Monumento a Felipe IV

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Datos principales


Fecha

1634-40

Autor

Pietro Tacca

Lugar

Madrid

Localización

Madrid

Localización


Desarrollo


De entre las tipologías de la escultura celebrativa, el monumento ecuestre fue el que más vivo interés suscitó durante el Barroco. Mochi desbloqueó la forma compacta y dinamizó los ritmos, pero sería Tacca con esta bellísima obra el escultor que inventaría el modelo incontestado para todo el Barroco, incluso el del Setecientos, al lograr encabritar al caballo y hacerlo andar en corveta. Para conseguir el efecto deseado Galielo será el encargado de obtener los cálculos de tan difícil equilibrio. Verdad es que no superó el ritmo tenso del lenguaje tardo manierista florentino. Se inspiró en un cuadro de Velázquez para su ejecución mientras que Martínez Montañés será el encargado de modelar la cabeza del monarca. La estatua se colocaría en uno de los patios del Palacio del Buen Retiro. En la primera mitad del siglo XIX se reorganiza la plaza de Oriente y se colocó en un lugar preeminente esta estatua de Felipe IV, completándose con un estudiado monumento. Dos estatuas alegóricas de ancianos simbolizan a los ríos Manzanares y Jarama, ubicándose en los lados que dan al Palacio Real y al Teatro Real, respectivamente. El monumento se justifica como una exaltación del mecenazgo regio. En el pedestal se han representado dos relieves: Felipe IV imponiendo a Velázquez el hábito de Santiago -obra de Francisco Elías- y la Alegoría de la protección de Felipe IV a las Letras y a las Artes.

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