Lanzador de cargas de profundidad
Desarrollo
El desarrollo del arma submarina -con navíos cada vez más rápidos y dotados de potencia destructora- convirtió a ésta en una seria amenaza para la circulación de los barcos de superficie, tanto militares como comerciales. En consecuencia, aparte de incrementar las medidas de vigilancia y detección -radar, asdic, vigilancia aérea, etc.- se instalaron en los buques de guerra lanzaderas de cargas de profundidad, mecanismos capaces de expulsar gran número de proyectiles explosivos sobre el área en la que se había detectado la presencia de un submarino. Un lanzador de cargas de profundidad es básicamente un conjunto de carriles inclinados, situado en la popa del barco, sobre los que se sitúan las cargas y una serie de dispositivos mecánicos para facilitar su lanzamiento. La rampa más utilizada era capaz de cargar a la vez ocho cargas Mark 6. Las cargas rodaban por su propio peso hasta que eran frenada por una muesca en los raíles. Cuando se accionaba la palanca de liberación, se hacía que la primera carga de la fila cayera al mar, al tiempo que las cargas situadas posteriormente adelantaban posiciones. Las cargas de profundidad causaron muchas bajas entre los submarinos japoneses y alemanes, siendo una de las armas fundamentales en la lucha antisubmarina.