Busqueda de contenidos

obra
La escultura de inspiración miguelangelesca y colosalista fue cultivada, más que en Roma, entre los escultores florentinos adheridos al manierismo maduro. Uno de ellos fue Bacio Bandinelli, que quiso rivalizar con Miguel Angel en el prosaico grupo de Hércules y Caco, alzado ante la puerta del Palacio de la Señoría en desventajoso parangón con el David (hoy una copia) de Buonarroti. Fue autor para la catedral de Florencia de las intranquilas estatuas del altar mayor, pero su obra maestra en el mismo Duomo florentino son los relieves del cerramiento del coro en el presbiterio, vigorosos y claroscuristas Apóstoles pugnando con la estrechez de los encasamientos, fechados los últimos en 1555.
obra
Como en tantas otras ocasiones, Poussin plasma en este dibujo una escena de las narraciones mitológicas de las "Metamorfosis" de Ovidio, una de las obras que más influencia ejerció sobre los autores clásicos tras la Biblia. En este caso se trata de la historia de Hércules y Deyanira, hija del dios Dioniso, criada por el dios Eneo. Hércules rivalizaba por el amor de la bella mujer con Aqueloo, dios fluvial y cuyo cuerpo humano remataba en una cabeza de toro. Tras una denodada lucha, Hércules logra partir el cuerno derecho del dios fluvial. Éste, avergonzado, se retiró y cubrió su desperfecto con una corona de ramas de sauce. El cuerno fue rellenado de flores y fruta por las ninfas y presentado por las ninfas a Ceres, diosa de la agricultura, sentada mayestáticamente a la derecha del dibujo. Es el origen del célebre Cuerno de la Abundancia, o Cornucopia. De este modo, Hércules, a la izquierda del dibujo, obtuvo la mano de la hermosa Deyanira (llevada a cuestas por el semidiós). El tema de la Cornucopia también fue tratado en La infancia de Júpiter, ya que otra variante hacía del cuerno de la cabra Amaltea el origen de este símbolo de fertilidad, que parece ocupar un papel destacado en la temática poussiniana del tercer periodo.
obra
La obra de Mabuse es una profunda reflexión sobre los presupuestos italianos; sus arquitecturas clasicistas, como marco idóneo para sus composiciones, no se reducen a epidérmicas decoraciones como en los Manieristas de Amberes. Los temas mitológicos le atraen asimismo, siendo uno de sus primeros cultivadores en Flandes. No obstante, su visión de lo clásico es la de un pintor flamenco, que insiste en lo real y concreto de las cosas, como fruto de su propia experiencia empírica y con un desinterés total -estaría en este sentido en los antípodas de Durero- por la proporción clásica, evidente en desnudos como los de su obra Hércules y Deyanira que se conserva en The Barber Institute. Cuando Hércules descendió al Hades buscando a Cerbero, se encontró con el alma de Meleagro y éste le pidió que se casara con su hermana Deyanira. El héroe se apresuró para trasladarse a Calidón y contraer matrimonio con la bella joven. Deyanira había sido pedida en matrimonio por el dios-río Aqueloo pero Hércules consiguió arrebatársela. La pareja vivió durante bastante tiempo en Calidón, donde nació su hijo Hilo, abandonando la ciudad para trasladarse a Traquis, donde Hércules se enamoró de Yole. Deyanira no pudo soportar esa relación y no dudó en enviar al héroe una túnica teñida con una droga que provocó la muerte de Hércules. Al conocer la noticia, Deyanira se suicidó. Mabuse nos presenta a la pareja desnuda, con una postura lasciva al mismo tiempo que algo recatada, cubriendo sus sexos de diferente manera: Hércules con hojas y Deyanira levantando su pierna izquierda para cubrirse. Sus anatomías indican que el pintor ha abandonado el mundo medieval y se vincula con el Renacimiento italiano, interesándose especialmente por los modelos de la antigüedad -obsérvese el friso con las doce pruebas que tuvo que superar el héroe- y las referencias arquitectónicas que observamos en la hornacina del fondo.
obra
Se trata de uno de los diez trabajos sobre Hércules que Zurbarán pintó para el Palacio del Buen Retiro. Aunque originariamente los trabajos debieran ser doce, como se estipula en la leyenda, razones de espacio impidieron culminar el ciclo. Esta obra en concreto, junto con la Muerte de Hércules, es de las mejores de la serie, en la cual la acción y el dramatismo de la escena se imponen al estatismo acartonado de obras como Hércules dando muerte al rey Gerión. La leyenda del can Cerbero, el perro Cerbero, es la del reino del Hades, el infierno de los griegos. Allí, el rey Hades colocó a la bestia para guardar su entrada, un enorme perro de tres cabezas y cuerpo de serpiente. Euristeo, a cuyas órdenes debía Hércules realizar doce trabajos de fuerza y valor sobrehumanos, ordenó al héroe que consiguiera dominar al perro, algo que nadie jamás había intentado. La razón era la extremada fiereza del animal, que no podía ser doblegado con ninguna arma. Hércules utilizó la fuerza y la astucia combinadas, pues consiguió someter a la bestia tirando de las cadenas que la sujetaban a la puerta del Hades, al tiempo que la amenazaba constantemente con su maza, sin llegar nunca a usarla. Esta imagen se considera una alegoría del buen gobernante, que somete al enemigo con firmeza y sin necesidad de llegar a usar nunca la fuerza. Tradicionalmente se asociaba la figura de Hércules con la de la monarquía española, por lo que es perfectamente comprensible la elección de esta historia por Zurbarán.
obra
El templo de Portonaccio de Veyes aparecía decorado por lo menos por cuatro figuras: Apolo, Hermes, una figura femenina y este Heracles. Las cuatro configuraban una escena muy cercana al mundo griego. Sin embargo, en cuanto a la estética, difieren mucho del arte helénico, algo que podemos observar por ejemplo en la fuerte expresividad del rostro de esta figura que nada tiene que ver las cabezas idealizadas de los efebos de la escultura griega.