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contexto
Cuando al-Mutawakkil murió asesinado en el año 861 por miembros de su guardia turca, los acontecimientos desgraciados para el califato comenzaron a precipitarse, mientras se consolidaban las diversas ramas del si´ismo, casi siempre hostiles a los abbasíes. Las secesiones aumentaron en número e intensidad. Los saffaríes sustituyeron en parte a los tahiríes en el Jurasan (867-900) y el mando de los gobernadores tuluníes se hizo hereditario en Egipto (871-905), mientras que los si´ies qarmatas dominaban Bahrayn y, con ello, mediatizaban el tráfico naval hacia o desde Bagdad, y otros correligionarios se hacían con el poder en el Yemen (901). La revuelta general de esclavos negros (zany) la baja Mesopotamia, entre 868 y 883 vino a agudizar los males del momento y a poner de relieve la gravedad de los problemas sociales, pues aquella revuelta fue mucho más duradera que otras ocurridas en el siglo IX. Los califas no tenían los medios precisos para reaccionar porque las rebeldías y secesiones iban acompañadas por el cese del envío de tributos a Bagdad, de modo que incluso hubo que empezar a pagar a la guardia palatina turca mediante la cesión en usufructo de tierra para que vivieran de la renta pagada por sus cultivadores, y a los gobernadores fieles se les cedían todos los ingresos fiscales de su respectiva región: nuevas aristocracias militares dominarían, así, los escenarios del poder desde el siglo X, a consecuencia de aquellas concesiones de renta. Los órganos administrativos centrales tampoco eran de confianza debido al gran número de si´ies que trabajaban en ellos. Así, desde el año 908, a la muerte de al-Muktafil, los califas tuvieron que renunciar a proseguir los esfuerzos hechos por sus antecesores y dejaron de ejercer poder político en la práctica aunque siguieran siendo la máxima autoridad religiosa: el gobernador militar del Iraq tomó en el año 936 el título de emir de emires y ejerció lo que quedaba del poder central, a lo que se añadía el control del Iraq mismo y del Oeste del Irán. Desde el año 945 los gobernadores buyíes consolidaron su mando por vía dinástica y respetaron la posición religiosa de los califas aunque ellos mismos estaban próximos a los si´ies duodecimanos. Otros gobernadores militares o diversos movimientos religiosos propiciaban nuevas secesiones y formas de poder regional en el espacio islámico. En Siria, sujeta a la presión de campañas militares y reconquistas parciales bizantinas desde el año 867, las dinastías locales fueron mas efectivas a la hora de defender el territorio, en especial la de los hamdaníes de Mosul, a la que perteneció Sayf al-Dawla, señor de Alepo desde el 944. En el Jurasan y Transoxiana, las anteriores dinastías de gobernadores fueron sucedidas por la de los emires samaníes, dueños de Bujara y Samarkanda, que conocieron un gran esplendor en el siglo X. En Egipto, por último, una nueva dinastía, la de los gobernadores Ijsidies, gobernaba entre el 939 y el 969. Una vez más, los acontecimientos de mayor alcance ocurrían en el extremo occidental del mundo islámico. En el Magreb se desarrolló el movimiento fatimí, adepto al si´ismo. Su iniciador, el enviado o mahdi Udayd Allah, procedente de Siria e instalado primero en Siyilmasa, se proclamaba descendiente de Alí y Fátima, depuso a los aglabíes de Ifriqiya en el año 909 y tomó el título de califa, con lo que por primera vez se rompía la unidad califal en el Islam. Los fatimíes extendieron su dominio al resto del Magreb en los decenios siguientes, eliminando a los rustemíes de Tahert y a los idrisíes de Fez, e incluso dominaron parte de las rutas saharianas, lo que les permitió intervenir en aquella fundamental fuente de aprovisionamiento de oro y esclavos. Nada tiene de extraño que los emires omeyas ortodoxos o sunníes de Al-Andalus hayan reaccionado: Abd al-Rahman III tomó también el título de califa en el año 929 y procuró alentar las resistencias, que provenían de los sunníes norteafricanos y de algunas confederaciones de tribus bereberes, en especial la de los Zanata, dueños de las rutas saharianas centrales desde mediados del siglo X. Los fatimíes, sin embargo, habían vencido las revueltas principales, como la de Abu Yazid entre los años 943 y 947, y obtenían un nuevo éxito al hacerse con el control de Sicilia. Su califa al-Mu'izz actuaba como vencedor, por lo tanto, cuando emprendió la conquista de Egipto entre el 969 y el 971 con el ánimo de convertirlo en centro del mundo islámico y plataforma para el ataque final contra los abbasíes. El Magreb era un territorio demasiado lejano y el califa confió su gobierno a los ziríes, una dinastía emiral cuya dependencia fue sólo nominal y se rompió por completo a mediados del siglo siguiente. Los ziries, además, restauraron la ortodoxia sunní y, desde el año 1015, abandonaron el poder en el Magreb occidental a favor de los hammadies. El Islam clásico tocaba a su fin.
Personaje Otros
Durante su infancia se cría en su ciudad natal, hasta que con 16 años se alista en el Ejército y se traslada a Francia con motivo de la Primera Guerra Mundial. En el campo de batalla se dedica a conducir ambulancias de la Cruz Roja y en sus ratos libres pasa el tiempo dibujando caricaturas. Finalizada la contienda regresa a Estados Unidos y se matricula en el Instituto Mckinley de Chicago para pulir sus dotes como dibujante. En la Academia de Bellas Artes completa su formación. Una vez que concluye sus estudios comienza a trabajar como publicista y más tarde es contratado por Pesmen-Rubin Commercial Art Studio para dibujar los anuncios y diseñar logotipos. Allí entra en contacto con Ub Iwerks, con quién continuaría su carrera profesional en solitario. Ambos intentaron establecerse por su cuenta, sin embargo no tuvieron éxito. Es entonces cuando entran por primera vez en contacto con el mundo del celuloide al ser admitidos en el Kansas City Film Ad Service. Su principal labor es la creación de dibujos animados. En 1922 Disney, junto con su hermano y Iwerks, monta su propio negocio: Laugh-O-Gram Corporatión. Aunque en principio deben afrontar constantes problemas económicos logran salir del paso con un cortometraje basado en la novela de "Alicia en el país de las maravillas". En esta producción se alternaban los dibujos animados con imágenes reales de una niña. Con este trabajo tienen un golpe de suerte, consiguen financiación y se instalan en Hollywood, donde abren los Estudios Disney. Contratan un equipo de animadores que trabajan bajo las directrices de Ub Iwerks. Comienzan a desarrollar "Alicia en el país de las maravillas" en formato de serie. Crean además un personaje "Oswald the lucky rabbit". Este conejo resulta una anticipación del que sería el futuro Mickey Mouse. Este simpático muñeco se convierte en protagonista de distintos trabajos. Sin embargo su creador abandona la empresa de Disney y se lleva a su personaje, que suponía la verdadera fuente de ingresos. La situación se complica pero de nuevo un golpe de suerte cambia la situación. Ub Iwerks realiza varias pruebas hasta que da con uno de los personajes ficticios más populares entre el público infantil, el ratón Mickey Mouse. Coincidiendo con este hecho se produce la aparición del cine sonoro. Este dibujo animado, cuya autoría se atribuyó Disney, no sólo sería protagonista de series y películas sino que fue objeto de una estudiada operación de marketing que se tradujo en ventas masivas de objetos con la imagen de Mickey Mouse. En estos años se produjo el nacimiento de otros personajes de la factoría Disney como el pato Donald, Daisy o la Minnie Mouse. Todos los dibujantes que participaron en la creación de estas figuras imaginarias tuvieron que donar sus derechos a Disney. Si la aparición del sonido fue un paso importante, el technicolor fue otro de los grandes avances que favorecieron este tipo de producciones. Otro tipo de avances a los que Disney se adelantó como el uso de la cámara multiplano situó su empresa en el número uno del ranking mundial. Su primer largometraje fue "Blancanieves y los siete enanitos". A este trabajo le seguirían "Fantasía" y "Pinocho". Cuando estalla la Segunda Guerra Mundial, desde Disney se producen una serie de trabajos encaminados a elevar el estado de ánimo de los soldados. A esta época pertenece "Dumbo". En estos años su empresa atraviesa una crisis protagonizada por sus empleados, hartos de aguantar la tiranía de su jefe. Parte de sus empleados dejan la empresa y fundan la United Productions of America. Mientras tanto desde Disney trabajan hasta perfeccionar otros de los personajes que pasarían a la historia del dibujo animado, Bambi. En esta época aprovecha también los personajes e historias más leídas por el público infantil para llevar estos argumentos a la pantalla. En la década de los cincuenta la Walt Disney Productions emprende una estrategia de diversificación y comienza a producir series y rodar películas con actores reales. Uno de los grandes éxitos fue "Mary Poppins". En los últimos años de su vida llegó a convertirse en multimillonario, pero su salud no era buena y en 1966 muere en la mesa de operaciones. Sobre su muerte circula una leyenda que asegura que antes de morir se sometió a un proceso de crionización en espera de encontrar una solución a su enfermedad. Le sucedió el productor Michael Eisner.
obra
Esta estampa nos trae a la memoria el cartón para tapiz titulado la Gallina ciega, realizado por Goya en 1788, cuando contaba con 42 años. Las figuras se han hecho más grotescas y satíricas, mostrando el deseo de los ancianos hacia unas extrañas damas. La sensación del ritmo de la danza ha sido perfectamente interpretado por el maestro. Como en la mayor parte de las imágenes de los Disparates, quizá Goya traiga a su anciana memoria sus años más jóvenes y esos recuerdos se impriman con anhelo y gracia en estos grabados.
obra
La claridad a la que Goya alude en el título no es tal cuando intentamos interpretar esta estampa en la que se ha querido ver una crítica a los predicadores que despojan a su público de sus bienes. Los charlatanes también protagonizan numerosos caprichos como Que pico de oro.
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Esta estampa se pone en relación con el capricho Lo que puede un sastre, ofreciéndonos Goya una crítica a los espantajos que aterrorizan a la población, provocando primero el miedo y después el sarcasmo.
obra
Se ha querido ver en esta estampa una referencia al refrán "¿Quien le pone el cascabel al gato?", aludiendo al pueblo español representado por el pacífico elefante y a los políticos por los domadores que intentan convencer al pueblo para que se pliegue a sus designios.
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El Carnaval es interpretado en las estampas de Goya como una alusión a los deseos del ser humano por aparentar, mostrar una imagen distinta de uno mismo, especialmente en el aspecto social. La máscara permite a las personas olvidar por un momento su condición e interpretar un personaje que no nos ha tocado ejercer en condiciones normales. Esta idea ya la transmitió el pintor en el capricho Nadie se conoce.
obra
El fantasma de la Guerra vuelve a aparecer, como en la serie de los Disparates, convertido en un gigante que espanta a los soldados. Quizá Goya aluda al temor del ser humano hacia lo desconocido o el miedo del soldado a la derrota. En esta serie, los significados propuestos son tan amplios que es siempre difícil acertar que es lo que el pintor desea transmitir, si es que quería transmitir algo o son sólo escenas de su subconsciente.
obra
La fantasía y el "capricho" se adueñan de esta estampa en la que los toros vuelan, representación clara del subconsciente de Goya.
obra
La serie de los Disparates es la más enigmática de los grabados de Goya. Nunca se llegó a editar en vida del maestro, saliendo por primera vez a la luz en 1864 gracias a la Academia de San Fernando. Debía constar de más de 22 imágenes, pero es este número de estampas el que en la actualidad conforma la colección. Aunque no existen fechas precisas, se supone que fue realizada coetáneamente con las Pinturas Negras, entre 1819 y 1823, por el ambiente similar de ambas producciones. También se ha denominado a esta serie Proverbios -pensando que explicarían el refranero español- o Sueños, por lo onírico de buena parte de las escenas. Disparate es el término más empleado por Goya en los títulos de las estampas y se considera como el genérico del conjunto. Sería lógico pensar que los fantasmas de la vejez y de la muerte afloran en el ánimo del viejo pintor y los traspasa a estos geniales e incomprensibles grabados. En el Disparate femenino existe cierta similitud con el Pelele, cartón para tapiz realizado por Goya en su juventud. Las mujeres mantean a dos figuras que por su desmembramiento y tamaño parecen muñecos de trapo. Sobre la manta se divisa un asno dormido y una figura humana, aludiendo quizá al carácter animal de los hombres que caen fácilmente en las redes femeninas, entendiéndose como una alusión al mundo de la prostitución, tan habitual en los Caprichos. El exquisito dibujo que emplea el maestro caracteriza toda la serie y, por extensión, toda la obra grabada en la que Goya se muestra más ácido y crítico que en sus lienzos.