Babilonia
Localización
Desarrollo
Babilonia, una de las ciudades legendarias de Mesopotamia, bebía directamente de las fuentes del Éufrates. Este río dividía la ciudad en dos partes, que resultaban unidas gracias a un puente sujetado por columnas de piedra con forma de embarcación. Contaba también con una gran muralla -una de las Siete Maravillas de la Antigüedad- de 8 km de longitud, tan espaciosa que, según el historiador griego Herodoto , un carro tirado por cuatro caballos podía maniobrar en su parte superior, y, según Estrabón , dos cuadrigas a la carrera podían adelantarse fácilmente. La ciudad tuvo una especial significación religiosa en la Mesopotamia meridional. Su nombre -"la puerta de los dioses"- aludía a este papel, siendo el principal lugar de culto al dios Marduk . Durante la III Dinastía de Ur , en el siglo XVIII a.C., fue capital de provincia, y conoció una gran expansión durante el reinado de Hammurabi . En el año 1595 a.C. fue arrasada por los hititas y, durante la época cassita , fue el lugar donde sus soberanos se hicieron coronar. Babilonia estuvo en el centro de las disputas entre arameos y caldeos, por un lado, y asirios, por otro, durante el I milenio a.C., pues los primeros pretendían mantenerla independiente del poder asirio. En el año 689 a.C. fue asolada por Senaquerib , aunque posteriormente su sucesor, Esarhadon, ordenó su reconstrucción.
Hacia finales del siglo VII a.C. Nabopolasar se deshizo del yugo asirio y situó a Babilonia como una de las urbes más poderosas de su tiempo, estatus que continuó su hijo Nabucodonosor II . Tras la muerte de Nabucodonosor la ciudad entró en un rápido declive. Su hijo apenas reinó un año y la dinastía comenzó a desintegrarse por las rencillas intestinas hasta la llegada de un usurpador, Nabónido (555-539 a.C.), quien se enfrentó a los sacerdotes y dejó que la ciudad fuera conquistada por el persa Ciro . Bajo dominio persa aun viviría un cierto esplendor, aunque Jerjes la destruyó para castigar una sublevación, lo que significó su irremisible decadencia. En el siglo IV a.C. fue conquistada por Alejandro Magno , quien murió en ella, y se mantuvo bajo el control de sus sucesores, perdiendo lentamente su antiguo esplendor, ante el empuje de Seleucia, ciudad griega en la ribera del Tigris. Babilonia cayó en el olvido, desconociéndose su ubicación hasta el siglo XIX, en que fue excavada por el inglés R. Koldewey. La ciudad de Nabucodonosor ocupaba 800 ha, no construidas en su totalidad, pues contaba con anchos espacios para cultivos y frutales. Tenía también varios sistemas defensivos. El primero eran tres muros separados: uno interior, de adobe, de siete m de ancho; otro intermedio, tras 12 m, de ladrillo; un tercero adherido al segundo, de 3 m de espesor, formando el talud de un ancho foso.
Cada 52 m se levantaba una torre, mientras que el espacio entre los muros había sido rellenado con escombros, permitiendo el paso de carros tirados por caballos, como los que citaban Herodoto y Estrabón. Contaba además con otras fortificaciones internas, hechas de adobe, una interior de 6,5 m de espesor y otra exterior de 4. La ciudad estaba dividida en barrios, siendo recorrida por calles ortogonales. Cerca del río, en el ángulo N de la muralla exterior, estaba el "palacio de verano". El palacio Sur contaba con amplios patios, salas y almacenes donde se guardaban los textos administrativos. El palacio Norte, probable residencia privada del monarca, se hallaba separado del Sur por las murallas. Pero la mayor maravilla de Babilonia debieron ser los jardines colgantes, construidos en escalones ascendentes, con una base de piedra impermeabilizada con betún sobre la que una capa de tierra permitía crecer árboles de hasta 15 m de alto y 4 de ancho. Diodoro afirma que una máquina espiral permitía irrigar los jardines extrayendo agua del Eufrates. También Babilonia contaba con otras maravillas, como la Puerta de Ishtar , actualmente reconstruida en el Museo de Berlín , o la torre de Babel, un inmenso zigurat de planta cuadrada del que se sabe que fue reconstruido por Nabucodonosor sobre el perímetro de 90 de lado de otra torre precedente.
Hacia finales del siglo VII a.C. Nabopolasar se deshizo del yugo asirio y situó a Babilonia como una de las urbes más poderosas de su tiempo, estatus que continuó su hijo Nabucodonosor II . Tras la muerte de Nabucodonosor la ciudad entró en un rápido declive. Su hijo apenas reinó un año y la dinastía comenzó a desintegrarse por las rencillas intestinas hasta la llegada de un usurpador, Nabónido (555-539 a.C.), quien se enfrentó a los sacerdotes y dejó que la ciudad fuera conquistada por el persa Ciro . Bajo dominio persa aun viviría un cierto esplendor, aunque Jerjes la destruyó para castigar una sublevación, lo que significó su irremisible decadencia. En el siglo IV a.C. fue conquistada por Alejandro Magno , quien murió en ella, y se mantuvo bajo el control de sus sucesores, perdiendo lentamente su antiguo esplendor, ante el empuje de Seleucia, ciudad griega en la ribera del Tigris. Babilonia cayó en el olvido, desconociéndose su ubicación hasta el siglo XIX, en que fue excavada por el inglés R. Koldewey. La ciudad de Nabucodonosor ocupaba 800 ha, no construidas en su totalidad, pues contaba con anchos espacios para cultivos y frutales. Tenía también varios sistemas defensivos. El primero eran tres muros separados: uno interior, de adobe, de siete m de ancho; otro intermedio, tras 12 m, de ladrillo; un tercero adherido al segundo, de 3 m de espesor, formando el talud de un ancho foso.
Cada 52 m se levantaba una torre, mientras que el espacio entre los muros había sido rellenado con escombros, permitiendo el paso de carros tirados por caballos, como los que citaban Herodoto y Estrabón. Contaba además con otras fortificaciones internas, hechas de adobe, una interior de 6,5 m de espesor y otra exterior de 4. La ciudad estaba dividida en barrios, siendo recorrida por calles ortogonales. Cerca del río, en el ángulo N de la muralla exterior, estaba el "palacio de verano". El palacio Sur contaba con amplios patios, salas y almacenes donde se guardaban los textos administrativos. El palacio Norte, probable residencia privada del monarca, se hallaba separado del Sur por las murallas. Pero la mayor maravilla de Babilonia debieron ser los jardines colgantes, construidos en escalones ascendentes, con una base de piedra impermeabilizada con betún sobre la que una capa de tierra permitía crecer árboles de hasta 15 m de alto y 4 de ancho. Diodoro afirma que una máquina espiral permitía irrigar los jardines extrayendo agua del Eufrates. También Babilonia contaba con otras maravillas, como la Puerta de Ishtar , actualmente reconstruida en el Museo de Berlín , o la torre de Babel, un inmenso zigurat de planta cuadrada del que se sabe que fue reconstruido por Nabucodonosor sobre el perímetro de 90 de lado de otra torre precedente.