Guerra Iraq-Irán
Desarrollo
En 1979, triunfó en Irán la revolución islámica capitaneada por el ayatollah Jomeini , provocando la huida del Sha Reza Pahlevi -monarca promotor de la occidentalización de Irán, y aliado de EEUU. La revolución islámica puso en guardia, como es lógico, a los Estados Unidos, pero también a la URSS, que sentía amenazada su influencia en la zona, y en especial a las demás monarquías del Golfo, es decir, Arabia Saudita, Kuwait, Bahrain, Qatar, Oman y la Unión de Emiratos Arabes, que veían con miedo la determinación chiíta de exportar su revolución. Ante esta inestable situación, Saddam Hussein pensó que atacar a Irán sería una oportunidad para consolidar su poder en Iraq y convertirse en el nuevo hombre fuerte del Golfo. Para declarar la guerra se esgrimieron viejas disputas fronterizas, pues, al independizarse, Irak tenía soberanía total sobre el canal de Shatt al Arab, donde confluyen los ríos Tigris y Eufrates por un corto trayecto antes de desembocar en el Golfo, único acceso iraquí al mar. Finalmente, en 1980 Iraq invadió Irán. El ataque iraquí pronto quedó atascado, e Irán pudo contraatacar en dirección a Kirkuk y sitiar Basora . Con la guerra detenida, Iraq lanzó un ataque químico a lo largo de la frontera, ganándose la condena internacional. Después de ocho años, la guerra terminó sin vencedores ni vencidos y con ambos países empobrecidos. Los observadores occidentales estiman que aproximadamente 262.000 iraníes y 105.000 iraquíes murieron en la lucha.