Proyecto de interpretación para un establo-biblioteca

Datos principales


Autor

Salvador Dalí Domènech

Fecha

1942

Material

Proyecto de interpretación para un establo-biblioteca

Dimensiones

51 x 45 cm.

Museo

Fundación Gala-Salvador Dalí

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En el mismo año de esta obra salía al público la primera recopilación de sus memorias, "The Secret Life of Salvador Dalí". En uno de los pasajes de ese libro, el protagonista se declaraba: "la encarnación más representativa de la Europa de postguerra, tras haber vivido todas sus aventuras, experiencias y dramas... Mi espíritu está deseoso de ser el primero de todos aunque, para sus extraordinarios descubrimientos, debe pagar el precio de mi sudor más intenso y mi pasión más exaltada". Estados Unidos era el país perfecto para que Salvador Dalí siguiera con su provocativa carrera. Allí tuvo ocasión de ganar mucha fama y no menos dinero. Estaba encantado de participar en los actos públicos más diversos si eso le daba publicidad. Precisamente fue en 1941 cuando el escritor y poeta francés André Breton, que seguía siendo el líder histórico del grupo surrealista, definió a Dalí como "Avida Dollars", después de alterar hábilmente la posición de las letras que formaban su nombre y apellido. Dalí sabía moverse en el espíritu norteamericano. Tenía esa capacidad de asombro y una imaginación sin límites. En su arte todo podía suceder en cualquier momento. A esa decidida voluntad de causar asombro responde el cuadro que contemplamos, así como otro del mismo año y de tema similar, Los corderos (después de la transformación). En la composición cabría distinguir dos recursos: la alucinante combinación de elementos rurales -las ovejas, la gallina, la paja o el enorme huevo que actúa como pie de lámpara- con otros domésticos o urbanos. En segundo lugar, la recuperación de un acto típicamente surrealista, que había sido practicado sobre todo por los escultores del movimiento: la metamorfosis de unos objetos en otros. El cordero que se convierte en mesilla donde se apoya un teléfono, a su vez éste forrado con la misma lana del cordero. La escena se completa con el rostro estereotipado de una adolescente norteamericana, de amplia sonrisa y estilo de vida Hollywood.

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