LIBRO DEL ORIGEN Y DESCENDENCIA DE LOS INGAS. Capítulo I
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LIBRO DEL ORIGEN Y DESCENDENCIA DE LOS INGAS SEÑORES DESTE REYNO DEL PIRÚ, DONDE SE PONEN LAS CONQUISTAS QUE HICIERON DE DIFERENTES PROVINCIAS Y NACIONES Y GUERRAS CIVILES HASTA LA ENTRADA DE LOS ESPAÑOLES CON SU MODO DE GOVERNAR, CONDICIÓN Y TRATO Y LA DESCRIPCIÓN DE LAS MÁS PRINCIPALES CIUDADES Y VILLAS DE ESTA AMPLÍSIMA PROVINCIA Capítulo I De cómo antiguamente no hubo en este reyno rey ni señor universal hasta los yngas... Muchas personas han inquirido y puesto diligencia de sacar de raíz quién fueron los primeros pobladores destas provincias del Perú y el origen de los ingas que señorearon este reino, y entre ellos fue Don Francisco de Toledo, hermano de Don Joan de Toledo, Conde de Oropesa, del hábito y orden de Alcántara, comendador de Acebuche, y que fue Viso-Rey destos reinos y los gobernó con grandísima prudencia e hizo en ellos leyes justísimas, dignas de tal caballero, y lo que más cierto halló fue que antiguamente no hubo en todas estas provincias señor general, sino que en cada provincia, nación y parentela se gobernaban por el más principal della, sin pueblos en orden ni policía, como agora están y como lo estuvieron en el tiempo de los yngas, y tenían sus pueblos, o por mejor decir poblaciones, unas apartadas de otras, en cerros o valles donde hallaban más comodidad por hacer sus sementeras junto a algún río o puente, y entre sí se guerreaban por aumentar y defender sus términos y chacaras los vecinos unos por otros, usando de las ondas que entre ellos llaman guaracas, ni hubo nombre de Cuzco ni otras cosas de policía, pues toda la que después tuvieron nació y procedió de los Ingas que, como gente de tan gran valor y entendimiento, lo dispusieron y domesticaron ordenando el modo de vivir y trazando y limitando los términos como después se dirá.
Sólo, entre otras cosas, que usaban, era castigar con grande vigor al que se juntaba con su hija, hermana o parienta muy cercana y teníanle, cuando sucedía algo de esto, por mal agüero y decían que ésta era la causa porque no llovía y les venían trabajos, enfermedades y pestilencias, y se perdían las sementeras, y, castigándolos ejemplarmente, los mataban y enterraban en los caminos y mojones para escarmiento, y en memoria ponían en las sepulturas unas piedras blancas, y al que se juntaba con madrastra o mujer de hermano o deudo, le atormentaban volviéndole los brazos atrás o le daban con una piedra muchos golpes y los apartaban de manera que jamás se juntaban. Algunos usaban en particular Guacas y solamente sacrificaban cabezas de ovejas de la tierra y soplaban la coca chicha y otras comidas, y esto sólo acostumbraban hasta que por los yngas, como abajo diremos, se mudó y ordenó todo el reino.
Sólo, entre otras cosas, que usaban, era castigar con grande vigor al que se juntaba con su hija, hermana o parienta muy cercana y teníanle, cuando sucedía algo de esto, por mal agüero y decían que ésta era la causa porque no llovía y les venían trabajos, enfermedades y pestilencias, y se perdían las sementeras, y, castigándolos ejemplarmente, los mataban y enterraban en los caminos y mojones para escarmiento, y en memoria ponían en las sepulturas unas piedras blancas, y al que se juntaba con madrastra o mujer de hermano o deudo, le atormentaban volviéndole los brazos atrás o le daban con una piedra muchos golpes y los apartaban de manera que jamás se juntaban. Algunos usaban en particular Guacas y solamente sacrificaban cabezas de ovejas de la tierra y soplaban la coca chicha y otras comidas, y esto sólo acostumbraban hasta que por los yngas, como abajo diremos, se mudó y ordenó todo el reino.