Marco político de Hispania durante el Bajo Imperio
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Datos principales
Rango
Hispania Bajo Imperio
Desarrollo
El Bajo Imperio en Hispania no puede estudiarse ni comprenderse aisladamente. Hispania, como parte del Imperio Occidental, estaba sometida a las mismas disposiciones que el resto de Occidente y con problemas muy parecidos. Por lo mismo también su destino fue semejante. No obstante, la marginalidad geográfica de Hispania respecto al centro del Imperio (el Mediterráneo había dejado de ser el eje económico y político) hizo que las convulsiones políticas, especialmente duras en Italia y en otras provincias del Imperio durante el siglo IV, tuvieran aquí una menor repercusión hasta los comienzos del siglo V, en que se libró la guerra entre los partidarios del emperador Honorio y el usurpador Constantino III, con desastrosas consecuencias, y que concluyeron con la invasión de los pueblos bárbaros y su asentamiento en más de la mitad de la Península. Los antecedentes de los cambios que, en todos los niveles, se aprecian durante el Bajo Imperio hay que buscarlos en el siglo III e incluso antes. Ya hacia el año 200 una seria recesión económica había afectado a todo el mundo mediterráneo. A mediados del siglo III, las legiones sufrieron grandes derrotas a manos de los persas, godos y otras tribus germánicas y la violencia de las guerras civiles colocó al gobierno imperial al borde de la desintegración. En Hispania, las ciudades habían entrado en una fase de decadencia en cierto modo ligada a la crisis de la ideología que sustentaba el sistema municipal y el concepto de ciudadanía . La historiografía romana concede poca importancia a los asuntos de Hispania durante esta época. Sólo ocasionalmente toma una relevancia en función de su posición geográfica para la resolución de determinados conflictos.