Niños en el umbral de una puerta

La familia americana de Degas será la protagonista de este boceto, uno de los más atrayentes del artista. Muestra a los niños jugando a la puerta de la casa de Michel Musson en el barrio francés de Nueva Orleans. Una criada de raza negra cuida de los pequeños en una calurosa tarde. Todos están completamente concentrados en el juego, excepto Odelle De Gas, la niña rubia que mira atentamente hacia el interior, la zona que ocupaba Degas a la hora de hacer la obra y en la que ahora está situado el espectador. El perro que contemplamos al fondo - al que el pintor apodaba Vasco de Gama - también nos mira, jugando con las dos miradas. La pincelada rápida y suelta se adueña de la composición, resultando sorprendente el contraste con las marcadas líneas de la ventana, la puerta o la casa del fondo. El colorido empleado es algo triste, al abundar los tonos sienas y ocres. El blanco grisáceo de los vestidos y del cielo alegra la escena. Expuesto en la muestra impresionista de 1876 junto al Mercado de algodón

Mercado de algodón

Una de las escenas más realistas de Degas en la que toma como muestra la oficina de compraventa de algodón de su tío en Nueva Orleans. La similitud con la pintura inglesa victoriana resulta sorprendente, alejándose ligeramente del Impresionismo.

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, recibió el halago de algunos críticos, entre ellos Emile Zola

Emile Zola

Uno de los retratos más importantes de Manet, realizado como muestra de agradecimiento al escritor que había defendido su obra desde el primer momento. La influencia de la estampa japonesa y de Velázquez se ponen de manifiesto en el tablón del fondo.

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