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Datos principales
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Relac intern
Desarrollo
Tras la paz de Cateau-Cambrésis , Francia y España habían enterrado las viejas hostilidades e inaugurado un período de obligadas buenas relaciones, llevadas por la necesidad del frente común ante el peligro reformista. Pero las guerras de religión francesas y la debilidad de la posición de la dinastía Valois habían obligado a la reina Catalina de Médicis y a sus hijos a intentar un difícil equilibrio entre católicos y hugonotes, sorteando el peligro de quedar excesivamente dependientes de uno de los dos bandos. Ello obligaba a vaivenes en sus relaciones con España y a que no hubiese ni una amistad ni una enemistad abiertamente declaradas. La muerte sin sucesión de Enrique III en 1589, asesinado por el dominico Jacques Clément, y la posibilidad de que le sucediese el hugonote Enrique de Borbón, rey de Navarra, cambiaron la situación, y Felipe II se vio obligado a oponerse, con las armas si era preciso, a una candidatura que supondría un refuerzo de los rebeldes flamencos. Una vez más planteó los derechos de su hija Isabel Clara Eugenia , como nieta mayor de Enrique II , y para apoyarlos ordenó en 1590 la invasión de Francia por las tropas situadas en los Países Bajos, al estar el ejército de España ocupado en la rebelión aragonesa. Aunque España consiguió en la guerra victorias parciales, como la ocupación de Calais en 1596, era difícil enfrentarse a la vez a Inglaterra, Francia y los Países Bajos. La necesidad de acordar la paz con Enrique IV era obligada, si se quería tener alguna posibilidad de éxito frente a los otros dos contendientes, y los posibles beneficios de una victoria no podían suplir el grave deterioro de tropas y finanzas. Así, en mayo de 1598 se firmó en Vervins la paz con Francia, por la que España le devolvía las plazas ocupadas sin apenas más contrapartida que encontrarse las manos libres para enfrentarse con los Países Bajos, a quienes sin embargo Francia siguió apoyando en la medida de sus posibilidades.