Mujer en la terraza

Al poco tiempo de su primera exposición en la Academia de Dresde, en 1816, Carus trabó amistad con Caspar David Friedrich

Caspar David Friedrich

Pintor alemán (1774-1840) es la principal aportación de Alemania al Romanticismo europeo. Se formó en Copenhague, entonces uno de los centros artísticos más avanzados, y se estableció definitivamente en Dresde. En torno a él se formaría un círculo de artistas, la Escuela de Dresde. Aunque no participó en grandes proyectos decorativos, sus obras fueron adquiridas por los reyes de Prusia Federico Guillermo III y Federico Guillermo IV, así como por el Zar Nicolás I. Su pintura destaca por el tratamiento simbólico del paisaje. Renovó este género a partir de la ruptura de las convenciones cromáticas y de perspectiva, por lo que su influencia se extiende hasta el Expresionismo y el Surrealismo.

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, la cual habría de durar hasta la muerte del pintor de Greifswald. Entre 1817 y mediados de los años veinte, señaladamente 1823, Carus realizó numerosos paisajes bajo la influencia directa de los temas y la concepción de la pintura de Friedrich. Desde mediados de esta década, el realismo y la plasmación de temas más cotidianos, más cercanos, se hace más acentuada. Del tránsito entre estos dos periodos data esta 'Mujer en la terraza'. El tema se relaciona con el auge que la figura femenina experimentó en la obra de Friedrich a partir de su matrimonio con Caroline Bommer en 1818. Durante los años veinte Friedrich ejecutará numerosas obras con la mujer como figura destacada, como Mujer en la ventana

Mujer en la ventana

Es el único cuadro de interior de Friedrich. Pintado en 1822, y expuesto en la Academia de Dresde junto al lienzo precedente de El mar helado, es una de las obras maestras del artista. Aunque su simbología es habitual en Friedrich - la conexión de este mundo con el ultraterreno - los medios de expresión, de cuidada geometría, con su aparente costumbrismo doméstico, son infrecuentes en su obra.

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o Mujer junto al mar

Mujer junto al mar

Refleja esta obra de Friedrich de 1818 una vista imaginaria de la isla de Rügen. Lo característico de este óleo es la preeminencia de la figura femenina como elemento constructivo, énfasis que se será característico de los años veinte.

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. Carus siguió esta variación temática pero, como en el resto de sus creaciones, sin la tensión formal ni la profundidad intelectual del maestro. Sus características formales son muy similares a las de Friedrich: con el cuerpo de perfil y la cabeza girada, de forma que su rostro apenas es visible, una mujer contempla un paisaje inabarcable desde la terraza de un jardín. Ésta, al igual que en Terraza

Terraza

Esta obra de 1811-12, es toda una muestra de la complicada red geométrica que subyace en los lienzos de Friedrich. En pocos casos como éste es posible apreciar esta matematización, oculta en una aparente naturalidad en sus otras obras.

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, separa el primer término del paisaje, a modo de barrera, eliminando toda transición. Para el fondo de montaña, Carus se inspiraba en los estudios del natural realizados durante sus visitas al Riesengebirge, alentadas por Friedrich.