El obispado de Manrique de Lara
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Datos principales
Rango
Arte Español Medieval
Desarrollo
Los inicios de la construcción de la actual catedral de León , en la transición de los siglos XII al XIII están vinculados a la figura del obispo Manrique de Lara; miembro de una familia relacionada con la casa real de Navarra, con cargos eclesiásticos en la catedral de León anteriores a su elección como obispo, apoyó a Alfonso IX en sus disputas con el papado. Don Lucas de Tuy escribió en su "Crónica de España", redactada, según J. Pujol, entre los años 1197 y 1204: "tunc reverendus episcopus legionensis Maricus eiusdem sedis ecelesiam fundavit opere magno, sed eam ad perfectionem non duxit". Street, Enlart y Gómez Moreno, tras un análisis estilístico que tenía como referencias canónicas los modelos europeos, especialmente franceses, no dudaron en reducir el papel de promotor del obispo Manrique. Las hipótesis pueden ser varias: a) que el obispo hubiese iniciado el edificio y que a su muerte la construcción languideciese, como consecuencia de los problemas económicos, hasta la segunda mitad del siglo XIII; b) que hubiese concebido una iglesia menos ambiciosa, con una morfología, más acorde con el arte de 1200, como atestiguan las decoraciones de algunos sepulcros, la existencia del arquitecto Pedro Cibriánez en el último tercio del siglo XII, e importantes donaciones en 1199, o c) puede considerarse que la iniciativa del obispo Manrique no pasó de la cimentación de la iglesia gótica y que, en realidad, la sede actual se inició en 1255.
De cualquier forma, no debe ser considerada la cimentación como una obra menor; el nuevo presbiterio rompe la muralla, cambia de niveles, establece nuevas alturas de pavimentos y compacta un suelo muy movido por las sucesivas construcciones que se realizaron en ese lugar desde el siglo I. El período comprendido entre la muerte del obispo Manrique de Lara en 1205 y la elección de Martín Fernández es generoso en la descripción de un panorama desastroso en la economía de la diócesis, pero parco en noticias sobre la construcción del edificio. Con el siglo XIII, la situación económica de la iglesia de León experimentó una gran crisis, no muy diferente a la que manifestaban otras diócesis hispanas. Los factores que la produjeron fueron varios; pueden señalarse, entre otros, los impuestos destinados a la guerra, el olvido por parte del cabildo de las obligaciones emanadas de la regla, el elevado número de canonjías y de clérigos beneficiados y la mala administración episcopal. Los papas Honorio III , con la intervención del cardenal Pelayo, e Inocencio IV intentaron resolver la crisis mediante la reforma del cabildo. Bajo esta óptica, resulta difícil explicar la decisión de acometer tan ambiciosas empresas artísticas, especialmente ante el reflejo insignificante en la documentación de las donaciones para la obra de la iglesia catedral. Bien es cierto que obra o fábrica de Santa María no significa necesariamente la construcción de la catedral; son epígrafes muy amplios bajo los que se recogen las distintas actividades encaminadas al mantenimiento de las funciones litúrgicas y religiosas de la iglesia, entre las que se cuentan las específicamente constructivas, pero no de forma exclusiva. En el ámbito de esta interpretación polivalente de obra, se sabe que el cabildo fue extendiendo las posesiones urbanas destinadas a cubrir las necesidades de ese capítulo entre 1220 y 1250. En el conjunto de noticias que, durante este período, hacen referencia a la construcción de la catedral, tan sólo destaca la dotación de una capilla realizada en enero de 1230 por el referido cardenal Pelayo; cuesta trabajo creer que tal capilla se realizase en el interior de la vieja catedral románica.
De cualquier forma, no debe ser considerada la cimentación como una obra menor; el nuevo presbiterio rompe la muralla, cambia de niveles, establece nuevas alturas de pavimentos y compacta un suelo muy movido por las sucesivas construcciones que se realizaron en ese lugar desde el siglo I. El período comprendido entre la muerte del obispo Manrique de Lara en 1205 y la elección de Martín Fernández es generoso en la descripción de un panorama desastroso en la economía de la diócesis, pero parco en noticias sobre la construcción del edificio. Con el siglo XIII, la situación económica de la iglesia de León experimentó una gran crisis, no muy diferente a la que manifestaban otras diócesis hispanas. Los factores que la produjeron fueron varios; pueden señalarse, entre otros, los impuestos destinados a la guerra, el olvido por parte del cabildo de las obligaciones emanadas de la regla, el elevado número de canonjías y de clérigos beneficiados y la mala administración episcopal. Los papas Honorio III , con la intervención del cardenal Pelayo, e Inocencio IV intentaron resolver la crisis mediante la reforma del cabildo. Bajo esta óptica, resulta difícil explicar la decisión de acometer tan ambiciosas empresas artísticas, especialmente ante el reflejo insignificante en la documentación de las donaciones para la obra de la iglesia catedral. Bien es cierto que obra o fábrica de Santa María no significa necesariamente la construcción de la catedral; son epígrafes muy amplios bajo los que se recogen las distintas actividades encaminadas al mantenimiento de las funciones litúrgicas y religiosas de la iglesia, entre las que se cuentan las específicamente constructivas, pero no de forma exclusiva. En el ámbito de esta interpretación polivalente de obra, se sabe que el cabildo fue extendiendo las posesiones urbanas destinadas a cubrir las necesidades de ese capítulo entre 1220 y 1250. En el conjunto de noticias que, durante este período, hacen referencia a la construcción de la catedral, tan sólo destaca la dotación de una capilla realizada en enero de 1230 por el referido cardenal Pelayo; cuesta trabajo creer que tal capilla se realizase en el interior de la vieja catedral románica.