El café
Datos principales
Autor
Fecha
1878
Estilo
Material
Dimensiones
77 x 83 cm.
Museo
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En los últimos años de su vida, Manet hace un buen número de escenas de cafés y locales nocturnos, entendidos como los templos de la modernidad. El contacto con los impresionistas, especialmente con Degas, motiva el cambio en su temática, que pocos años después influirá en el post-impresionismo de Toulouse-Lautrec. Realizó el artista un gran lienzo sobre el café concierto Reichshoffen, que más tarde sería dividido en dos partes: ésta que vemos y la Camarera. El estilo difuminado de Manet motiva que hoy día parezcan dos obras independientes. Para El café empleó como modelos a dos de sus amigos, el grabador Henri Guerard - casado un año después con Eva Gonzalès - y la actriz Ellen Andrée, quien había posado en La Absenta, de Degas. La mujer que aparece de perfil nos es desconocida. En el cristal del fondo se puede leer un cartel publicitario del espectáculo de los célebres acróbatas Hanlon Lees, quienes actuaban en aquellos momentos en el Folies Bergère. De nuevo recurre Manet - como había hecho en La ciruela - a situar la escena en primerísimo plano para invitar al espectador a participar en ella. Incluso la mujer sonríe y nos ofrece una silla. Su estilo muestra la influencia de los jóvenes artistas al emplear una pincelada rápida, dejando las figuras difuminadas para crear el efecto atmosférico de un local cerrado. A pesar de esa rapidez en el toque de pincel, sigue muy interesado por los detalles, como vemos en las jarras de cerveza o en los trajes de los modelos. Sus tonalidades recuerdan la primera etapa, más bien por la moda de los protagonistas que por el interés hacia los colores oscuros. La cortina del fondo permite algo de luz, creándose un interesante juego de sombras coloreadas. Su faceta de reportero - iniciada con Música en las Tullerías y continuada con el Fusilamiento de Maximiliano - llega a su culminación con este tipo de escenas.