Paisaje de invierno
Datos principales
Autor
Fecha
1811
Estilo
Material
Dimensiones
33 x 46 cm.
Museo
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Forma parte, junto a Paisaje con encinas y un cazador (hoy en Winterthur) y Paisaje de invierno con iglesia de un ciclo de tres obras de 1811 dedicado a la evolución espiritual del hombre, el cual, desde los valores terrenos alcanza, atravesando el estadio de la desesperación ante la muerte, la fe cristiana en la vida eterna. En concreto, y siempre dentro de la costumbre de Friedrich de concebir las obras temporalmente en pares, se vincula con Paisaje de invierno con iglesia. En este caso, nos hallamos en la fase intermedia, en la que el caminante encuentra, en un paraje desolado, el final del camino. Esta alegoría en que el caminante, en un paraje nevado, se enfrenta en solitario a la muerte, aparecerá de nuevo, aunque con tintes políticos, en el Cazador en el bosque , de 1813. La figura que se sitúa en el centro de la composición, en el punto de intersección de dos diagonales trazadas por los árboles muertos, es el propio pintor, apoyado en su característico bastón; una vez alcanzada la meta, la ciudad celestial, en Paisaje de invierno con iglesia, se desprenderá de todo apoyo, en un claro gesto alegórico. Los tocones de las encinas taladas que le rodean simbolizan a los muertos. Las dos encinas, sobre las que descansa toda la obra, son la muerte según la alegoría pagana.