Juicio Final

Fra Angelico siguió el referente del Juicio Universal

Juicio Universal

Una de las obras más importantes del artista, Fra Angelico acomoda una composición de gran calado iconográfico al respaldo de un banco episcopal, el soporte de la pintura. La contraposición entre los espacios destinados a los condenados y los bienaventurados es absolutamente explícita.

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de la iglesia de Santa María degli Angeli en esta representación de su última obra, el Armario de la plata

Armario de la plata

Paneles decorativos de un relicario destinado a la iglesia de la Santíssima Annunziata, en Florencia. Las escenas reproducen los episodios más importantes de la vida de Cristo. Para su última obra, Fra Angelico contó con la ayuda de sus colaboradores, no sabiendo exactamente qué paneles corresponden a la mano del fraile pintor.

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. Aunque la composición es la nota más acusada, aquí no se consigue la gran sensación espacial que en aquél. La obra tiene su eje estructural en el Dios del Juicio que figura en el ámbito celeste, en la parte superior. Jesucristo, cuya mandorla mística está muy decorada en sus bordes y le confiere fuerte luminosidad, está flanqueado por dos grupos de santos: al frente del de la izquierda se sitúa María, cuya túnica está ejemplarmente compuesta en sus pliegues, de tonalidad blanca muy matizada; a la derecha, San Juan Bautista. Ambos parecen un tanto distanciados de sus grupos, ejemplificando Fra Angelico de esta forma su carácter de máximos intercesores de Dios. Abajo, en la parte terrenal, un camino, menos pronunciado que el de Santa María de los Ángeles, del que salen hombres de las tumbas, determina la separación entre los bienaventurados y los condenados. Mientras que la zona de la izquierda es de gran armonía y colorido muy variado, en la derecha predomina la fuerte sensación de dinamismo y movimientos confusos de las figuras amalgamadas. Un detalle superfluo, en el centro del camposanto, enfatiza la narratividad del suceso: un ángel, tirándole del brazo, lleva a un hombre al infierno. El personaje se identifica claramente como un condenado por sus ropas harapientas y sus tonalidades marrón oscuro.