548. Durante esta estancia fue distinguido con grandes honores y realizó el gran retrato de Carlos V en la batalla de Mülberg, posiblemente el retrato ecuestre más impactante. También trabajó en algunas obras profanas identificadas con las Venus y la música. En el otoño de 1548 Tiziano regresa a Venecia para trabajar en la serie de las Furias para María de Hungría. La brillante aparición en escena del joven Tintoretto no parece inquietar al maestro ya que en 1550 de nuevo está en Augsburgo, donde recibirá nuevos encargos, entre ellos el retrato del entonces príncipe Felipe y algunas obras de carácter religioso En agosto de 1551 regresará a Venecia. Tiziano ya no abandonará la Ciudad de los Canales pero, paradójicamente, se sentirá cada vez más desvinculado artísticamente de ella. No recibirá ningún encargo público de importancia, dejando para Tintoretto y Veronés los trabajos que él rechazaba. La explicación estaría en su dedicación en exclusiva a la casa de Austria, convirtiéndose Felipe II en su mejor cliente. Para el futuro monarca español pintará Tiziano las famosas "poesías" inspiradas en la "Metamorfosis" de Ovidio. En los años centrales de la década de 1550 la feliz existencia de Tiziano tomará un nuevo camino. Su hijo Pomponio sufre graves problemas; su hermano Francesco y su buen amigo Aretino fallecen; su hijo Orazio casi resulta asesinado por un amigo; su hija Lavinia se casa y abandona el hogar paterno en 1555 para fallecer seis años después. Tiziano se siente viejo y abandonado lo que provocará un cambio en su pintura, introduciendo mayor tensión y dramatismo. Sin renunciar al color y la luz, las pinceladas ahora son aplicadas con contundencia, creando en los trabajos una sensación atmosférica y abocetada que lleva a los especialistas a denominar esta etapa final como "impresionismo mágico". Las últimas décadas de su vida las pasará el maestro continuando sus trabajos para el rey Felipe II. A pesar de la edad y del estado anímico, Tiziano continúa con una febril actividad, realizando tanto obras mitológicas como religiosas y algunos retratos, retomando antiguos temas y realizando diversas versiones de los nuevos. Incluso se interesa por las actividades comerciales. Entendiendo la pintura como un negocio, Tiziano mantuvo durante su vida un productivo taller que le ayudaba en las grandes obras, realizaba réplicas de sus trabajos más reputados o elaboraba aquellos encargos en los que el maestro no deseaba dedicar excesivo empeño. Algunos contemporáneos llegaron a reprocharle el abuso del empleo del taller. Sin embargo, en los últimos trabajos del pintor se puede apreciar que estos reproches no tienen justificación ya que en ellos presenta una factura personal, diluyendo las figuras con fluidos y rápidos toques de color y luz que convierten el conjunto en expresivas manchas. Este estilo absolutamente identificativo se puede observar en su último trabajo, la Piedad, destinada a su propia tumba y que no pudo finalizar, siendo su discípulo Palma el Joven quien la concluyó. Durante una de las numerosas epidemias de peste que sufría Venecia, Tiziano Vecellio fallecía de vejez el 27 de agosto de 1576 en su casa de Biri Grande. Venecia despidió a su gran pintor con solemnes exequias en la basílica de San Marcos, antes de ser enterrado en la iglesia de Santa Maria Gloriosa dei Frari. El testigo de su particular estilo sería recogido por su rival, Tintoretto, y continuado por los grandes maestros de la siguiente generación: Rembrandt, Rubens o Velázquez.
contexto
Heredero de este prístino legado de modernidad clásica y colorista fue Tiziano Vecellio, alumno y colaborador a quien tocó dar forma final a bastantes pinturas iniciadas por Giorgione. Era Tiziano natural de Pieve di Cadore, en el Véneto alpino de los Dolomitas, donde su padre Gregorio Vecellio fue capitán de centuria y su abuelo había sido jurisconsulto. No se sabe la fecha segura de su natalicio, que pudo caer hacia finales de los ochenta del XV. El pintor lo había olvidado en su vejez y dice tenía 95 años en 1571, pero según el testimonio de Vasari sólo podía contar entonces con unos ochenta. Tuvo desde luego dilatada existencia. A los nueve años, con su hermano mayor Francisco, se instala en Venecia, acudiendo primero al taller de los hermanos Bellini y posteriormente al de Giorgione, con quien decora el Fondaco dei Tedeschi en 1508, tal vez antes de cumplir los veinte años. Con muy contadas salidas a Bolonia y Mantua, y un especial viaje a Alemania para retratar a Carlos V a caballo, permaneció toda su vida apegado a Venecia, ciudad de la que obtuvo recompensas como los 125 ducados anuales desde 1513, la contaduría del citado Fondaco cuatro años después, antes desempeñada por Giambellino, y los 25 ducados por retratos de cada nuevo Dux con destino al salón del Gran Consejo. De sus primeras pinturas documentadas, los citados frescos del emporio germánico, se han conservado muy incompletamente los trozos de Judit y un combate de gigantes. Los cuadros que dejó Giorgione incompletos a su temprana muerte en 1510, serían terminados por el discípulo, como el retablo del Prado, el Concierto del Louvre y la Venus dormida de la galería de Dresde, tres temas que habría de cultivar a lo largo de su fecunda tarea: la mitología, la iconografía cristiana y la pintura alegórica. Añádase el retrato, en que fue maestro consumado. Entre los primeros retratos, el llamado Ariosto de la Galería Nacional de Londres, y La Schiavona, del mismo museo, son excelentes, este último curioso retrató doble, de frente y de perfil en medalla. A estos iniciales años corresponde el trío de frescos, documentados en 1511, de la Scuola del Santo en Padua, en los que, ante fondos de paisaje y admirables acordes cromáticos, narra tres milagros del taumatúrgico San Antonio de Padua (o de Lisboa), donde llega a incluir alguna estatua romana, un posible retrato de Trajano. También el clima de misterio y alegoría pagana que Giorgione encerraba en sus argumentos simbólicos, lo reflejará Tiziano en lienzos de interrogantes dilemas, como el Amor sagrado y el Amor profano de la Galería Borghese, de Roma, de hacia 1515, que tantas interpretaciones ha suscitado, desde los dos Amores contrapuestos, a Venus y Medea, o Polia y Afrodita del Sueño de Polifilo, con la sugestión de los relieves de un sarcófago clásico donde Eros juega con el agua. Sostuvo Tiziano estrechas relaciones con la corte de Ferrara y pintó varias veces al duque Alfonso de Este, solo o acompañado de Laura Dianti. La Flora (1515) de los Uffizi es buen ejemplo, que admite la comparación con el arte de Fidias, del momento que se ha llamado su clasicismo cromático. Pareja utilización de sedas luminosas y rutilantes presentan las Sacras Conversaciones de sus años inmediatos, una de ellas la del Museo del Prado en que la Virgen, Santa Catalina y San Jorge (o San Ulfo y Santa Brígida) dialogan ante cortinajes. Hay quien considera autorretrato al santo vestido con destellante armadura. El final de esta segunda década es fundamental para confirmar su plenitud magistral, comparable al Rafael de las Estancias y de la Transfiguración. Dos grandiosos retablos de la iglesia de los Frari de Venecia la rubrican. En el retablo mayor, la luminosa Asunción de la Virgen (1516-1518) desconcertó a los franciscanos, pero acreditó a Tiziano como uno de los grandes intérpretes de la religiosidad cristiana. Entre resplandores dorados sube María al cielo y al abrazo del Eterno, mientras los Apóstoles gesticulan con el énfasis de Leonardo en La Cena; por su partición cielo-tierra y su espléndido colorido se adelanta al Tabor de Rafael, con el que se le compara. El otro es el altar de los Pésaro (1519-1522), donde descompone la ordenación simétrica de columnas y protagonistas para abrir en jiasmo los dos grupos de retratos, que recuerdan la Misa de Bolsena de la Estancia de Heliodoro. El dinamismo miguelangelesco aparece en el Políptico Averoldi (Brescia), también acabado el 1522, con un San Sebastián que se asemeja al Esclavo durmiente del Louvre; extraordinario el crepúsculo naranja en que vuela el Resucitado. Asimismo son magistrales los lienzos mitológicos que concibe en 1519 para el gabinete de Alfonso de Este en Ferrara y vinieron con su retrato al Prado: Ofrenda de los Amores a Venus, con el cortejo de amorcillos desnudos ante la estatua de la diosa que prestigian a Tiziano como uno de los mejores pintores de niños, y La Bacanal, alegre fiesta báquica donde las danzas, la canción y el vino la convierten en una de las diversiones más deliciosas del Renacimiento, con la sensual y pletórica Ariadna dormida. Tiziano ha creado en los años inmediatos, cuando ya la tercera década daba a Florencia y a Roma inquietud y desasosiego por el trauma del Saco de 1527, un clima de extraordinaria quietud y de grata atmósfera sensual que se expresa bien en las interpretaciones de Venus y la música (dos versiones en el Prado), la Venus de Urbino (Uffizi) en sugerente interior, Venus y Adonis (Prado y otros museos) y la Dánae fecundada por la jupiterina lluvia de oro (Prado y otras galerías), incomparable versión de opulenta sensualidad. Destaquemos por último, la admirable serie de retratos que llenan buena parte de sus años maduros. Alguno, como el de Carlos V pintado en Bolonia durante la visita del emperador en 1532, fue modelo de retrato de corte de cuerpo entero ante una mesa que imitaron muchos después; el de Carlos V a caballo en Mühlberg (1548) que le pintó en Alemania, también estampa ecuestre deseada por todas las cortes europeas, y el sentado de la Pinacoteca de Munich, expresivo del cansancio y pronta renuncia del monarca. El de Felipe II en el Prado sirvió para que conociera a su prometido la reina María Tudor de Inglaterra. Otro estudio admirable de color en joyas y ropaje con ventana abierta a un paisaje alpino es el póstumo de la emperatriz Isabel (Prado). Y homenaje singular a los Austrias es La Trinidad, lienzo a la vez teológico y retrato colectivo de la familia imperial. Después de su visita a Roma en 1546 y su conocimiento directo del arte de Miguel Angel, los escorzos y torsiones serpeantes del manierismo dieron a su obra cierta agitación, que se advierte en el retrato de Paulo III con sus sobrinos, de ese año (Capodimonte), también en el de Felipe II ofrendando al cielo a su hijo Femando tras la victoria de Lepanto. Curiosamente la Piedad de la Academia de Venecia, que no terminó a su muerte como Miguel Angel su postrera Piedad Rondanini, pone broche dramático a su fecunda tarea. Sus últimos autorretratos están pintados con el simple toque de los dedos.
obra
Compañero de Ixión, este lienzo formaba parte de una serie de los "Cuatro Condenados" pintada por Ribera en 1632. Tizio había intentado violar a Leto por lo que fue condenado a los Infiernos, donde los buitres devoraban su hígado que era permanentemente renovado, siendo un castigo eterno. La impresionante figura de Tizio aparece en una postura tremendamente escorzada, con la que refuerza el momento de violencia y tensión que se vive en la composición. En la penumbra, un buitre tira de sus intestinos provocando el gesto de dolor y sufrimiento del personaje, representado con total naturalismo. La iluminación empleada aumenta la violencia al utilizar un potente foco de luz que deja en penumbra el fondo, creando un efecto tenebrista de inspiración caravaggiesca. La luz resbala por la potente anatomía de Tizio, en la que apreciamos cierta influencia de Miguel Angel. Con estos trabajos, Ribera se abre un merecido espacio entre los genios del Barroco.
Personaje Político
Sucesor y hermano de Axayácatl, las fuentes indican que se trataba de un personaje más inclinado hacia la vida religiosa y mística que hacia la expansión militar. Se especula con que su carácter, unido al fracaso en el ataque a Meztitlan y la blandura en el aplastamiento de una sublevación en Tollocan, pudieron suponer su asesinato a cargo de los nobles de su propia corte. Sin embargo, su reinado conoció algunos éxitos militares, plasmados en la "piedra de Tízoc", como son las tomas de Tamajachco y Miquitlan, en territorio huasteca, Atezcahuacán, en Puebla, o Otlappan, en Guerrero. Además, realizó la acción de sustituir el gobierno militar establecido sobre Chalco por un miembro de la dinastía local favorable a los intereses de los mexica.