Virgen con santos
Datos principales
Autor
Fecha
1607
Estilo
Material
Dimensiones
477 x 288 cm.
Museo
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Durante su estancia en Roma -donde vivía su hermano Philip trabajando como bibliotecario para el cardenal Colonna- en 1607 Rubens recibió uno de sus encargos italianos más importantes: un cuadro para el altar mayor de la Chiesa Nuova di Santa María in Vallicella, recién construida por los oratorianos. En el lienzo debían figurar una Virgen con el Niño y seis santos pero existía un pequeño problema: debía incorporar a la obra la imagen de un antiguo icono milagroso que se guardaba en la iglesia. De esta manera se ensamblaban la obra moderna y el icono antiguo. Rubens no puso ningún reparo y comenzó a trabajar: situó el icono en la zona superior sujeto por varios ángeles -incluso uno de ellos atraviesa con su brazo el supuesto lienzo- recibiendo un potente foco de luz sobrenatural, y en la zona baja colocó a los seis santos dispuestos en dos grupos presididos por san Gregorio y santa Domitila. Un arco de medio punto sirve para encuadrar a la paloma del Espíritu Santo mientras que varios angelillos se arremolinan alrededor de la construcción. El maestro tomaría diversas referencias para ejecutar su obra: Tiziano , Correggio o Rafael le sirvieron de inspiración, llegando a decir los propios frailes que era "flamenco, pero parece romano". Sin embargo, al colocar el lienzo en el altar se apreció que la iluminación era muy mala y los brillos provocaban que apenas se pudiera contemplar, por lo que los frailes sugirieron a Rubens que repitiera la escena sobre un material antirreflectante como la pizarra, a lo que el maestro se negó, ejecutando un nuevo retablo . La composición adquiere ya una monumentalidad rubeniana, sintiéndose atraído por las calidades de los ropajes y la fuerza escultórica de las figuras, así como el color vibrante que caracteriza sus trabajos. Con esta obra, Rubens se sitúa en la línea que le llevará a realizar grandes obras. Existe un boceto preparatorio de esta impresionante escena que se conserva en la Gemäldegalerie de Berlín-Dahlem. El lienzo fue llevado por el pintor flamenco a Amberes, tras intentar venderlo, sin éxito, al duque de Mantua. En la iglesia abacial de San Miguel de Amberes fue instalado, sobre la tumba de María Pypelinx, la madre del artista recientemente fallecida.