La leyenda del rey Monje por Casado del Alisal

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Datos principales


Desarrollo


Casado del Alisal pintó en 1880 una de las obras maestras del género: La leyenda del rey monje, también conocida como La campana de Huesca. La escena recoge el escarmiento dado por el rey Ramiro II de Aragón a los levantiscos nobles que se habían rebelado contra su autoridad. El suceso se desarrolla en los sótanos del palacio y nos presenta al monarca acompañado de su fiero mastín. Don Ramiro aparece de pie, erguido y desafiante a pesar de su vejez, extendiendo la mano para exponer el dantesco espectáculo. Con las cabezas de los nobles díscolos ha formado el anillo de una gigantesca campana. Entre las cabezas estaban las de los caballeros Ferriz de Lizana, Roldán, Gil Atronillo y García de Vidaura. La testa del arzobispo Pedro de Lucria, líder de la conspiración, hace de badajo colgando de una gruesa cuerda. En la zona derecha de la composición nos encontramos con los demás nobles de la corte, llamados por el rey para contemplar la terrible escena. Los personajes se precipitan por las estrechas escaleras de la estancia y quedan helados ante la horrenda visión del escarmiento. Cada una de sus indumentarias está descrita con minuciosidad, llamando nuestra atención las calidades táctiles de telas o metales. Pero más interesante es la galería de expresivos rostros que configuran esta zona. Estos espléndidos retratos nos muestran las diferentes expresiones que provoca el suceso: ira, miedo, repulsa, rabia o incluso deseos de venganza en la mirada del primer noble. El estilo de Casado conjuga un excelente y seguro dibujo con una pincelada rápida, jugosa y precisa al mismo tiempo, no sólo en rostros o atuendos, sino en elementos más anecdóticos como el perro o los sillares de la pared. El resultado es un cuadro lleno de realismo con el que Casado consiguió importantes triunfos.

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