Funeral de Santa Fina

Datos principales


Autor

Domenico (Ghirlandaio) di Tommaso Bigordi

Fecha

1475 h.

Material

Fresco

Museo

Colegiata de San Gimignano

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Ghirlandaio se sometió al espíritu de su época por completo, lo que se hace más evidente en sus grandes composiciones para escenas sagradas. Lejos de poner su énfasis en los personajes divinos, Ghirlandaio atiende a los deseos de engrandecimiento de sus clientes, poderosos miembros de la república florentina, para retratarlos y hacerlos verdaderos protagonistas de estos cuadros, como asistentes mundanos a las escenas sagradas. Este espíritu tiene su apogeo en la Aparición del ángel a Zacarías, una auténtica profanación a la escena sagrada en la que el protagonismo lo tienen los asistentes, adornados con sus mejores galas y reunidos en grupos de conversación como si asistieran a un torneo de caballería. En este caso, el funeral de Santa Fina está igual de concurrido por personajes florentinos, aunque de manera algo más discreta. Una exedra de mármoles blancos y de colores presta el decorado para Santa Fina, vestida como una princesa. Podemos ver los problemas que plantea el uso de la perspectiva a los pintores renacentistas en el nimbo de la santa, que envuelve completamente el rostro de la doncella. Otros pintores, como Mantegna, convirtieron el nimbo en un plato que giraba en el mismo sentido e inclinación de las cabezas (ver San Jorge). Tras la exedra, en un espacio abierto de luz diáfana y homogénea, podemos ver las torres de Florencia, con la Signoria a un lado, todo un signo de adaptación a los tiempos y exaltación del propio lugar y momento, frente a la anulación del hombre en la pintura gótica, que rechazaba todo aquello que desbordara el acontecimiento sagrado.

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