Babilonia en su última época, según E. Unger

Babilonia, una de las ciudades legendarias de Mesopotamia, bebía directamente de las fuentes del Éufrates. Contaba con una gran muralla -una de las Siete Maravillas de la Antigüedad- tan espaciosa que, según Herodoto, un carro tirado por cuatro caballos podía maniobrar en su parte superior, y, según Estrabón, dos cuadrigas a la carrera podían adelantarse fácilmente.

La arquitectura neobabilónica se analiza especialmente gracias a los restos de la propia ciudad de Babilonia, donde se han hallado tanto construcciones de carácter religioso como civil. La capital contó con 24 calles principales, distribuidas en diez distritos, dentro de un recinto de planta rectangular.

De todo este largo período (1156-539 a.C.), que Babilonia estuvo dominada prácticamente por arameos y asirios, apenas nos han llegado restos arqueológicos y artísticos, dadas las sucesivas destrucciones que tuvieron que soportar las ciudades babilónicas. La X y última Dinastía, sobre todo con Nabucodonosor II (604-562), será el momento de máximo esplendor

El Etemenanki, el Esagila, el bit akiti, la Vía de las Procesiones y la Puerta de Ishtar son los edificios religiosos más importantes de la Babilonia neobabilónica.

Las murallas, los palacios, los Jardines colgantes y el puente sobre el Eufrates serán las construcciones más importantes que se realizaron en la Babilonia neobabilónica.