Adoración de los Reyes
Datos principales
Autor
Fecha
1660-65
Estilo
Material
Dimensiones
190 x 146 cm.
Museo
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Las influencias recibidas desde Flandes -con Rubens y Van Dyck - e Italia -Tiziano , Rafael y los clasicistas boloñeses- servirán a Murillo para superar su inicial etapa de formación y alcanzar un estilo propio. Precisamente en esta obra se aprecian ecos de Rubens ya que el artista conocía un lienzo con el mismo tema que había sido grabado por Lucas Vosterman. El pintor sevillano ha reducido parte del lujo que caracteriza al flamenco, especialmente en el cortejo, aportando mayor sencillez para acercarse a los dictados evangélicos. El rey Melchor aparece de espaldas, arrodillado para adorar al Niño, que le es presentado por María mientras san José queda en segundo plano, en cierta penumbra. Gaspar y Baltasar contemplan al recién nacido al igual que los soldados que constituyen su cortejo, excepto el niño de pie que tiene la mirada absorta y perdida. Una vez más Murillo destaca como pintor de gestos y actitudes, tomadas de la vida cotidiana, dotando de un carácter amable a la composición. Un potente foco de luz ilumina todas las figuras sin apenas crear contrastes, resaltando las tonalidades brillantes de las telas, especialmente el manto dorado de Melchor. La composición se organiza a través de un estructurado juego de diagonales que aportan ritmo al conjunto.