El Alcázar de Madrid
Compartir
Datos principales
Desarrollo
El Alcázar de Madrid fue construido en el siglo IX, sufriendo importantes reformas cuando Juan II , en el siglo XV, lo convirtió en uno de sus palacios favoritos. Serán Carlos V y Felipe II quienes convirtieron este castillo en palacio y corazón del reino. Las primeras intervenciones se realizan hacia 1536, siendo Covarrubias y Luis de Vega los encargados de la dirección de los trabajos. En la fachada sur se aprecian las torres del Homenaje, a la izquierda, y del Bastimento, a la derecha. Felipe II será el encargado de poner en marcha importantes cambios en el Alcázar. Afectarán especialmente a la fachada principal, destacando la Torre Dorada donde se situaba el despacho del Rey. Las ampliaciones del Alcázar continúan con Felipe III , siendo Juan Gómez de Mora el encargado de los trabajos. Proyectó una espectacular fachada cuya principal novedad fueron los chapiteles que decoraban las torres pero desconocemos si realmente este proyecto llegó a realizarse ya que en los documentos aparece una fachada totalmente distinta, cargada de la simetría y la proporción que regían la arquitectura del momento. La fachada diseñada por Gómez de Mora presenta un primer piso a modo de basamento para los dos principales, en las que la sucesión de huecos con frontones entre pilastras crea un ritmo uniforme que ayuda a enfatizar el gran cuerpo central de la portada, situándose detrás el famoso Salón de los Espejos.
El Alcázar presenta una planta cuadrangular articulada en torno a un espacio central en el que se sitúa la Capilla. A ambos lados se ubican los dos patios: el Patio del Rey y el Patio de la Reina, espacios también cuadrangulares organizados en dos pisos con un sistema modular de arquerías similar en ambos. La fachada oeste es la más antigua del edificio ya que presenta los cubos que pertenecían al recinto defensivo de la ciudad, atestiguándose que el Alcázar estaba anexo a la muralla. Cerrando esta fachada encontramos la llamadas Torres Doradas: la que se encuentra al norte es la más antigua, correspondiendo a la época de Carlos I, denominándose también Torre de Francisco I al haber estado preso este monarca francés; la que se sitúa en el lado sur se construyó durante el reinado de Felipe II y debe su nombre a ser dorados los balcones, las veletas y las bolas que la decoraban. Aquí tenía su despacho el Rey Prudente y estaba situada la Biblioteca. En la fachada este se levantaba la Torre de la Reina, también realizada en ladrillo y cuajada de balcones como la Dorada, y la Torre Bahona, también llamada de Carlos V, una maciza construcción rematada con una arquería abierta al Jardín de la Priora. El espectacular edificio del Alcázar se incendió en la Nochebuena de 1734, quedando reducido casi a cenizas por lo que Felipe V decidió emprender la construcción del Palacio Real en el mismo lugar.
El Alcázar presenta una planta cuadrangular articulada en torno a un espacio central en el que se sitúa la Capilla. A ambos lados se ubican los dos patios: el Patio del Rey y el Patio de la Reina, espacios también cuadrangulares organizados en dos pisos con un sistema modular de arquerías similar en ambos. La fachada oeste es la más antigua del edificio ya que presenta los cubos que pertenecían al recinto defensivo de la ciudad, atestiguándose que el Alcázar estaba anexo a la muralla. Cerrando esta fachada encontramos la llamadas Torres Doradas: la que se encuentra al norte es la más antigua, correspondiendo a la época de Carlos I, denominándose también Torre de Francisco I al haber estado preso este monarca francés; la que se sitúa en el lado sur se construyó durante el reinado de Felipe II y debe su nombre a ser dorados los balcones, las veletas y las bolas que la decoraban. Aquí tenía su despacho el Rey Prudente y estaba situada la Biblioteca. En la fachada este se levantaba la Torre de la Reina, también realizada en ladrillo y cuajada de balcones como la Dorada, y la Torre Bahona, también llamada de Carlos V, una maciza construcción rematada con una arquería abierta al Jardín de la Priora. El espectacular edificio del Alcázar se incendió en la Nochebuena de 1734, quedando reducido casi a cenizas por lo que Felipe V decidió emprender la construcción del Palacio Real en el mismo lugar.