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Desarrollo
CAPITULO III Entrada en el puerto de la isla de Fernando de Noroña, su descripcion y la noticia de aquel puerto 666 Persuadidos yá por las señas y congeturas que nos facilitaba el estado de nuestra derrota á que no podiamos estar muy distantes de la isla que buscábamos, haviendo el dia 20 de mayo sobrevenido niebla, cerrazon y agua, fue preciso ponerse á la capa de las gavias, mas por el recelo de propassar la isla que por el temor de abordarse ó perderse unos á otros; y dando muestras el dia 21 de ser mas claro que el anteceente, se pusieron en derrota las fragatas, y á las 9 y media descubrió la isla el Luis Erasmo, demorando oeste quarta al sudoeste distancia de 9 leguas, verificadas despues por la corredera. 667 Como se consideraba aquella isla totalmente despoblada y possible el que, por la comodidad de su puerto, huviesse llegado á él alguna otra embarcacion viniendo de la India oriental con la precision de hacer aguada ú otra semejante urgencia, discurrieron los capitanes de las fragatas francesas entrar en él con pabellones ingleses para mejor dissimular la derrota que traían y, en caso de haver embarcacion enemiga, tomar la que conviniesse; pero sucedió bien al contrario porque luego se vieron dos fortalezas en el puerto con vanderas portuguesas y un vergantin con la misma y gallardete largo. Esto nos fue tanto mas estraño quanto todas las noticias que teniamos convenian en que se hallaba desierta y abandonada de los portugueses por su mucha esterilidad, mas, segun despues se supo, el haversela querido apropiar la Compañía Francesa de la India Oriental para que sus navios hiciessen escala en ella havia obligado á la Corona de Portugal á desalojarlos y fortalecerla toda, quitando á la misma compañia ú otros la ocasion de establecerse tan inmediatos á la costa del Brasil, y por entonces se cumplian siete años que de orden de aquel soberano se havian construido las fortalezas y formandose en ella poblacion.
668 Con esta novedad, se suscitó en nosotros la duda de no saber el estado en que se mantendrian las potencias de la Europa ni si havria tomado la de Portugal otro partido en la presente guerra que el de la neutralidad, por lo que nos fue forzoso quedar de acuerdo las tres fragatas de las señas y advertencias reciprocas para haver de entrar al puerto. 669 Para tomar el de esta isla, es necessario montarla por la parte del norte porque la fuerza que lleva la corriente, si se intenta hacer por la del sur, es tanta que no dá lugar á que se consiga sin perder en ello por lo menos quatro ó cinco dias ó muchos mas hasta volver á tomar barlovento y executarlo por aquella en que las corrientes no son contrarias; con esta advertencia, luego que demoraba al sur y tan inmediata, como ya queda dicho, se governó al sudoeste 5 grados sur y, despues de haver navegado poco menos de una legua, quando quedaba yá montada la isla, se governó al sur quarta al sudoeste, dirigiendo la proa á un monte gruesso que está en medio de otros dos bien distinguibles, el uno, que cae á la parte del este y es mas abultado que el de en medio, y el otro, que corresponde á la del oeste, sustenta un alto picacho de piedra tan escarpado que por la parte del este parece amenazar con su caida, por cuya razon le dan el nombre de Campanario. La corriente con la grande fuerza que lleva allí para el oeste, nos conduxo tanto acia esta parte alexandonos de la isla que, despues de haver hecho varios bordos sin grangear nada, fue forzoso, para no descaecer mas, dar fondo apartados del buen fondeadero, en 25 brazas de agua sobre lama suelta con conchuela y cascajo, distantes de tierra como una legua y un quarto con poca diferencia y demorando el fuerte de los Remedios, principal de los que guardan aquel puerto, al sur sueste.
La mar, que se experimentaba allí muy alborotada con la fuerza del viento, y el efecto que este y la corriente hacian en la fragata, teniendola en continuo trabajo por los cables, obligó á mejorarla y entrar mas adentro, al legitimo fondeadero que dista de tierra cosa de un tercio de legua, en el qual quedó la fragata el 23 de marzo en 13 brazas de agua sobre fondo de arena menuda blanca mezclada con algunos granos de negra, de cuyo parage demoraba el fuerte de San Antonio al este quarta al sudeste 5 grados sur, el de los Remedios, al sur quarta al sudoeste, el de la Concepcion, al sur sudoeste 4 grados oeste y el picacho del Campanario, al sudoeste 3 grados sur. 670 Dos puertos tiene esta isla, donde pueden fondear los navios y toda suerte de embarcaciones, el uno á la parte del norte y el otro á la del noroeste; el primero es el principal assi por su abrigo y capacidad como por su buen fondo y tenedero. Uno y otro son radas abiertas sin resguardo alguno por las partes del norte y oeste, si bien estos vientos, y con particularidad los del norte, aunque reynan en algun tiempo del año, es poco el que duran, y en estas ocasiones son uno y otro puerto impracticables tanto por el peligro que tienen las embarcaciones quanto porque la fuerza de la resaca impossibilita totalmente la comunicacion con la tierra, provenido de que, siendo todas las playas de peñolerias, la hay de continuo tan grande que no permite el que se acerquen á ellas las embarcaciones sin exponerse al peligro de hacerse pedazos; y aun quando reynan los vientos por el este, es tan dificil que, aunque menor el peligro, no falta del todo; hay en esta sazon dias en que la mar está mas sossegada, y en ellos se puede desembarcar con algun trabajo, estorvandolo en los demás la mar, que rompe en las playas y peñascos.
Assi, en todos tiempos es puerto bastantemente penoso y bueno solamente para quando no hay otro recurso ni dexa otro arbitrio la necessidad urgente de haver de tomarle á costa de qualquiera incomodidad. 671 Despues que, desalojando de aquella isla á la Compañia Francesa de la India, volvieron á hacerse dueños de ella los portugueses, la fortificaron toda, y assi, fuera de los tres fuertes que tiene el puerto del norte, hay otros dos en el del noroeste, y dos mas á la parte el este de la isla, en una pequeña ensenada, donde solo barcos muy pequeños pueden llegar y con trabajo. Todos están labrados de piedra, son capaces y bien proveidos de artilleria de calibre grande; con que, en su circunferencia hay 7 fortalezas muy competentes, siendo assi que todo su largo apenas llegará á ser de dos leguas y que no da ni aun lo necessario para mantener la gente que la habita. De Pernambuco, á cuya govierno pertenece, le subministran los viveres y frutos para su subsistencia pero el cuidado y celo de que no se apodere de ella otra nacion y con este pie se adelante á mayores pretensiones obliga á mantenerla á cualquier costo. 672 El fuerte principal de los Remedios se halla fundado sobre un alto peñasco escarpado, contra quien bate la mar, y en su pie hay una caverna por donde continuamente entra el agua en crecida cantidad sin haver exemplar de verse salir por ella en ningun tiempo, á la alteracion de muy cortos intervalos, forma unos formidables eructos el viento, que, hallandose comprimido, rechaza el torrente del agua para salir quando, al tapar esta con su fluxo toda la boca, no la dexa hueco por donde respirar; parte de ella se descubre quando en el refluxo de la ola no se mantiene el agua tan alta como en el fluxo, y el ruido no tiene diferencia al que hacen los volcanes.
Por la parte opuesta de la isla ni en toda su circunferencia, se vé sitio ni señal que indique la correspondencia de aquella caverna; con que, es dable que la tenga algo apartada de allí. 673 La esterilidad de esta isla no procede de la mala calidad de su tierra pues produce todo quanto se siembra en ella propio de paises cálidos, sino de la falta de humedad porque passan dos y tres años sin llover ni verse el mas leve aparato de agua, y su escasez es causa de que se sequen totalmente todas las plantas, faltando el agua, á los arroyos y lo mas pingue de toda la isla; quando las nubes no la fecundizan con su riego, se vuelve tan árido y desapacible como los peñones y rocas; en la ocasion que llegamos, se havian passado dos años sin caer agua alguna, y solo en la noche desde el 19 al 20 de mayo empezaron las nubes á descargar aguaceros, que continuaron todo el tiempo de nuestra estada allí, proveyendose aquella gente del agua de pozas, que formaban á manera de cazimbas, la qual, y no menos la que corria por los arroyos despues que llovió, era muy gruessa y salobre, pero aquellos habitantes decian que en lo interior de la isla, donde tienen su origen, nunca faltaba, aunque fuesse en corta cantidad, y que la que allí manaba era delgada y buena. 674 En lo interior de la isla, tienen los portugueses una poblacion, en la qual hace su continua residencia el governaddor y un cura parroco, y aquel passa á las fortalezas quando le dan aviso de descubrirse embarcaciones.
La guarnicion de estas es numerosa pues, quando dimos fondo en aquel puerto, se hallaban yá juntos en la principal fortaleza cerca de mil hombres, parte de tropa reglada que se le embia de Pernambuco y se remuda cada seis meses, parte de desterrados de toda aquella costa del Brasil y algunos, aunque pocos, que se establecen allí con sus familias, toda gente pobre y mestizos de castas; hay tambien algunos indios que se embian para el trabajo de las fortificaciones y que sirvan al governaddor y demás oficiales residentes en la isla, entre los quales hay un almojarife, que hace el oficio de tesorero, y un proveedor, para subministrar los pagamentos y la distribucion de viveres que se hace en aquella tropa y gente con gran puntualidad y buen régimen. 675 El mas regular y comun alimento de aquellos habitantes, y de que usan en todo el Brasil, es la farina de pau ó harina de palo, la qual comen todos sin excepcion de persona en lugar de pan; hacese de la raiz que llaman de moniato, la qual queda yá explicada en la descripcion de Cartagena que se dió en la primera parte, y tambien de las de ñame y yuca; para ello, las mondan primeramente, ponenla á desflemar en varias aguas hasta que totalmente ha perdido aquel jugo fuerte y nocivo, despues las rallan ó, moliendolas, las convierten en harina y, bueltas á lavar y á mudar aguas, las secan y comen á cucharadas, mezclandola con los otros manjares; y están tan connaturalizados á ella que, quando se les sirve el pan de trigo en las masas, toman un bocado de él y lo acompañan con un poco de esta harina; despues de esta comida, que verdaderamente es de palo en el gusto y el sabor, usan mucho del arroz y miel de caña de azucar llevada de Pernambuco.
Hay allí dos vergantines del rey destinados para el transporte de viveres y el de la tropa en cada viage que hacen, con la buen disposicion y régimen de que, teniendo arreglado el tiempo en que han de salir del puerto de la costa, donde tienen su destino, interin que el uno vá acia la isla, el otro hace su regresso de ella. 676 Despues que en esta segunda vez se establecieron allí los portugueses, además de los pequeños plantíos que havian empezado á hacer, llevaron ganado bacuno, puercos y ovejas para criar, los quales se han aumentado, no obstante la esterilidad del territorio, á causa de lo poco que consumen de ellos los portugueses; por esta razon, pudieron subministrar á las fragatas la carne fresca que necessitaron para refrescar sus tripulaciones todo el tiempo que estuvieron allí y la precisa para los primeros dias despues de la salida. 677 Aquel puerto es abundante de pescados; sus especies son cinco ó seis, y, entre ellas, hay lampreas y morenas, estas de un tamaño disforme, pero ninguno es de buen gusto. En el fondo de aquel puerto se cria una especie tambien de pescado, á quien dan el nombre de cofre porque se le assemeja en la figura, que es triangular, y la cabeza hace un hozico, que remata como el de los puercos; este se compone todo de un huesso á manera de cuerno, el qual encierra la carne, entrañas y demás partes del animal; por las dos superficies superiores es verde escamado y, por la inferior, blanco; tiene dos aletas pequeñas como los demás peces, y la cola, que está horizontal, lo es tambien; luego que se saca del agua, empieza á echar por la boca unos espumarajos algo verdes y de un olor tan fastidioso que se hace insoportable, el qual queda despues por mucho tiempo existente.
Algunos nauticos que han encontrado este animal en otros puertos afirman ser tan ponzoñosa su carne que quita la vida al que la come, hinchandolo y haciendolo rebentar dentro de pocas horas; los habitantes de aquella isla informaron lo contrario y asseguraban no recibir daño alguno de comerlo, pero observaban en esto la precaucion de ponerle un gran peso encima para obligarlo á desflamar por las salivas toda la malignidad que en sí encierra; y haviendolo tenido assi un dia entero, lo abrian, separaban aquella dura cascara que lo envuelve y ponian á cocer y, quando lo estaba á la mitad, le mudaban á otro agua, con cuya diligencia perdía del todo su mala disposicion; yo tendria por inutiles todas estas diligencias respeto de que el gusto de su carne no es digno de que se emplee en la preparacion tanto trabajo, y quando lo fuera, sería bastante para abominarla la memoria del fétido olor que despide antes de llegarse á poner en este punto. 678 En el tiempo propio de que las tortugas pongan sus huevos, que es desde diciembre á abril, y en el de sacarlos, que es el mismo, se pueblan las playas de toda la isla de ellas pero despues salen á la mar y no las hay, como se experimentó quando estuvimos allí. En el intermedio de estos mismos meses, reynan los vientos por el norte y noroeste y, desde mayo en adelante, se entablan por el este, apartandose algunas veces al sueste y tomando en otras del nordeste. 679 La latitud de esta isla, observada por varios pilotos franceses desde ella misma quando estaba por la compañia francesa, es de 3 grados 53 minutos austral, en cuya conformidad está situada en la nueva carta francesa; su diferencia de meridianos con Paris es 33 grados mas occidental respeto del observatorio; dista de la costa del Brasil de 60 á 80 leguas, en lo qual hay variedad porque la carta la sitúa 60 leguas al oriente de ella, y los pilotos portugueses que hacen la travesía juzgan haver 80; con que, se puede tomar un medio entre los dos, y entonces será la distancia 70 leguas.
680 Luego que las fragatas dieron fondo en aquel puerto y que quedaron asseguradas de ser los que las habitaban portugueses, arriaron las vanderas inglesas, largaron las francesas y fueron una despues de otra saludando la vandera y correspondiendoselas á cada una de los tres fuertes que guarnecen aquella rada; despues, passó á ver al governaddor y á cumplimentarlo en nombre de los tres capitanes y maestres un oficial de la Marquesa de Antin; hablóle y, siendo correspondido atentamente del governaddor, lo retuvo este diciendole que en aquella ocasion no podia menos que satisfacerse plenamente de qué fragatas eran aquellas, de donde venian y quales eran sus designios, que lo avisasse por medio de un papel á los capitanes de ellas para que le remitiessen el despacho comissional de la nacion á quien legitimamente pertenecian y el registro del puerto de donde salian y que, una vez impuesto en ello, les atenderia en quanto pendiesse de su arbitrio; executóse assi luego, y, assi que se enteró de todo y quedó satisfecho de la legitimidad de las vanderas y designios con que haviamos entrado en aquel puerto, escrivió una carta llena de atentas expressiones á los capitanes franqueandoles quanto él pudiesse y tuviesse la isla porque, á mas de su buen animo en usar y cumplir con los derechos de hospitalidad con los que tanto necessitaban el socorro, él y todos los governaddores del Brasil tenian expressa orden de su soberano para recibir amistosamente qualquiera embarcacion que arribasse á aquellos puertos sujeta á otro monarca y de socorrerles á todos igualmente con aquello que huviessen menester, siendo cosas de que no resultasse perjuicio á sus estados ó vassallos ni de que pudiesse redundar justa querella de alguna de las naciones que se hallaban en guerra.
A tan politicas expressiones, se correspondió por parte de los capitanes franceses, y en la execucion expressaron su generosidad, no solo en subministrar aquellos viveres que fueron necessarios sí tambien en dar indios que ayudassen á hacer la aguada y ordenar al vergantin que recibiesse á su bordo la carga de zurronería para aliar la Deliberanza, á fin de que se pudiesse componer y preparar para continuar el viage sin tanto peligro como con el que hasta allí havia navegado. 681 No obstante tan cortesana urbanidad y politicas atenciones del governaddor en todo lo que tuvo arbitrio, nuestro desahogo, descanso y diversion en la isla fueron los mismos que si navegaramos, y apenas gozamos del arribo á tierra porque los recelos de aquella nacion y la puntualidad con que observaron las ordenes que tenian fue tanta que no dieron permisso para que ninguno pudiesse hacer en tierra otro transito que el que havia entre la playa y la principal fortaleza, á donde moraba el governaddor de la isla, y para esto hacian guardia al que saltaba en tierra dos ó quatro soldados que lo recibian y acompañaban hasta que lo dexaban embarcado, y se retiraba el bote; con este fin, tenian guarnecidas de tropa todas las playas, y, luego que veían algun bote que se acercaba á uno ú otro lado, acudian muchos á aquel sitio para acompañar á todos los que saltassen en tierra. Todo este gran cuidado nacía de que, haviendose apo-derado la Compañia Francesa de la India de aquella isla quando los portugueses la tuvieron abandonada y reputandola estos tan importantes para aquellos, no querian que se instruyessen de lo que contenia sus sitios y parages y que estas noticias les facilitasse tal vez el designio de desalojarlos y apropiarsela de nuevo.
668 Con esta novedad, se suscitó en nosotros la duda de no saber el estado en que se mantendrian las potencias de la Europa ni si havria tomado la de Portugal otro partido en la presente guerra que el de la neutralidad, por lo que nos fue forzoso quedar de acuerdo las tres fragatas de las señas y advertencias reciprocas para haver de entrar al puerto. 669 Para tomar el de esta isla, es necessario montarla por la parte del norte porque la fuerza que lleva la corriente, si se intenta hacer por la del sur, es tanta que no dá lugar á que se consiga sin perder en ello por lo menos quatro ó cinco dias ó muchos mas hasta volver á tomar barlovento y executarlo por aquella en que las corrientes no son contrarias; con esta advertencia, luego que demoraba al sur y tan inmediata, como ya queda dicho, se governó al sudoeste 5 grados sur y, despues de haver navegado poco menos de una legua, quando quedaba yá montada la isla, se governó al sur quarta al sudoeste, dirigiendo la proa á un monte gruesso que está en medio de otros dos bien distinguibles, el uno, que cae á la parte del este y es mas abultado que el de en medio, y el otro, que corresponde á la del oeste, sustenta un alto picacho de piedra tan escarpado que por la parte del este parece amenazar con su caida, por cuya razon le dan el nombre de Campanario. La corriente con la grande fuerza que lleva allí para el oeste, nos conduxo tanto acia esta parte alexandonos de la isla que, despues de haver hecho varios bordos sin grangear nada, fue forzoso, para no descaecer mas, dar fondo apartados del buen fondeadero, en 25 brazas de agua sobre lama suelta con conchuela y cascajo, distantes de tierra como una legua y un quarto con poca diferencia y demorando el fuerte de los Remedios, principal de los que guardan aquel puerto, al sur sueste.
La mar, que se experimentaba allí muy alborotada con la fuerza del viento, y el efecto que este y la corriente hacian en la fragata, teniendola en continuo trabajo por los cables, obligó á mejorarla y entrar mas adentro, al legitimo fondeadero que dista de tierra cosa de un tercio de legua, en el qual quedó la fragata el 23 de marzo en 13 brazas de agua sobre fondo de arena menuda blanca mezclada con algunos granos de negra, de cuyo parage demoraba el fuerte de San Antonio al este quarta al sudeste 5 grados sur, el de los Remedios, al sur quarta al sudoeste, el de la Concepcion, al sur sudoeste 4 grados oeste y el picacho del Campanario, al sudoeste 3 grados sur. 670 Dos puertos tiene esta isla, donde pueden fondear los navios y toda suerte de embarcaciones, el uno á la parte del norte y el otro á la del noroeste; el primero es el principal assi por su abrigo y capacidad como por su buen fondo y tenedero. Uno y otro son radas abiertas sin resguardo alguno por las partes del norte y oeste, si bien estos vientos, y con particularidad los del norte, aunque reynan en algun tiempo del año, es poco el que duran, y en estas ocasiones son uno y otro puerto impracticables tanto por el peligro que tienen las embarcaciones quanto porque la fuerza de la resaca impossibilita totalmente la comunicacion con la tierra, provenido de que, siendo todas las playas de peñolerias, la hay de continuo tan grande que no permite el que se acerquen á ellas las embarcaciones sin exponerse al peligro de hacerse pedazos; y aun quando reynan los vientos por el este, es tan dificil que, aunque menor el peligro, no falta del todo; hay en esta sazon dias en que la mar está mas sossegada, y en ellos se puede desembarcar con algun trabajo, estorvandolo en los demás la mar, que rompe en las playas y peñascos.
Assi, en todos tiempos es puerto bastantemente penoso y bueno solamente para quando no hay otro recurso ni dexa otro arbitrio la necessidad urgente de haver de tomarle á costa de qualquiera incomodidad. 671 Despues que, desalojando de aquella isla á la Compañia Francesa de la India, volvieron á hacerse dueños de ella los portugueses, la fortificaron toda, y assi, fuera de los tres fuertes que tiene el puerto del norte, hay otros dos en el del noroeste, y dos mas á la parte el este de la isla, en una pequeña ensenada, donde solo barcos muy pequeños pueden llegar y con trabajo. Todos están labrados de piedra, son capaces y bien proveidos de artilleria de calibre grande; con que, en su circunferencia hay 7 fortalezas muy competentes, siendo assi que todo su largo apenas llegará á ser de dos leguas y que no da ni aun lo necessario para mantener la gente que la habita. De Pernambuco, á cuya govierno pertenece, le subministran los viveres y frutos para su subsistencia pero el cuidado y celo de que no se apodere de ella otra nacion y con este pie se adelante á mayores pretensiones obliga á mantenerla á cualquier costo. 672 El fuerte principal de los Remedios se halla fundado sobre un alto peñasco escarpado, contra quien bate la mar, y en su pie hay una caverna por donde continuamente entra el agua en crecida cantidad sin haver exemplar de verse salir por ella en ningun tiempo, á la alteracion de muy cortos intervalos, forma unos formidables eructos el viento, que, hallandose comprimido, rechaza el torrente del agua para salir quando, al tapar esta con su fluxo toda la boca, no la dexa hueco por donde respirar; parte de ella se descubre quando en el refluxo de la ola no se mantiene el agua tan alta como en el fluxo, y el ruido no tiene diferencia al que hacen los volcanes.
Por la parte opuesta de la isla ni en toda su circunferencia, se vé sitio ni señal que indique la correspondencia de aquella caverna; con que, es dable que la tenga algo apartada de allí. 673 La esterilidad de esta isla no procede de la mala calidad de su tierra pues produce todo quanto se siembra en ella propio de paises cálidos, sino de la falta de humedad porque passan dos y tres años sin llover ni verse el mas leve aparato de agua, y su escasez es causa de que se sequen totalmente todas las plantas, faltando el agua, á los arroyos y lo mas pingue de toda la isla; quando las nubes no la fecundizan con su riego, se vuelve tan árido y desapacible como los peñones y rocas; en la ocasion que llegamos, se havian passado dos años sin caer agua alguna, y solo en la noche desde el 19 al 20 de mayo empezaron las nubes á descargar aguaceros, que continuaron todo el tiempo de nuestra estada allí, proveyendose aquella gente del agua de pozas, que formaban á manera de cazimbas, la qual, y no menos la que corria por los arroyos despues que llovió, era muy gruessa y salobre, pero aquellos habitantes decian que en lo interior de la isla, donde tienen su origen, nunca faltaba, aunque fuesse en corta cantidad, y que la que allí manaba era delgada y buena. 674 En lo interior de la isla, tienen los portugueses una poblacion, en la qual hace su continua residencia el governaddor y un cura parroco, y aquel passa á las fortalezas quando le dan aviso de descubrirse embarcaciones.
La guarnicion de estas es numerosa pues, quando dimos fondo en aquel puerto, se hallaban yá juntos en la principal fortaleza cerca de mil hombres, parte de tropa reglada que se le embia de Pernambuco y se remuda cada seis meses, parte de desterrados de toda aquella costa del Brasil y algunos, aunque pocos, que se establecen allí con sus familias, toda gente pobre y mestizos de castas; hay tambien algunos indios que se embian para el trabajo de las fortificaciones y que sirvan al governaddor y demás oficiales residentes en la isla, entre los quales hay un almojarife, que hace el oficio de tesorero, y un proveedor, para subministrar los pagamentos y la distribucion de viveres que se hace en aquella tropa y gente con gran puntualidad y buen régimen. 675 El mas regular y comun alimento de aquellos habitantes, y de que usan en todo el Brasil, es la farina de pau ó harina de palo, la qual comen todos sin excepcion de persona en lugar de pan; hacese de la raiz que llaman de moniato, la qual queda yá explicada en la descripcion de Cartagena que se dió en la primera parte, y tambien de las de ñame y yuca; para ello, las mondan primeramente, ponenla á desflemar en varias aguas hasta que totalmente ha perdido aquel jugo fuerte y nocivo, despues las rallan ó, moliendolas, las convierten en harina y, bueltas á lavar y á mudar aguas, las secan y comen á cucharadas, mezclandola con los otros manjares; y están tan connaturalizados á ella que, quando se les sirve el pan de trigo en las masas, toman un bocado de él y lo acompañan con un poco de esta harina; despues de esta comida, que verdaderamente es de palo en el gusto y el sabor, usan mucho del arroz y miel de caña de azucar llevada de Pernambuco.
Hay allí dos vergantines del rey destinados para el transporte de viveres y el de la tropa en cada viage que hacen, con la buen disposicion y régimen de que, teniendo arreglado el tiempo en que han de salir del puerto de la costa, donde tienen su destino, interin que el uno vá acia la isla, el otro hace su regresso de ella. 676 Despues que en esta segunda vez se establecieron allí los portugueses, además de los pequeños plantíos que havian empezado á hacer, llevaron ganado bacuno, puercos y ovejas para criar, los quales se han aumentado, no obstante la esterilidad del territorio, á causa de lo poco que consumen de ellos los portugueses; por esta razon, pudieron subministrar á las fragatas la carne fresca que necessitaron para refrescar sus tripulaciones todo el tiempo que estuvieron allí y la precisa para los primeros dias despues de la salida. 677 Aquel puerto es abundante de pescados; sus especies son cinco ó seis, y, entre ellas, hay lampreas y morenas, estas de un tamaño disforme, pero ninguno es de buen gusto. En el fondo de aquel puerto se cria una especie tambien de pescado, á quien dan el nombre de cofre porque se le assemeja en la figura, que es triangular, y la cabeza hace un hozico, que remata como el de los puercos; este se compone todo de un huesso á manera de cuerno, el qual encierra la carne, entrañas y demás partes del animal; por las dos superficies superiores es verde escamado y, por la inferior, blanco; tiene dos aletas pequeñas como los demás peces, y la cola, que está horizontal, lo es tambien; luego que se saca del agua, empieza á echar por la boca unos espumarajos algo verdes y de un olor tan fastidioso que se hace insoportable, el qual queda despues por mucho tiempo existente.
Algunos nauticos que han encontrado este animal en otros puertos afirman ser tan ponzoñosa su carne que quita la vida al que la come, hinchandolo y haciendolo rebentar dentro de pocas horas; los habitantes de aquella isla informaron lo contrario y asseguraban no recibir daño alguno de comerlo, pero observaban en esto la precaucion de ponerle un gran peso encima para obligarlo á desflamar por las salivas toda la malignidad que en sí encierra; y haviendolo tenido assi un dia entero, lo abrian, separaban aquella dura cascara que lo envuelve y ponian á cocer y, quando lo estaba á la mitad, le mudaban á otro agua, con cuya diligencia perdía del todo su mala disposicion; yo tendria por inutiles todas estas diligencias respeto de que el gusto de su carne no es digno de que se emplee en la preparacion tanto trabajo, y quando lo fuera, sería bastante para abominarla la memoria del fétido olor que despide antes de llegarse á poner en este punto. 678 En el tiempo propio de que las tortugas pongan sus huevos, que es desde diciembre á abril, y en el de sacarlos, que es el mismo, se pueblan las playas de toda la isla de ellas pero despues salen á la mar y no las hay, como se experimentó quando estuvimos allí. En el intermedio de estos mismos meses, reynan los vientos por el norte y noroeste y, desde mayo en adelante, se entablan por el este, apartandose algunas veces al sueste y tomando en otras del nordeste. 679 La latitud de esta isla, observada por varios pilotos franceses desde ella misma quando estaba por la compañia francesa, es de 3 grados 53 minutos austral, en cuya conformidad está situada en la nueva carta francesa; su diferencia de meridianos con Paris es 33 grados mas occidental respeto del observatorio; dista de la costa del Brasil de 60 á 80 leguas, en lo qual hay variedad porque la carta la sitúa 60 leguas al oriente de ella, y los pilotos portugueses que hacen la travesía juzgan haver 80; con que, se puede tomar un medio entre los dos, y entonces será la distancia 70 leguas.
680 Luego que las fragatas dieron fondo en aquel puerto y que quedaron asseguradas de ser los que las habitaban portugueses, arriaron las vanderas inglesas, largaron las francesas y fueron una despues de otra saludando la vandera y correspondiendoselas á cada una de los tres fuertes que guarnecen aquella rada; despues, passó á ver al governaddor y á cumplimentarlo en nombre de los tres capitanes y maestres un oficial de la Marquesa de Antin; hablóle y, siendo correspondido atentamente del governaddor, lo retuvo este diciendole que en aquella ocasion no podia menos que satisfacerse plenamente de qué fragatas eran aquellas, de donde venian y quales eran sus designios, que lo avisasse por medio de un papel á los capitanes de ellas para que le remitiessen el despacho comissional de la nacion á quien legitimamente pertenecian y el registro del puerto de donde salian y que, una vez impuesto en ello, les atenderia en quanto pendiesse de su arbitrio; executóse assi luego, y, assi que se enteró de todo y quedó satisfecho de la legitimidad de las vanderas y designios con que haviamos entrado en aquel puerto, escrivió una carta llena de atentas expressiones á los capitanes franqueandoles quanto él pudiesse y tuviesse la isla porque, á mas de su buen animo en usar y cumplir con los derechos de hospitalidad con los que tanto necessitaban el socorro, él y todos los governaddores del Brasil tenian expressa orden de su soberano para recibir amistosamente qualquiera embarcacion que arribasse á aquellos puertos sujeta á otro monarca y de socorrerles á todos igualmente con aquello que huviessen menester, siendo cosas de que no resultasse perjuicio á sus estados ó vassallos ni de que pudiesse redundar justa querella de alguna de las naciones que se hallaban en guerra.
A tan politicas expressiones, se correspondió por parte de los capitanes franceses, y en la execucion expressaron su generosidad, no solo en subministrar aquellos viveres que fueron necessarios sí tambien en dar indios que ayudassen á hacer la aguada y ordenar al vergantin que recibiesse á su bordo la carga de zurronería para aliar la Deliberanza, á fin de que se pudiesse componer y preparar para continuar el viage sin tanto peligro como con el que hasta allí havia navegado. 681 No obstante tan cortesana urbanidad y politicas atenciones del governaddor en todo lo que tuvo arbitrio, nuestro desahogo, descanso y diversion en la isla fueron los mismos que si navegaramos, y apenas gozamos del arribo á tierra porque los recelos de aquella nacion y la puntualidad con que observaron las ordenes que tenian fue tanta que no dieron permisso para que ninguno pudiesse hacer en tierra otro transito que el que havia entre la playa y la principal fortaleza, á donde moraba el governaddor de la isla, y para esto hacian guardia al que saltaba en tierra dos ó quatro soldados que lo recibian y acompañaban hasta que lo dexaban embarcado, y se retiraba el bote; con este fin, tenian guarnecidas de tropa todas las playas, y, luego que veían algun bote que se acercaba á uno ú otro lado, acudian muchos á aquel sitio para acompañar á todos los que saltassen en tierra. Todo este gran cuidado nacía de que, haviendose apo-derado la Compañia Francesa de la India de aquella isla quando los portugueses la tuvieron abandonada y reputandola estos tan importantes para aquellos, no querian que se instruyessen de lo que contenia sus sitios y parages y que estas noticias les facilitasse tal vez el designio de desalojarlos y apropiarsela de nuevo.