Ripoll
Localización
Desarrollo
Se remontan a la Edad del Bronce las primeras muestras de presencia humana en esta zona, vinculadas a una pequeña población situada entre los ríos Ter y Freser y las montañas. Pero será en el siglo IX de nuestra era cuando se inicie una intensa repoblación del territorio gracias al impulso otorgado por Vifredo el Belloso . En el año 879 el Belloso funda un monasterio bajo la advocación de Santa María, que será administrado por una comunidad de monjes benedictinos. Alrededor del monasterio se creará una próspera población que irá en aumento, dotándose de una muralla en el siglo XIV. También en estas fechas se celebrará un mercado semanal y se construirá un canal para recoger agua del río Freser, convirtiéndose en el motor económico de la población. La prosperidad económica se verá frenada momentáneamente en el año 1428 cuando un terremoto causará graves desperfectos en algunas de las dependencias monásticas. El crecimiento urbano continúa, expandiéndose la villa alrededor de las murallas, creándose dos nuevos barrios. Si bien serán continuos los enfrentamientos entre la población ripollesa y la abadía, entre los siglos XVI y XVIII se vivirá un nuevo momento de esplendor económico gracias a los trabajos del hierro, especialmente las armas de fuego. Este panorama se mantendrá hasta principios del siglo XIX. Durante la Guerra de la Independencia, los ripollenses consiguieron independizarse del poder del abad, al que estaban sujetos desde el siglo IX.
El golpe definitivo que pone fin a la hegemonía del monasterio se produce durante la Primera Guerra Carlista y la Desamortización de Mendizabal . El abad y los monjes abandonaron el monasterio y el recinto monástico fue saqueado e incendiado. En 1835 el comandante carlista Carlos de España ataca y ocupa la población, incendiando casas y puentes, reduciendo la población en un tercio. Una vez acabado el conflicto, buena parte de los habitantes que habían huido regresaron a sus hogares, reconstruyendo sus casas con piedras procedentes del monasterio. En la segunda mitad del siglo XIX un nuevo horizonte se abre para Ripoll al crearse un buen número de fábricas textiles, lo que traerá consigo importantes reformas urbanísticas y un considerable aumento de población. En estas fechas se produce la reconstrucción del monasterio gracias a la inestimable labor del obispo de Vic. Hasta la Guerra Civil, Ripoll vivirá una etapa de progreso que se truncará con la postguerra. Una vez superada esta dura etapa, Ripoll volverá a una período de expansión, pasando de poco más de 7.000 habitantes a 10.000, construyéndose barriadas en las zonas periféricas. Desde el fin de la dictadura del general Franco , la ciudad experimenta de manera continuada una serie de cambios encaminados a dotarla de los equipamientos necesarios para afrontar el siglo XXI con garantías.
El golpe definitivo que pone fin a la hegemonía del monasterio se produce durante la Primera Guerra Carlista y la Desamortización de Mendizabal . El abad y los monjes abandonaron el monasterio y el recinto monástico fue saqueado e incendiado. En 1835 el comandante carlista Carlos de España ataca y ocupa la población, incendiando casas y puentes, reduciendo la población en un tercio. Una vez acabado el conflicto, buena parte de los habitantes que habían huido regresaron a sus hogares, reconstruyendo sus casas con piedras procedentes del monasterio. En la segunda mitad del siglo XIX un nuevo horizonte se abre para Ripoll al crearse un buen número de fábricas textiles, lo que traerá consigo importantes reformas urbanísticas y un considerable aumento de población. En estas fechas se produce la reconstrucción del monasterio gracias a la inestimable labor del obispo de Vic. Hasta la Guerra Civil, Ripoll vivirá una etapa de progreso que se truncará con la postguerra. Una vez superada esta dura etapa, Ripoll volverá a una período de expansión, pasando de poco más de 7.000 habitantes a 10.000, construyéndose barriadas en las zonas periféricas. Desde el fin de la dictadura del general Franco , la ciudad experimenta de manera continuada una serie de cambios encaminados a dotarla de los equipamientos necesarios para afrontar el siglo XXI con garantías.