Ciudad de Richelieu
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Se erigieron en Francia dos ciudades de nueva planta que señalan una muestra del ideal francés en el urbanismo barroco. La primera de éstas fue la de Richelieu, en el actual departamento de Indre-et-Loire. En aquel lugar, el cardenal Richelieu había encomendado en 1625 a Jacques Lemercier la construcción de un palacio, pero pronto quiso algo más, y a los seis años encargó al mismo arquitecto la construcción de una ciudad que llevaría su nombre y que debería ser diseñada según un estricto sistema racional. Comenzadas las obras en 1633, se planificó con un sistema de parrilla rectangular en el que un eje principal conecta dos plazas situadas en los centros de los lados cortos. Pero este esquema no se reduce solamente al desarrollo de una simple cuadrícula, sino que en él hay también una concepción barroca y estética al haberse diseñado cuidadosamente los ejes secundarios, con sus plazas y la búsqueda de bellas perspectivas. Por otra parte, los edificios de la población se construyeron siguiendo un esquema uniforme y dentro de la tradición a base de ladrillo con cadenas de piedra, todo lo cual ha hecho decir a Chueca Goitia que Descartes "hubiera mirado con complacencia aquella ciudad". Reforzando además los aspectos barrocos de la población, el palacio del cardenal se dejó ligeramente independiente del conjunto, dándole así un carácter eminentemente emblemático. Pero aquella ciudad fue levantada exclusivamente por el orgullo del cardenal Richelieu, sin que se hiciera un estudio previo de su viabilidad, por lo que, carente de recursos, jamás ha tenido importancia demográfica. Por otra parte, Pierre Lavedan ha visto en la ciudad de Richelieu una prefiguración de la de Versalles , la otra ciudad barroca francesa de nueva planta, dado que el nacimiento de ambas estuvo ligado a la existencia de un palacio.