Asunción

Datos principales


Autor

Domenikos Theotokopoulos

Fecha

1608-13

Estilo

Manierismo

Material

Oleo sobre lienzo

Dimensiones

347 x 174 cm.

Museo

Museo de Santa Cruz (Toledo)

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El pintor genovés Alejandro Semino fue el elegido por el Ayuntamiento de Toledo para decorar el retablo de la Capilla Oballe en la iglesia toledana de San Vicente, fundada por doña Isabel de Oballe. Al fallecer el artista sin haber iniciado los trabajos, se pensó en El Greco como el maestro idóneo para dicho encargo, produciéndose algunas alteraciones con respecto al diseño de Semino. El pago se concertó en 1.200 ducados y Doménikos debía acabar en un plazo de ocho meses, a contar desde diciembre de 1607. Como era costumbre en el cretense, no cumplió el plazo de entrega, acabándolo en 1613 por lo que el Ayuntamiento no pagó todo lo acordado al candiota ya que éste falleció en abril de 1614. El retablo de la Capilla Oballe está presidido por la Asunción, considerada en algunas ocasiones como Inmaculada Concepción. Un ángel parece elevar a la Virgen llevándola hasta el Espíritu Santo, que aparece en la parte superior; sin embargo, encontramos símbolos marianos - las rosas y los lirios que simbolizan el amor y la pureza respectivamente - mientras María coloca sus brazos en la típica postura de la Inmaculada. La duda está servida. La figura de María preside la escena al situarse en el centro de la composición, organizada a través de una espiral ascendente que refuerza los escorzos de algunas de las figuras. De esta manera muestra su influencia manierista. Alrededor de María se distribuyen diversos ángeles y querubines, conformando una especie de óvalo.

En la zona baja encontramos una nueva visión de la ciudad de Toledo, de la misma manera que en San José o San Martín de años anteriores. Toledo se presenta con una luz sobrenatural, abundando los tonos verdes y grises azulados. La luz y el color de la Escuela veneciana protagonizan esta delicada imagen, añadiéndose tonalidades manieristas; los rojos, azules, amarillos y verdes se distribuyen por el lienzo acentuados por los focos de luz. Allí donde incide la iluminación, el color en cuestión se convierte en blanco. Las figuras, excesivamente alargadas, muestran el tradicional canon flamígero de El Greco. Sus cuerpos apenas se perciben bajo los ropajes, convirtiendo su materia en espíritu. Las cabezas se hacen pequeñas, los cuerpos se acortan y las piernas se estiran para crear la sensación de que estamos alejados de la realidad y nos acercamos al mundo celestial. En la misma Capilla se colocaría la escena de la Visitación, aunque no estaba colocada cuando se dio por concluido el conjunto en 1613, quizá por alguna variación en el programa decorativo.

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