Alcañiz
Localización
Desarrollo
Localidad aragonesa de la provincia de Teruel, en la comarca del Bajo Aragón, bañada por el río Guadalope. La historia de Alcañiz y su territorio es muy antigua. Se han hallado muestras del arte rupestre levantino en el lugar conocido como Val del Charco del Agua Amarga . También por aquí pasaron los iberos, quienes dejaron su huella en el Cabezo Palao. El nombre actual de Alcañiz se debe a los árabes. Éstos, allí asentados, nombraron al lugar como "cañizo" o "las cañas". Alfonso I conquista la población en 1117, una conquista a la que sigue la de Ramón Berenguer IV en 1157, quien otorgó una Carta Puebla y ciertos privilegios. Entre medias, aparece citado Alcañiz en el Cantar del Mío Cid, fechado en 1140. Conquistada para los cristianos, la repoblación corrió a cargo de Alfonso II quien, en 1179, cedió el castillo de Alcañiz a la orden de Calatrava, con la misión de defender el territorio de los ataques musulmanes. Las relaciones entre los monjes-soldado y la población local no fueron siempre amistosas, pues serán repetidos los conflictos que enfrentarán al concejo con la Orden, especialmente en 1238. En febrero de 1412 se firmó en Alcañiz un documento de trascendental importancia, la Concordia de Alcañiz, según el cual parlamentarios aragoneses y catalanes llegaban a un acuerdo para elegir a un nuevo rey. Este documento será el precedente del Compromiso de Caspe, por el cual se nombrará rey a Fernando de Antequera.
. Durante el siglo XVI Alcañiz creció notablemente, superando las barreras medievales. Algunos autores hablan de un verdadero "siglo de oro", pues coinciden en la localidad humanistas como Juan Sobrarias, Pedro Ruiz de Moros, Bernardino Gómez Miedes, Juan Lorenzo Palmierno, Domingo Andrés y Andrés Vives. Durante el siglo XVII dos acontecimientos influirán negativamente sobre Alcañiz y sus moradores: la expulsión de los moriscos y la guerra con Cataluña. En compensación por su apoyo a la causa monárquica, Felipe IV concederá a Alcañiz el título de ciudad. También sufrió la ciudad la Guerra de Independencia, debiendo sus habitantes defenderse heroicamente el 23 de mayo de 1809. Igualmente dura fue la Guerra Civil, pues Alcañiz fue zona de intensos combates: personajes como Líster y Franco pasaron sucesivamente por aquí. Los avatares de la historia han dejado en Alcañiz una buena nómina de monumentos. Por citar algunos, señalaremos el Castillo de los Calatravos, la ex-Colegiata Iglesia Parroquial Santa María la Mayor, la Lonja, el Ayuntamiento, la ermita de la Virgen de Pueyos, las iglesias del Carmen, de Santo Domingo, de San Francisco y de los Escolapios, o el Palacio barroco de los Comendadores.
. Durante el siglo XVI Alcañiz creció notablemente, superando las barreras medievales. Algunos autores hablan de un verdadero "siglo de oro", pues coinciden en la localidad humanistas como Juan Sobrarias, Pedro Ruiz de Moros, Bernardino Gómez Miedes, Juan Lorenzo Palmierno, Domingo Andrés y Andrés Vives. Durante el siglo XVII dos acontecimientos influirán negativamente sobre Alcañiz y sus moradores: la expulsión de los moriscos y la guerra con Cataluña. En compensación por su apoyo a la causa monárquica, Felipe IV concederá a Alcañiz el título de ciudad. También sufrió la ciudad la Guerra de Independencia, debiendo sus habitantes defenderse heroicamente el 23 de mayo de 1809. Igualmente dura fue la Guerra Civil, pues Alcañiz fue zona de intensos combates: personajes como Líster y Franco pasaron sucesivamente por aquí. Los avatares de la historia han dejado en Alcañiz una buena nómina de monumentos. Por citar algunos, señalaremos el Castillo de los Calatravos, la ex-Colegiata Iglesia Parroquial Santa María la Mayor, la Lonja, el Ayuntamiento, la ermita de la Virgen de Pueyos, las iglesias del Carmen, de Santo Domingo, de San Francisco y de los Escolapios, o el Palacio barroco de los Comendadores.