Huerto con albaricoqueros en flor
Datos principales
Autor
Fecha
1888
Estilo
Material
Dimensiones
64´5 x 80´5 cm.
Museo
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Desde su llegada a Amberes en el invierno de 1886, Vincent había sentido una especial admiración hacia las estampas japonesas , admiración que se había ampliado durante su estancia en París gracias a su contacto con Père Tanguy que le proporcionaba numerosas xilografías. En estas estampas los creadores nipones muestran la floración de los árboles en su plenitud, siendo un motivo fundamental para la decoración de las casas japonesas. Van Gogh a su llegada a Arles pudo contemplar con sus propios ojos un proceso de floración lo que le llenó de gozo. Tenía Japón ante si y se puso manos a la obra, elaborando una serie de lienzos donde la influencia de la estampa japonesa está presente pero los modelos son reales, es la naturaleza la que posa para Vincent. Esta idea la podemos contemplar en el lienzo que observamos, donde aun podemos encontrar un recuerdo del Impresionismo al emplear sombras coloreadas así como una referencia a su amigo Emile Bernard al utilizar líneas oscuras para delimitar los contornos. El huerto con los albaricoqueros en flor se convierte en una sinfonía de luz y de color que sólo puede ser interpretada por el pincel de Van Gogh, transmitiendo con sumo realismo lo que sus ojos observan. En el fondo, Vincent nunca abandonó el realismo con el que comenzó en Nuenen, adaptándolo a su manera de vivir, a sus sentimientos.