Aparición al Capítulo de Arlés

Giotto realiza la decoración de la capilla Bardi

Muerte de San Francisco

Fresco perteneciente a la decoración narrativo de la vida de San Francisco, en la capilla Bardi, en la iglesia de la Santa Croce de Florencia. Destaca esta escena por la disposición que toman los personajes y la precisa caracterización ante la muerte del santo. Fue pintado por Giotto entre 1319-28.

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, en la iglesia franciscana de la Santa Croce de Florencia, entre 1317 y 1328. En ésta, como en el resto de las escenas de la capilla

Aprobación de la regla

Pintura mural, dentro de la decoración de la capilla Bardi de Florencia, consagrada a San Francisco, en donde destaca fundamentalmente la simplicidad del edificio donde se desarrollan los hechos. Es una representación mucho más evolucionada que la reproducida con el mismo tema en la basílica Superior de Asís. Fue realizada por Giotto entre 1319-28.

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, el artista consigue una representación muy clara y expresiva reduciendo y concentrando las formulaciones que en él son conocidas. La aparición al capítulo de Arlés se presenta en una caja cúbica en perspectiva, cuyo muro abierto frontalmente al espectador presenta el acontecimiento. El espacio construido es de líneas muy puras y, aunque sus formas son estilizadas, no revisten ningún referente decorativo de la tradición gótica. La estancia, el tema en sí, se presenta mucho más evolucionado que el mismo episodio de la basílica Superior de Asís

Aparición al Capítulo de Arlés

Fresco perteneciente a la monumental decoración de la basílica Superior de Asís, donde se desarrolla la Historia de San Francisco. Giotto vuelve a dar muestras de sus conocimientos para la creación de un espacio determinado y para la caracterización de los personajes.

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. Aquí, la disposición frontal de la sala determina en mayor grado la disposición de los grupos de franciscanos, recortando perfectamente la figura de San Francisco en el arco del centro. La modulación de las figuras es más atenuada pero mucho más verosímil. Incluso las distintas tonalidades de marrón están mejor constituidas, determinadas por la incidencias de la luz. El instante mismo de la aparición del santo, tiene un ritmo más pausado, que recorre a todos los asistentes, que sólo alzan su mirada ante San Francisco, en un instante que parece detener el tiempo.