Desarrollo
La clase B1 fue la más numerosa entre los submarinos japoneses. Estos navíos fueron rápidos, gozaban de una gran autonomía y podían transportar un pequeño avión lanzable mediante una catapulta. Durante la guerra, en algunos de estos submarinos se desinstaló la catapulta para montar un cañón de 14 cm. Los submarinos de este tipo participaron en muchas batallas. así, el 31 de agosto de 1942, el I-26 logró dañar seriamente al portaaviones Saratoga, durante la campaña de Guadalcanal. Dos semanas más tarde, dos torpedos del I-19 lograron golpear al USS Wasp, portaaviones de la clase Essex. En la misma salva fueron disparados cuatro torpedos más, que impactaron en el North Carolina y dañaron al O´Brien. Sin embargo, de los 20 submarinos de esta clase que fueron botados, sólo el I-36 logró sobrevivir a la guerra.