San Leandro y San Buenaventura

Datos principales


Autor

Bartolomé Esteban Murillo

Fecha

1665-66

Estilo

Barroco Español

Material

Oleo sobre lienzo

Dimensiones

200 x 176 cm.

Museo

Museo BB.AA. Sevilla

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En 1665 Murillo empieza el más amplio encargo pictórico que realizó en su vida. Se trata de las obras que formarían el retablo principal, los pequeños retablos colaterales del presbiterio y los cuadros de las capillas laterales de la iglesia de los Capuchinos de Sevilla. En el retablo mayor del templo se encontraba esta obra, formando pareja con las Santas Justa y Rufina. La ubicación de ambos santos en la decoración del retablo vendría motivada porque san Buenaventura es uno de los principales santos de la Orden Franciscana mientras que san Leandro fue, según la tradición, el fundador del templo que se levantó donde fueron martirizadas las patronas de la ciudad, lugar que luego ocuparía la iglesia de los Capuchinos. Sería, por lo tanto, una alegoría de la entrega simbólica del templo por parte de san Leandro a san Buenaventura. Esa es la razón por la que éste aparece con una maqueta del antiguo templo, de traza gótica, que Murillo debió conocer a través de algún grabado. La solemnidad y gravedad de la composición ha intentado ser suavizada por el maestro gracias a los gestos de ambos santos, dispuestos en actitud dialogante. Así san Leandro aparece de perfil y san Buenaventura de frente, dirigiendo el primero la mirada hacia el segundo como queriendo transmitirle un mensaje. La figura de san Leandro ya había sido pintada por Murillo para la sacristía de la catedral, siguiendo aquí la misma iconografía, con su báculo arzobispal y mostrando una cartela donde alude a su lucha contra los arrianos mientras un pequeño ángel sostiene su mitra que alude a la condición de obispo. San Buenaventura aparece representado con la tonsura y la barba típicas de los Capuchinos, el hábito pardo y la muceta roja. Las luces empleadas crean una formidable sensación atmosférica que caracteriza la etapa madura de Murillo.

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