Compartir
Datos principales
Desarrollo
A partir del siglo XVI comienza una lenta pero inexorable decadencia de la ciudad, que se prolonga durante las centurias siguientes. Córdoba queda poco a poco relegada a un papel secundario dentro de las ciudades de la Monarquía hispana de los Austrias, situación que se mantendrá con los Borbones. El descubrimiento y colonización de América desplaza el centro de atención política y económica hacia Sevilla, primero, y Cádiz, después. Córdoba se desliza por una lenta pendiente en la que pierde importancia y población, alejada de los centros de poder y toma de decisiones. Sólo pequeños acontecimientos sacan ocasionalmente a la ciudad y sus pobladores del letargo en el que están sumidos, como la construcción, bajo los Austrias, de la Puerta del Puente y la plaza de la Corredera , así como la realización de Cortes en 1570, bajo Felipe II . Al Siglo de Oro español aporta Córdoba una de sus figuras fundamentales: Luis de Góngora . En el siglo siguiente, durante el reinado de Felipe V , tuvo lugar el llamado "motín del pan", debido a la escasez de trigo. Por estas fechas la ciudad pasó por un periodo de escasez y crisis, que ahondaba su decadencia. Sin embargo, también en este momento fueron levantados magníficos palacios y las iglesias se decoraron con impresionantes retablos barrocos, como los realizados por Gómez de Sandoval. El Colegio de la Compañía es también obra de este periodo, así como pertenecen a esta época los llamados Triunfos , monumentos dispersos por varias plazas en los que aparece el arcángel San Rafael, figura de gran devoción popular.
Por último, se construyeron la conocida plaza de los Dolores y el Colegio de Santa Victoria , obra ésta de Ventura Rodríguez . Los primeros años del siglo XIX son, como no podía ser de otro modo, una época convulsa. Durante la invasión francesa y la posterior Guerra de Independencia sus pobladores sufrieron duras penalidades y una fuerte represión. En la Guerra tomó una parte muy activa un cordobés ilustre, Ángel de Saavedra, más tarde conocido como el poeta Duque de Rivas . Expulsados los franceses y restaurada la monarquía de Fernando VII , las disputas entre liberales y absolutistas que caracterizaron también afectaron a Córdoba, cuya población aparece dividida. Durante el reinado de Isabel II Córdoba fue cuartel de los liberales quienes, en 1868, lograron derrotar a los realistas en el puente de Alcolea, lo que significó el destierro para la reina. Las primeras décadas del siglo XX parecen continuar la tendencia anterior: depresión económica, despoblamiento, estructuras caciquiles y subdesarrollo son factores que sumen a Córdoba en un papel postergado. La Guerra Civil de 1936-39 afecta a Córdoba dejando un reguero de muerte y destrucción, como en tantas ciudades españolas. No será hasta mediados de siglo cuando la ciudad comience una lenta recuperación, aprovechando el despertar económico general. Poco a poco Córdoba cambia su fisonomía, dotándose de nuevas y más modernas infraestructuras, un proceso que tiene su punto culminante en 1992, con la inauguración del AVE que une las ciudades de Madrid, Córdoba y Sevilla.
La modernidad trae la creación de nuevos barrios y el surgimiento de su Universidad. La Córdoba actual, bimilenaria, recoge apaciblemente los frutos de largos siglos de esplendor, en los que han brillado nombres -aparte de los ya citados- como los de los pintores Pablo de Céspedes , Antonio del Castillo y Julio Romero de Torres ; orfebres como Damián de Castro; historiadores como Ambrosio de Morales; escultores como Mateo Inurria ; toreros como Guerrita , Manolete , Lagartijo y otros; poetas como Juan de Mena o Antonio Gala , y un sinfín de personalidades, a muchas de las cuales recuerda la ciudad en los numerosos monumentos que aparecen desperdigados por calles, plazas y plazoletas.
Por último, se construyeron la conocida plaza de los Dolores y el Colegio de Santa Victoria , obra ésta de Ventura Rodríguez . Los primeros años del siglo XIX son, como no podía ser de otro modo, una época convulsa. Durante la invasión francesa y la posterior Guerra de Independencia sus pobladores sufrieron duras penalidades y una fuerte represión. En la Guerra tomó una parte muy activa un cordobés ilustre, Ángel de Saavedra, más tarde conocido como el poeta Duque de Rivas . Expulsados los franceses y restaurada la monarquía de Fernando VII , las disputas entre liberales y absolutistas que caracterizaron también afectaron a Córdoba, cuya población aparece dividida. Durante el reinado de Isabel II Córdoba fue cuartel de los liberales quienes, en 1868, lograron derrotar a los realistas en el puente de Alcolea, lo que significó el destierro para la reina. Las primeras décadas del siglo XX parecen continuar la tendencia anterior: depresión económica, despoblamiento, estructuras caciquiles y subdesarrollo son factores que sumen a Córdoba en un papel postergado. La Guerra Civil de 1936-39 afecta a Córdoba dejando un reguero de muerte y destrucción, como en tantas ciudades españolas. No será hasta mediados de siglo cuando la ciudad comience una lenta recuperación, aprovechando el despertar económico general. Poco a poco Córdoba cambia su fisonomía, dotándose de nuevas y más modernas infraestructuras, un proceso que tiene su punto culminante en 1992, con la inauguración del AVE que une las ciudades de Madrid, Córdoba y Sevilla.
La modernidad trae la creación de nuevos barrios y el surgimiento de su Universidad. La Córdoba actual, bimilenaria, recoge apaciblemente los frutos de largos siglos de esplendor, en los que han brillado nombres -aparte de los ya citados- como los de los pintores Pablo de Céspedes , Antonio del Castillo y Julio Romero de Torres ; orfebres como Damián de Castro; historiadores como Ambrosio de Morales; escultores como Mateo Inurria ; toreros como Guerrita , Manolete , Lagartijo y otros; poetas como Juan de Mena o Antonio Gala , y un sinfín de personalidades, a muchas de las cuales recuerda la ciudad en los numerosos monumentos que aparecen desperdigados por calles, plazas y plazoletas.