Wari
Localización
Desarrollo
Situada a unos 25 kms. al norte de la actual Ayacucho (Perú), en la sierra andina meridional, se alzan las ruinas de Wari a unos 2830 m. de altitud. El final del clasicismo andino supuso el nacimiento de un Estado militarista, el Imperio Wari . Era una ciudad de extraordinario tamaño, de la que se conocen solamente algunos sectores. La primera noticia de este lugar y de esta cultura la dio el historiógrafo y cronista Pedro Cieza de León , que la visitó en 1550. Sin embargo, su crónica permaneció durante mucho tiempo sumida en el olvido, y no fue hasta 1920 cuando se redescubrieron las ruinas gracias al arqueólogo Julio C. Tello (1880 - 1947). Originada a mediados del siglo VI en la sierra de Ayacucho, tiene antecedentes locales en la cultura Warpa, beneficiándose también de dos polos de influencia externa: cultura Nazca , en la costa peruana, y Tiahuanaco , en el altiplano boliviano. Wari llegó a tener hasta 50.000 habitantes, e inició un vasto programa de expansión que le llevó a conquistar casi todo Perú, siendo el Imperio andino más importante por detrás del Inca . Sin embargo, la etapa imperial en sí no duró desde el s. IX - XI. Impuso sus estructuras políticas, económicas y religiosas desde Cuzco y Moquegua por el sur, hasta Lambayeque y Cajamarca por el norte, incluyendo los territorios intermedios de las culturas Nazca, Lima, Recuay y Moche. Las relaciones de Wari con Tiahuanaco parecen haber sido tensas, aunque nunca al punto de un enfrentamiento armado.
Hacia el siglo XI, y por causas que se desconocen, se produce el colapso del Imperio, resurgiendo tras su caída el Regionalismo peruano. La zona arqueológica de Wari tiene casi dos mil hectáreas de extensión, considerando los restos arqueológicos dispersos en todo el área. Presenta un núcleo urbano central donde se sitúan los grandes conglomerados de construcciones. Las edificaciones fueron construidas con piedra y barro, revestidas de un enlucido fino y pintadas de color rojo y blanco. Para los muros se utilizaron piedra laja y también argamasa de barro arcilloso. Estas paredes constituyen verdaderas murallas, ya que alcanzan los 12 m. de altura, 3 m. de espesor en la base y 1 m. en la parte superior. Su función básica era delimitar grandes espacios de forma cuadrangular y rectangular, en los que posiblemente se ubicaban las viviendas y otras edificaciones. Otros grupos de construcciones integraban cámaras y recintos religiosos, edificados con enormes piedras finamente trabajadas y encajadas. Canchas y plazas completaban la arquitectura de la ciudad. Destaca también la cerámica y los tejidos. La industria textil de Wari estaba influenciada por la de Nazca, llegando a ser de las más bellas del mundo prehispánico. Hay diseños de animales (serpientes, felinos, aves) y de deidades locales, y las técnicas utilizadas provienen de Moche, predominando el color rojo brillante, el azul, el amarillo, el dorado y el blanco. Respecto a la cerámica, pasó por una primera fase en la que se caracterizaba por su gran tamaño y por ser enterradas como ofrendas. En esta primera fase se nota la influencia de la de Tiahuanaco. Durante la segunda fase, se difunde la cultura Wari a lo largo de Ayacucho, extendiéndose por la costa, pasando de ser de gran tamaño a modelos más pequeños (destaca la representación de la cabeza felina).
Hacia el siglo XI, y por causas que se desconocen, se produce el colapso del Imperio, resurgiendo tras su caída el Regionalismo peruano. La zona arqueológica de Wari tiene casi dos mil hectáreas de extensión, considerando los restos arqueológicos dispersos en todo el área. Presenta un núcleo urbano central donde se sitúan los grandes conglomerados de construcciones. Las edificaciones fueron construidas con piedra y barro, revestidas de un enlucido fino y pintadas de color rojo y blanco. Para los muros se utilizaron piedra laja y también argamasa de barro arcilloso. Estas paredes constituyen verdaderas murallas, ya que alcanzan los 12 m. de altura, 3 m. de espesor en la base y 1 m. en la parte superior. Su función básica era delimitar grandes espacios de forma cuadrangular y rectangular, en los que posiblemente se ubicaban las viviendas y otras edificaciones. Otros grupos de construcciones integraban cámaras y recintos religiosos, edificados con enormes piedras finamente trabajadas y encajadas. Canchas y plazas completaban la arquitectura de la ciudad. Destaca también la cerámica y los tejidos. La industria textil de Wari estaba influenciada por la de Nazca, llegando a ser de las más bellas del mundo prehispánico. Hay diseños de animales (serpientes, felinos, aves) y de deidades locales, y las técnicas utilizadas provienen de Moche, predominando el color rojo brillante, el azul, el amarillo, el dorado y el blanco. Respecto a la cerámica, pasó por una primera fase en la que se caracterizaba por su gran tamaño y por ser enterradas como ofrendas. En esta primera fase se nota la influencia de la de Tiahuanaco. Durante la segunda fase, se difunde la cultura Wari a lo largo de Ayacucho, extendiéndose por la costa, pasando de ser de gran tamaño a modelos más pequeños (destaca la representación de la cabeza felina).