Escalinata principal del Park Güell

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Datos principales


Fecha

1900-14

Autor

Antoni Gaudí y Cornet

Lugar

Barcelona

Localización

Barcelona

Localización


Desarrollo


La escalera del Park Güell, que asciende entre muros con almenillas, presenta en el centro unos pequeños estanques que generan saltos de agua. Todos ellos decorados con trencadís. El primero de ellos muestra un compás graduado y un círculo del que surgen dos palos hacia arriba y dos hacia abajo: Los instrumentos del arquitecto y del constructor, que coinciden, evidentemente, con los de la masonería (no olvidemos que masón significaba "maestro de obras", como la figura del Dios medieval que se erigen en el gran arquitecto que con ayuda de un compás dibujaba el círculo del mundo o del universo). En el mismo nivel se encuentran representados corales, símbolos de la piedra en estado primigenio, la materia prima que el alquimista ha de purificar en su interior. En el primer rellano de la escalera se encontraba una losa hexagonal con la inscripción "Reus 1898" y una copa de cava. Hacían alusión directa a sus raíces en la comarca del Camp de Tarragona, y a la celebración que, con motivo de la compra de los terrenos, reunió al marqués de Asma, propietario de los mismo, a Güell y al propio Gaudí, quien también celebraba su cuarenta y cinco aniversario, edad en la que podía recibir el grado de Gran Maestro Arquitecto de la logia masónica a la cual pertenecía. A ambos lados de las escaleras, baldosas hexagonales, cóncavas y convexas, que nos remiten a las celdas de las abejas, símbolo del trabajo y vida en comunidad, tanto en sentido social como espiritual.

En el segundo tramo de la escalera, el escudo de Cataluña que da al Park su profundo sentido catalanista, que siempre quisieron remarcar sus creadores. La escalinata, inspirada en la de la Plaza de España, en Roma, construida por De Sanctis el año 1723, no indicaría que se trataba de una obra de Cataluña en España. Del centro del escudo surge la cabeza de una serpiente de color broncíneo, semejantes a las de Moisés o Asclepio, usadas para defender a su pueblo de las plagas. También se parecían incrustaciones de frutos de eucalipto. Todo ello en clara alusión al propio Güell como autor de un tratado contra las epidemias bajo el título "La inmunidad por las leucromías". El tercer tramo aparece ocupado por una salamandra que se aferra a los costados del estanque. La salamandra, representación animal del fuego, como la designa los colores de su cresta. En el cuarto tramo una figura marrón. Su parte baja es un trípode como el que utilizaba la pitonisa de Delfos cuando recitaba su oráculo, transformada por los humos de vapores de pino y sustancias aromáticas. Tras los trípodes, un banco para reposar y gozar con la contemplación de la panorámica, en el que da el sol en invierno y la sombra el resto del año. Se asemeja a una boca abierta, una boca trágica, con el labio inferior tenso por la profundidad del llanto.

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