El Park Güell de Barcelona
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Datos principales
Desarrollo
El Park Güell se encuentra emplazado en la barcelonesa montaña del Carmelo, que junto con la Creueta y la Montaña Pelada separan los barrios de Gracia y Horta del resto de la Ciudad Condal. En la actualidad el Park (siempre lo denominaremos así por ser la manera en que lo bautizó Gaudí , en alusión a su idea de parque a la inglesa) es uno de los lugares de interés culturals y turístico más visitados de Barcelona. En 1899 el industrial y mecenas de las artes Eusebi Güell decidió la compra de la finca conocida como Can Muntaner de Dalt, para dar forma a su proyecto de construcción de una Ciudad Jardín, que contaría con un total de sesenta parcelas urbanizables. La compra de los terrenos coincidió con un momento de euforia urbanística en Barcelona. Desde el derribo de las murallas medievales, a mediados del siglo XIX, la nueva burguesía industrial catalana había demostrado un gran interés en la construcción de nuevas viviendas en zonas, hasta aquel momento poco explotadas, que ofrecían mejores condiciones de vida, siendo el ejemplo más paradigmático el Eixample (Ensanche) de Barcelona. La barriada del La Salud, lugar en donde se encontraba Can Muntaner de Dalt, es una zona con una compleja orografía, que presentaba diversas dificultades para la construcción de viviendas. Popularmente todo el barrio era conocido como La Muntanya Pelada. Güell confió la obra a un joven arquitecto de su total confianza: Antoni Gaudí i Cornet. Éste proyectó una compleja red viaria que cruzaba, y salvaba las pendientes.
Dotó al complejo de un mercado cubierto , una gran plaza y parcelas. El desarrollo del proyecto se llevó a cabo entre los años 1900 y 1914. Únicamente se llegaron a construir dos viviendas: la propia Casa Gaudí (en realidad era la Casa-Muestra) y la Casa Trias . La ciudad soñada por Güell partía de los modelos utópicos de Garden City inglesas, nacidas como reacción a las aglomeraciones urbanas, a la superpoblación y a las condiciones insalubres herederas directas de la Revolución Industrial. No se trataba del único proyecto de similares características nacido en la capital condal, unos años antes el ingeniero Ildefons Cerdà planteó su Eixample de Barcelona dentro de unas directrices muy parecidas. El proyecto, muy atractivo, no tuvo el éxito esperado entre la burguesía barcelonesa, convirtiéndose rápidamente en un estrepitoso fracaso. Los motivos hay que buscarlos en la lejanía de la ciudad y en la incomodidad para los desplazamientos y para la construcción de las casas que presentaba el territorio. Ante este estado de las cosas no constituyó ninguna sorpresa que los herederos de Eusebi Güell abandonaran el proyecto a la muerte de éste, acaecida en 1918. Poco tiempo después el propio Antoni Gaudí decidió vender su casa a un reconocido constructor de pianos italiano llamando Chiappo Arietti. Gaudí, por su parte, se mudó a sus dependencias en la Sagrada Familia , vivienda que no abandonó hasta su muerte. Cuatro años después, en 1922, el Ayuntamiento de Barcelona decidió comprar la urbanización con la idea de convertirla en parque público. En 1984 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En ese momento se procedió al inicio de diversas campañas de restauración dirigidas por los arquitectos Elies Torres, J. A. Martínez Lapeña, Joan Bassegoda i Francesc Maña.
Dotó al complejo de un mercado cubierto , una gran plaza y parcelas. El desarrollo del proyecto se llevó a cabo entre los años 1900 y 1914. Únicamente se llegaron a construir dos viviendas: la propia Casa Gaudí (en realidad era la Casa-Muestra) y la Casa Trias . La ciudad soñada por Güell partía de los modelos utópicos de Garden City inglesas, nacidas como reacción a las aglomeraciones urbanas, a la superpoblación y a las condiciones insalubres herederas directas de la Revolución Industrial. No se trataba del único proyecto de similares características nacido en la capital condal, unos años antes el ingeniero Ildefons Cerdà planteó su Eixample de Barcelona dentro de unas directrices muy parecidas. El proyecto, muy atractivo, no tuvo el éxito esperado entre la burguesía barcelonesa, convirtiéndose rápidamente en un estrepitoso fracaso. Los motivos hay que buscarlos en la lejanía de la ciudad y en la incomodidad para los desplazamientos y para la construcción de las casas que presentaba el territorio. Ante este estado de las cosas no constituyó ninguna sorpresa que los herederos de Eusebi Güell abandonaran el proyecto a la muerte de éste, acaecida en 1918. Poco tiempo después el propio Antoni Gaudí decidió vender su casa a un reconocido constructor de pianos italiano llamando Chiappo Arietti. Gaudí, por su parte, se mudó a sus dependencias en la Sagrada Familia , vivienda que no abandonó hasta su muerte. Cuatro años después, en 1922, el Ayuntamiento de Barcelona decidió comprar la urbanización con la idea de convertirla en parque público. En 1984 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En ese momento se procedió al inicio de diversas campañas de restauración dirigidas por los arquitectos Elies Torres, J. A. Martínez Lapeña, Joan Bassegoda i Francesc Maña.