Portada de la catedral de Rouen, armonía en marrón
Datos principales
Autor
Fecha
1892
Estilo
Material
Dimensiones
100 x 73 cm.
Museo
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Con paciencia casi obsesiva, el pintor esperaba cada día a que llegase el momento idóneo para continuar con su tarea. Ese momento era a veces realmente efímero, apenas podía durar algunos minutos, por lo que es sabido que Monet pintaba varios cuadros de forma simultánea. Como una perfecta metáfora del paso del tiempo y la vida, sus cuadros crecían, maduraban y llegaban a un término. En esta ocasión, la imagen que contemplamos pone el énfasis en los aspectos más monumentales del edificio, resaltando la sensación de solidez de esos muros, que lo consigue principalmente con el punto de vista elegido. La catedral ocupa casi todo el espacio, se acerca mucho al espectador, que se siente oprimido por esa masa pétrea. Para incidir aún más en este sentimiento, la gama de colores que Monet ha elegido es la más cercana a la tierra, marrones y ocres que aportan, además, ciertos aires de antigüedad a la imagen.