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Kursk campaña

Desarrollo


Completando la narración de la marcha de la guerra en los Balcanes y Europa central, hemos dejado para última hora la situación de los Ejércitos Norte y Centro tras los combates del verano. El Grupo de Ejércitos Norte (Schoerner), con 32 divisiones, fue empujado hacia el oeste por el Grupo de Ejércitos de Leningrado (Govorov), con 132 divisiones, logrando formar una primera barrera de contención en Parnu, con el apoyo de lo flota (20). No tardaría, sin embargo, mucho tiempo en ceder los muros de contención de la bolsa: Yeremenko atacó por el sur con su Tercer Frente del Báltico, en dirección a Riga, que tomó el 13 de octubre. Como evidentemente nada tenían que hacer allí, las tropas cercadas contra el Golfo de Riga, pudieron salir de aquella ratonera el 23 de noviembre con buen orden y escasas pérdidas -gracias a los cañones de la flota- y ser trasladadas a la Península de Curlandia, donde Schorner se encontraba cercado desde octubre, pues Bagramian, con su Primer frente del Báltico, había llegado al mar entre Memel y Libau. En esa helada península, sosteniendo un frente de 180 kilómetros, resistieron las 26 divisiones que le quedaban al Grupo de Ejércitos Norte hasta el final de la guerra, apoyadas y abastecidas por la flota, cuando Guderian clamaba por ellas para sostener el frente de Prusia. Precisamente en esa zona, la más oriental de Alemania, alcanzaron los soviéticos las tierras del III Reich.

El 16 de octubre atacó Cherniakovsky, con enorme superioridad, pero halló durísima resistencia; los alemanes estaban descansados y peleaban por sus propias tierras y sobre fortificaciones fijas de cierta consistencia. El 19 de octubre rompieron los soviéticos las líneas alemanas y por el portillo se coló el XI Ejército de la Guardia, profundizando 45 kilómetros. El jefe de esa zona del frente, general Hossbach, logró taponar la brecha con sus reservas y cayó por todos los lados sobre el desdichado XI ejército soviético, que perdió un tercio de sus efectos y casi todo su material pesado: un millar de blindados y cerca de 500 cañones... Moscú responsabilizó del revés al general Sakharov, jefe del Segundo Frente de Rusia Blanca, que debería haber acompañado la acción para montar una operación de embolsamiento, pero sus fuerzas no lograron abrirse paso en las defensas alemanas. Shakarov perdió el mando de ese Grupo de Ejércitos, al que pasó como jefe Rokossovsky en diciembre, mientras que del Primer Frente de Rusia Blanca se hacía cargo directamente Zhukov. En ese Frente que cubría Polonia y Prusia Oriental reinó una relativa calma en los dos últimos meses del año. Cherniakovsky, Rokossovsky, Zhukov y Koniev reorganizaban sus cansadas filas y recibían poco a poco el material para montar la ofensiva más poderosa de la guerra, mientras Hitler gastaba sus escasos recursos en frentes que inmediatamente se iban a revelar secundarios: Las Ardenas, Hungría, Curlandia...

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