San Jerónimo
Datos principales
Autor
Fecha
1290-95
Escuela
Estilo
Material
Museo
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Para la bóveda de entrada al templo Superior de San Francisco, Giotto decoró los plementos de la bóveda con la representación de los Padres de la Iglesia: San Gregorio, San Jerónimo, San Agustín y San Ambrosio. El artista dejó clara la nueva concepción de su arte, que revolucionaría toda una época. En este fresco se presenta la figura de San Jerónimo, revestido de pontifical, sentado en una cátedra de proporciones arquitectónicas, leyendo un libro y dictando a un escribano, sentado frente a él. Giotto ha subordinado todos los elementos de la composición a la creación de una perspectiva unitaria, que ha conseguido teniendo en cuenta el lugar desde donde el espectador contempla la obra. Por eso, la estructura arquitectónica se va hacia los lados del triángulo del plemento, pero estas correcciones ópticas simulan un espacio creíble visto desde el suelo. Llama la atención la profusa decoración que ornamenta la arquitectura, en el estilo cosmatesco de gran colorido, propio de su tiempo. Los personajes, a mayor escala el Padre de la Iglesia, son de gran plasticidad y volumen, dado por el desarrollo de los pliegues de sus vestiduras y la postura natural con que se representan. Para llegar a este efecto de realidad, el artista figura detalles de gran verosimilitud, como los elementos que sitúa en el escritorio o las actitudes bien caracterizadas de los personajes, absortos en la lectura pero figurantes de un lugar preciso, que los une y da consistencia a sus actos. Pese al fondo de oro utilizado, las deformaciones ópticas ejecutadas concretizan el espacio, unitario y natural, para toda la composición