Compartir
Datos principales
Desarrollo
De las poblaciones, que en este tiempo mandó hacer el Gobernador, y las cosas que en ellas acaecieron Habiendo considerado Domingo Martínez de Irala la mucha gente española, que había en la tierra, y la poca comodidad que tenían por no haberles cabido parte de las encomiendas de indios que había repartido en aquella ciudad: acordó de lo que sobre el asunto debía hacer, y consultando con el prelado, oficiales reales y demás capitulares, fue resulto se hiciesen algunas poblaciones, donde se pudiesen acomodar los que habían quedado sin parte. Con esto se determinó hacer una en la provincia del Guairá por ser escalón y pasaje del camino del Brasil, reduciendo a un cuerpo la poca gente que allí había quedado de la villa de Ontiveros, con la que de nuevo se despachasen para esta fundación, la cual fue cometida al capitán Rui Díaz Melgarejo. Otra fundación se dispuso hacer en la provincia de los Jarayes en el Río del Paraguay arriba, 300 leguas de la Asunción, por ser uno de los mejores territorios aquel gobierno y más vecino al Perú, y además con las noticias de riquezas que tenía de aquella parte, para cuyo efecto el gobernador nombró a Nuño de Chaves por general. Para poner estas disposiciones en efecto se alistaron los vecinos, y dispuestas las cosas, partió el capitán Melgarejo con cien soldados, y llegado felizmente al Paraná, pasó a la otra parte a los pueblos del Guairá, y habiendo especulado la disposición del terreno, hizo su fundación tres leguas más arriba de la villa de Ontiveros con título de Ciudad Real, donde agregó toda la gente que antes había quedado en la cercanía de aquel peligroso salto, por haber contemplado ser mejor el sitio en que se hacía esta fundación, que el de la villa de Ontiveros.
Empezóse ésta a los principios del año 1557 en sitio rodeado de grandes bosques y arboledas sobre el propio río Paraná en la boca del río Pequirí. Es el temperamento poco sano, porque a más de los vapores que salen de los montes, está bajo el trópico de Capricornio, por cuya causa es muy nocivo el calor del sol, y causa en el otoño fiebres agudas, y pesadas modorras; aunque los naturales no son muy afligidos, y las sobrellevan mejor que nosotros, y así se halló aquel río muy poblado de ellos, supliendo esta incomodidad la abundancia de caza, pesquería y todo género de volatería que allí hay. Algunos de aquellos pueblos, llegado el tiempo de las enfermedades, se retiran a otros ríos, que vienen de tierra adentro, que también están poblados de otros indios, y es de más saludable constelación por estar en más altura. Empadronáronse en aquella provincia en todos los ríos comarcanos a esta ciudad cuarenta mil fuegos, que se entiende cada fuego por un indio con su mujer e hijos, aunque siempre corresponde a muchos más, los cuales fueron encomendados a setenta vecinos, que por algunos años los tuvieron con gran sosiego, siendo tratados los encomenderos con gran respeto de los naturales y muy abastecidos de los frutos de la tierra, como vino, azúcar, algodón, lienzo y cera: siendo sus telares tenidos en mejor reputación que todos los de aquella gobernación, hasta que con el transcurso del tiempo fue faltando el servicio personal de los naturales por causa de los continuos asaltos que les daban otros indios enemigos por el río, con que vino la ciudad a gran disminución y miseria, como adelante se dirá, con otras cosas que en aquella tierra sucedieron.
Empezóse ésta a los principios del año 1557 en sitio rodeado de grandes bosques y arboledas sobre el propio río Paraná en la boca del río Pequirí. Es el temperamento poco sano, porque a más de los vapores que salen de los montes, está bajo el trópico de Capricornio, por cuya causa es muy nocivo el calor del sol, y causa en el otoño fiebres agudas, y pesadas modorras; aunque los naturales no son muy afligidos, y las sobrellevan mejor que nosotros, y así se halló aquel río muy poblado de ellos, supliendo esta incomodidad la abundancia de caza, pesquería y todo género de volatería que allí hay. Algunos de aquellos pueblos, llegado el tiempo de las enfermedades, se retiran a otros ríos, que vienen de tierra adentro, que también están poblados de otros indios, y es de más saludable constelación por estar en más altura. Empadronáronse en aquella provincia en todos los ríos comarcanos a esta ciudad cuarenta mil fuegos, que se entiende cada fuego por un indio con su mujer e hijos, aunque siempre corresponde a muchos más, los cuales fueron encomendados a setenta vecinos, que por algunos años los tuvieron con gran sosiego, siendo tratados los encomenderos con gran respeto de los naturales y muy abastecidos de los frutos de la tierra, como vino, azúcar, algodón, lienzo y cera: siendo sus telares tenidos en mejor reputación que todos los de aquella gobernación, hasta que con el transcurso del tiempo fue faltando el servicio personal de los naturales por causa de los continuos asaltos que les daban otros indios enemigos por el río, con que vino la ciudad a gran disminución y miseria, como adelante se dirá, con otras cosas que en aquella tierra sucedieron.