Nombre que recibe la persona experta en derecho islámico -fiqh-.
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Personaje
Científico
Era natural de Farab (Turquestán), aunque vivió la mayor parte de su vida en Bagdad. Recibió el apelativo de Magister secundus, siendo Aristóteles el primero. Se le considera el primer filósofo musulmán. Ejerció una notable influencia en el pensamientos islámico y hebreo de la Edad Media. Es autor de "De scientiis" y "De intellectu", entre otras obras. Alfarabi entiende la filosofía como el único medio para llegar a al verdad. A diferencia de sus contemporáneos defiende la "creación eterna y por emanación", frente a las teorías de "creación de la nada". Alfarabi considera que el califa ideal debería estar representado por un filósofo.
acepcion
Término arquitectónico que define las franjas de piedra que limitaba las escalinatas de los templos piramidales del centro de México. En ocasiones se decoraban con un relieve que se remataba con una cabeza de serpiente.
contexto
La cultura ibérica mostró, al igual que otras muchas culturas antiguas, un elevado interés por la alfarería y la producción cerámica. Ello resulta lógico si tenemos en cuenta que la cerámica era ya en aquellos momentos una técnica antigua y bien conocida, que permitía fabricar, de manera fácil y económica, al tiempo que duradera, una serie de objetos necesarios para el desarrollo de su economía y su modo de vida. De cerámica eran muchos de los cacharros de cocina, que se podían exponer directamente al fuego; pero también los recipientes para almacenar las provisiones -tanto sólidas como líquidas-, para ir por agua a la fuente, envasar los productos que se iban a exportar y recibir los que se habían de importar; servía asimismo como vajilla de mesa y, en último término, como recipiente para acoger las cenizas de muertos; esto es, la cerámica resultaba útil en casi todos los momentos y en casi todos los lugares en que el ibero debía desarrollar su vida, lo que explica la variedad de tipos, formas, calidades y acabados que encontramos entre sus producciones. Pero el estudio de la cerámica ibérica se complica más de lo que podría parecer, por varios factores. En primer lugar, porque se trata de una materia prácticamente imperecedera, cuyos restos se conservan inalterados durante miles de años, en tanto que otros tipos de recipientes, que sin duda se utilizaron también con profusión en el mundo ibérico, han desaparecido sin dejar rastro; es lo que ocurre, por ejemplo, con la madera o la piel. Debemos suponer que una parte de los utensilios de uso cotidiano fueron de madera, que tenía la ventaja de ser más barata y fácil de fabricar que los de barro, aunque no se podían exponer al fuego y su duración era menor. Las pieles debieron servir sobre todo para el transporte de líquidos, como vemos en los relieves de no pocas culturas contemporáneas y posteriores. Pero la cerámica no tenía sólo un uso funcional, con ser éste el más importante. Se trataba de un utensilio de muy amplia difusión y de uso cotidiano, lo que facilitaba su carácter de vehículo de difusión de motivos decorativos, ideas religiosas y propaganda personal e institucional. La tecnología de la producción de la cerámica es algo que los pueblos antiguos dominaron bastante bien, y los iberos consiguieron realizar una cerámica en algunos casos de alta calidad y buena apariencia. Para realizar la cerámica se debía proceder en primer lugar a la decantación del barro, lo que se realizaba en unas piletas ubicadas en las inmediaciones del alfar; a continuación se modelaba el barro, a mano o mediante el empleo del torno de alfarero, que los iberos conocen desde el primer momento, probablemente como herencia del período orientalizante, a donde llegó a través de los fenicios. Una vez formado el vaso, se le da un acabado que puede ser de diversas clases: un simple alisado de la superficie, que tiene por objeto eliminar las irregularidades más manifiestas y tapar los poros, aunque en el caso de la cerámica de cocina que iba a ser expuesta directamente al fuego ni siquiera se hacía esto, pues los poros abiertos facilitaban la absorción del calor; es más, este tipo de cerámica en muchas ocasiones era realizado a mano o a torno lento, mientras que el resto de la cerámica lo era a torno rápido. La terminación podía consistir también en un bruñido, esto es, en una especie de alisado, pero realizado con más esmero e instrumentos adecuados, que conferían un tono brillante a la superficie y que, con todo, no fue un procedimiento muy utilizado por los iberos. Más frecuente fue la aplicación de un engobe, capa de arcilla más fina y depurada aplicada sobre la superficie del recipiente, bien sea mediante pincel, bien sea por inmersión, que al tiempo que embellece el vaso contribuye a tapar los poros y puede recibir luego los mismos acabados que la cerámica original.
Personaje
Escultor
Pintor
Su afición por el arte y, en concreto, por la pintura y el dibujo le convirtieron en autodidacta. Esta inclinación le llevó a probar suerte con la escultura. Para la plasmación de sus obras en un primer momento empleó madera, mármol y otros materiales, hasta que descubre el hierro y el acero. Alfaro es considerado el impulsor del Minimal. Brancusi y Pevsner son sus principales referencias artísticas. Su trabajo ha traspasado fronteras y ha llegado a las principales capitales del mundo, además de participar en las exposiciones más importantes. De su obra es importante destacar la escultura Ulises en Rocafort. Muchas de sus creaciones están ubicadas al aire libre. Es además autor de diversos artículos sobre escultura. Ha recibido varios premios por su trayectoria artística como el de medallística Tomás Francisco Prieto de la Fundación Casa de la Moneda.
Personaje
Político
Eloy Alfaro fue uno de los principales opositores a García Moreno, enfrentándose también a los presidentes conservadores Borrero y Caamaño. Perseguido político, se vio obligado a exiliarse en varias ocasiones. Finalmente, en 1895 fundó el partido radical-liberal y se erigió en Quito como jefe supremo de Ecuador. Durante dos años estuvo al frente de un gobierno dictatorial, hasta que en 1897 fue elegido presidente de la República. Ese mismo año elaboró una constitución moderada, entre cuyos aspectos más destacados está la supresión del tributo indígena y la apertura de los cargos administrativos a las clases medias. Tras finalizar su mandato en 1901, cinco años más tarde un nuevo golpe de estado le instala en el poder, donde permanecerá hasta 1911. En 1906 promulga una nueva constitución, de carácter anticlerical. Muere en Quito, en 1912, cuando es asesinado para impedir que acceda nuevamente al poder.