San Pablo

Contenidos relacionados


Del apostolado que Ribera pintó al poco tiempo de establecerse en Nápoles sólo se conservan tres piezas: Santiago el Mayor, San Pedro y este San Pablo que contemplamos. Al igual que sus compañeros, la figura del apóstol aparece recortada sobre un fondo neutro con el que se resalta la volumetría, recibiendo un potente foco de luz procedente de la izquierda que impacta en su rostro, destacando su expresividad. Ribera continúa trabajando en el naturalismo al representar al santo como si de un hombre napolitano se tratara, reconociéndose sólo a través de sus atributos: la espada y las cartas que escribió como complemento de su predicación. La influencia de Caravaggio continúa presente tanto en el naturalismo con el que trata la figura como en el juego de luces y sombras utilizado, heredero del tenebrismo.

Compartir