Colegiata de Santa María de la Asunción

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Datos principales


Lugar

Osuna

Localización

Osuna, Sevilla

Localización


Desarrollo


La Colegiata de Santa María de la Asunción preside la ciudad de Osuna desde el cerro en el que se asienta. Su construcción se inició en las primeras décadas del siglo XVI para sustituir la antigua parroquia medieval, que había sido pasto de las llamas. Don Juan de Téllez Girón obtenía en 1531 la Bula Pontificia que convertía la primitiva iglesia en Colegiata, ostentando ese rango desde esa fecha hasta la actualidad. Se trata de un templo con planta rectangular, tres naves, crucero y diez capillas dispuestas entre los potentes machones. Las obras estaban prácticamente terminadas hacia 1540, continuándose los trabajos puntualmente hasta la centuria siguiente. El proyecto de la fachada contaba con dos torres, una de ellas inacabada y otra reconstruida en 1918, tras ser destruida la primitiva por un rayo. La fachada sorprende por su severidad y escasez decorativa. Cuatro contrafuertes cuadrangulares que abarcan toda la altura caracterizan esta portada, a la que se abren tres puertas, siendo la principal la que presenta un mayor programa decorativo de estilo plateresco, con grutescos y figurillas. Las correspondientes a los pies de las naves laterales fueron cegadas en el siglo XVIII. En su interior, la Colegiata conserva un espectacular Retablo Mayor, realizado en el siglo XVII. También destaca el Cristo crucificado, de Juan de Mesa; el retablo de la Virgen de los Reyes, de Santiago Fernández; y la Crucifixión, pieza principal de la serie de lienzos realizados por José de Ribera en Nápoles para el duque de Osuna, durante la estancia de éste como Virrey en la ciudad italiana.

En torno a la antigua sacristía se organiza el Museo de Arte Sacro. Pero la Colegiata guarda aún un tesoro de incalculable valor: el Panteón Ducal. Se accede a través del llamado patio del Santo Sepulcro, una de las joyas del Plateresco, construido entre 1544 y 1555. Presenta dos plantas sobre columnas de piedra que sustentan arcos escarzanos, apoyados en grandes ábacos decorados con grutescos. En el piso bajo los arcos están separados por pilastras jónicas de clara inspiración plateresca. Desde ese espectacular patio se pasa a la Sacristía del Panteón, un pequeño y elegante recinto decorado con motivos platerescos y cubierto con un artesonado de tonalidades verdes y doradas. La Sacristía nos lleva a la Capilla de la Virgen de la Granada cuyos muros están decorados con estucos platerescos, destacando el retablo presidido por la escultura de la Virgen titular, obra atribuida a Guillén Ferrant. Debajo de la Colegiata y de la Capilla se encuentra la cripta familiar de los Girón, organizada a través de varias salas. Allí están enterrados los duques de Osuna, excepto el XII, don Mariano Téllez Girón, quien dilapidó el patrimonio de la casa debido a su célebre extravagancia, con algunas notas tan peculiares como hacer añicos la vajilla utilizada en cada banquete mientras que fue embajador en Rusia.

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